Perfil: María Elisa Quinteros, la doctora que encabezó la redacción del borrador y disolverá la Convención en su peor momento

Llegó a la Convención proveniente de organizaciones sociales. Se sumó al colectivo MSC, donde entabló buenas relaciones con el PC. Con su apoyo sucedió a Elisa Loncon en la fase de redacción del borrador. Su gestión estuvo cruzada por un cierto desdén a las encuestas y una visión de las comunicaciones enfocada en contrarrestar lo que calificó de desinformaciones. Su mayor debilidad: permitir y en algunos casos contribuir a polémicas como la ausencia de los expresidentes de la ceremonia final. En su primer día como presidenta ya se había mostrado contraria a que Piñera fuera al ex Congreso. Su mayor logro, coinciden convencionales, que se aprobara el texto en el plazo legal.

1. María Elisa Quinteros Cáceres, 40, nació en 1981 en Talca, en una familia ligada a la educación. Es hija del profesor de química Ariel Quinteros Provoste y de la profesora de filosofía, Patricia Cáceres Gajardo. Estudió odontología en la Universidad de Talca, e hizo un magíster y un doctorado en Salud Pública en la U. de Chile.
2. Postuló a la Convención Constitucional como independiente por el Distrito 17 del Maule, en un cupo de la Asamblea Popular por la Dignidad. Sobre esta decisión dijo en 2021 al sitio del Colegio de Dentistas que “no había pensado en ser constituyente, sino que algunas personas de las organizaciones me dijeron ‘María Elisa, nos faltan mujeres’, y así fue mi incorporación”. Fue elegida en mayo de 2021 con 12.495 votos, un 5,49% de las preferencias. Obtuvo la tercera mayoría en el distrito, tras Roberto Celedón (10,28%) y Bárbara Rebolledo (7,95%).
3. Fue uno de los 33 constituyentes que firmó en junio de 2021 una declaración que incluía pedir la liberación de los presos del 18-O. “Poner fin a la prisión política en Chile, liberando todas las y los presos de la revuelta y mapuche”, decía el texto, firmado también por miembros de la ex Lista del Pueblo y representantes de escaños reservados a pueblos originarios. En julio de ese año dijo en el hemiciclo: “El poder constituyente se expresó a través de la movilización social, que fue duramente reprimida vulnerando los Derechos Humanos. Es por esto que vemos que, actualmente, existe prisión política en Chile”.
4. El 5 de enero fue elegida para reemplazar a Elisa Loncon como presidenta de la Convención, en el período en que se redactaría el texto que ella misma entregará al Presidente Gabriel Boric este lunes. Éste llevará su firma y la del vicepresidente Gaspar Domínguez (Independientes No Neutrales).
5. Fue escogida en la novena votación realizada en el ex Congreso de Santiago. Obtuvo el respaldo del Partido Comunista (PC) en el oficialismo, que la consideró afín a su agenda transformadora, pero no del Colectivo Socialista ni del Frente Amplio (FA). Estos últimos dijeron que tenía su apoyo, pero que había ocurrido una descoordinación, episodio que derivó en cuestionamientos públicos del PC. Ya entonces Quinteros integraba el colectivo Movimientos Sociales Constituyentes (MSC).
6. Su elección se produjo tras una negociación de madrugada en el ex Congreso entre representantes de los pueblos originarios y organizaciones sociales. Alondra Carrillo (MSC) impulsó su candidatura, contaron conocedores de las tratativas. Esto derivó en una votación donde Quinteros logró el apoyo de 3 movimientos, contra uno que obtuvo la abogada Rosa Catrileo (escaño mapuche).
7. Ya en sus primeras intervenciones se mostró contraria a la presencia del entonces presidente Sebastián Piñera en la Convención, opinión que sería recordada a propósito de la marginación de los exmandatarios de la ceremonia de entrega del texto final este lunes 4. En un contacto con TVN en el patio del ex Congreso el 5 de enero por la noche fue consultada sobre su parecer sobre una eventual visita de Piñera. “Nosotros obedecemos a las demandas ciudadanas y no podemos olvidar que durante el estallido social hubo violaciones a los derechos humanos, las que no han sido del todo reconocidas por el Estado. Entonces, eso hace muy compleja la presencia del actual Presidente en este espacio”, dijo. Preguntaron lo de Piñera, se quejó ante los presentes al terminar la transmisión.
8. En esas mismas horas manifestó su preocupación por mejorar las comunicaciones en la Convención, uno de los flancos de la gestión de Elisa Loncon y Jaime Bassa. “Tenemos como desafío la bajada comunicacional. Cómo informamos a todo el país qué es lo que estamos haciendo. Yo creo que estamos al debe. Ya tenemos una secretaría comunicacional, tenemos que potenciarla, ver cómo llegamos, para que la gente esté deliberando ojalá en casa con nosotros”, dijo.
9. Su aproximación al tema estaría marcada por la hipótesis de que la Convención estaba bajo ataque desde distintos flancos. El 6 de marzo, en una entrevista en Mesa Central de T13 mencionó el proyecto “Odiómetro” de la Universidad Católica de Valparaíso que monitorea contenidos que circulan por la red. “Hay una campaña de la desinformación que lo vemos por ejemplo en este estudio que hizo la Universidad (Católica) de Valparaