Camilo Gajardo, 32, llevaba —de acuerdo con la investigación de la fiscalía— una doble vida. En una era un aprendiz de hojaletero sin pareja, que evitaba salir de noche. En la otra era un eco-terrorista fascinado con la tribu selk’nam, y una intensa actividad online. Ésta lo habría ayudado a aprender cómo fabricar artefactos explosivos caseros. Este viernes fue declarado culpable de los atentados a los expresidentes de Codelco y Metro.
Una historia familiar. Camilo Eduardo Gajardo Escalona, 32, nació en 1990 en San Miguel. Es hijo de un maestro hojalatero y una mamá que dividía su tiempo entre el cuidado de la casa y los niños, y las ventas informales en la feria, en el extremo sur de Santiago.
- Creció en el barrio Bajos de Mena, de Puente Alto, en una casa pareada y de dos pisos, muy similar a las otras del sector, salvo porque estaba pintada amarillo en vez de rosado.
- Su papá, Leonel Gajardo Aedo, fue detenido en su juventud tras participar en una protesta contra la dictadura del general Augusto Pinochet. Su nombre y RUT figuran en la nómina de prisioneros políticos y torturados de la Comisión Valech 2. Tiene una hermanastra mayor, un hermano mellizo y otro menor.
Estudios interrumpidos. Cursó la enseñanza básica en el Liceo Chiloé de Puente Alto y la media en Liceo Industrial de la misma comuna, donde se especializó en electricidad.
- Sus promedios de notas de primero a cuarto medio fueron aceptables, pero no excelentes: 5,4 en primero medio; 5,2 en segundo; 5,3 en tercero y 5,8 en cuarto. Sus mejores notas ese último año fueron en educación física (6,9) e historia y ciencias sociales (6,7). La más mala fue en matemáticas (4,0).
- Entre sus cursos de especialidad estuvieron “Mantenimiento y operación me máquinas y equipos eléctricos” y “Diseño, operación y mantenimiento de sistemas de control eléctrico”.
- Su puntaje en la PSU fue insuficiente para postular a la universidad y se inscribió, en cambio, en la carrera de diseño publicitario en un instituto. Dejó los estudios a los pocos meses, presumiblemente, por falta de dinero para pagarla.
- Luego trabajó en una fábrica de plásticos y luego, por algunos períodos, en la misma hojalatería donde trabajaba su padre.
- Consultado por su oficio o profesión durante la formalización de cargos de 2019, respondió: “obrero”.
Radicalización. Las fotografías publicadas en sitios web antisistema reivindicando los 6 atentados explosivos ocurridos entre 2017 y 2019 solían incluir imágenes de los artefactos previos a su envío, apoyados sobre una pañoleta negra.
- Una pañoleta coincidente con esa descripción fue encontrada en el allanamiento realizado en la casa del acusado el 8 de agosto de 2019. Una observación detallada reveló que ésta tenía impresa una letra “A” mayúscula rodeada por un círculo.
- Cercanos a la investigación comentario que ese detalle (que no constituye una prueba) reflejó la evolución del pensamiento del único acusado por la bomba que estalló en la casa del expresidente de Codelco, Óscar Landerretche y que fue enviada, pero no alcanzó a hacer explosión, en el domicilio del expresidente de Metro, Louis De Grange.
- Un pensamiento que pasó de un sentimiento general en contra del sistema a, en una segunda fase, el anarquismo clásico y luego al eco-terrorismo.
- Este último está marcado por un rechazo a la modernidad y a toda alteración humana de la naturaleza, como la que ocurre con las minas a tajo abierto o las líneas subterráneas del Metro.
- La primera de estas tres fases estaría marcada por sus detenciones policiales: En noviembre de 2011 fue detenido rayando en una pared “Libertad a los presos de la lucha callejera”. El año siguiente cayó en una marcha no autorizada por la intendencia y en 2013 fue detenido nuevamente por provocar desórdenes públicos, en otra manifestación.
- En la acusación presentada en marzo de 2021, los fiscales Héctor Barros y Claudio Orellana de la Fiscalía Metropolitana Sur imputaron a Gajardo por homicidio calificado frustrado, por delitos de la ley de control de armas y lesiones. Su abogada, Alejandra Rubio, sostuvo entonces que las evidencias eran insuficientes para comprobar su participación.
Libros fotocopiados. En los allanamientos realizados en 2019 en la casa de Gajardo en Puente Alto, encontraron en su pieza —una habitación color damasco con una cruz invertida dibujada en una pared— textos alusivos a Mauricio Morales, el anarquista que murió en 2009 cuando estalló la bomba casera fabricada con pólvora negra que cargaba cerca de la Escuela de Gendarmería.
- También descubrieron hojas con textos similares a los aparecidos en la revista Ajajema, donde se publicaron artículos con fotografías de bombas coincidentes con tres de los artefactos enviados entre 2017 y 2019. Fuentes ligadas al caso estimaron corresponderían a los borradores de los artículos que Gajardo habría publicado en ese medio.
- Además, encontraron fotocopias de la obra de Martín Gusinde, el sacerdote alemán que a principios del siglo XX viajó a Tierra del Fuego e investigó las vidas de las tribus selk’nam, kawésqar y yagán.
- No surgieron en el período de investigación antecedentes de viajes de Gajardo a la Patagonia que pudieran marcar un punto de inflexión en su interés por las culturas precolombinas del sur de Chile.
- En el dormitorio de Gajardo, quien trabajaba por temporadas en una hojalatería, encontraron también 90 tornillos autoperforantes, relojes análogos y otras piezas metálicas.
- Gajardo, de 1,65 de estatura y contextura delgada, era descrito por cercanos a la investigación como alguien reservado, sin pareja y que rara vez salía de noche.
Una intensa actividad online. “Tanu”, nombre de un espíritu Selk’nam, es el avatar que, de acuerdo con la investigación, Camilo Gajardo habría usado al participar de los foros y sitios online de la agrupación eco-terrorista Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS).
- Un grupo de ese nombre surgido en México hacía 2011 difunde su ideología en sitios de Internet y destaca las acciones realizadas en su nombre por el mundo.
- Cercanos al caso explicaron que esta fórmula alimenta el surgimiento de “lobos solitarios” que actúan influidos por esas ideas, pero que ejecutan acciones en forma autónoma.
- En los análisis de los computadores encontrados en la casa de Gajardo no se encontraron rastros de que el acusado hubiera publicado en esos sitios desde los dispositivos de su hogar.
- Cercanos al caso sostuvieron que en sitios abiertos de internet hay información detallada sobre fabricación de artefactos explosivos caseros.
Micro en vez de Metro. La carpeta de investigación consignó que los días de la instalación de los artefactos explosivos, Gajardo se desplazaba en micro y no en Metro por Santiago.
- Fuentes ligadas al caso dijeron que esto mostraría precaución por no dejar rastros, lo que se extendería a su reticencia a contar con cómplices.
- Por otra parte, la reconstrucción de los trayectos seguidos por el autor de los bombazos apuntaba a avenida Santa Rosa a la altura de Bajos de Mena, por lo que se fijó a esos barrios como zona prioritaria para su búsqueda. Esto dio frutos en 2019.
- El punto de partida de esa búsqueda fue una imagen de una cámara que lo captó tras dejar en Chilexpress el paquete enviado a Landerretche. Éste estalló el 13 de enero de 2017, en la casa de La Reina del entonces presidente de Codelco y militante socialista.
- Ese mes Landerretche dio una conferencia donde comentó la explosión que lo dejó con lesiones en el brazo, antebrazo y abdomen. “Creo que tuvimos suerte al final. La mayor parte de lo que ocurrió me pasó a mí y no a mi hija, ni a la señora Catalina, quien trabaja en mi casa”.
- Camilo Gajardo fue enviado a la Cárcel de Máxima Seguridad de Santiago. Quedó en una celda solo, contigua a la de Luis Núñez, el ex jugador de Universidad Católica entonces imputado por un homicidio ocurrido en La Legua, en 2018. Actualmente está condenado. El equipo de preferencia de Gajardo es Universidad de Chile. Era considerado un interno tranquilo.
El veredicto. Este viernes el Sexto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago lo declaró culpable de infracción a la ley de armas y explosivos por los atentados la casa de Landerretche y De Grange, caso en que la bomba no estalló. También lo consideró responsable de un atentado con un artefacto artesanal en un banco frente a la U. Católica Silva Henríquez, en abril de 2018, y otro en un paradero de Vicuña Mackenna con Bilbao, en enero de 2019.
- “Además del envío de un artefacto explosivo al expresidente de Codelco, en este hecho se condenó por homicidio frustrado y lesiones, las que afectaron a personas que estaban en dicha vivienda al momento de la explosión”, dijo el fiscal Alex Cortez. Lo mismo ocurrió en el caso del paradero de Vicuña Mackenna.
- Fue absuelto de otros 2 bombazos. La fiscalía pidió 170 años de cárcel para él. La sentencia se conocerá el 19 de octubre.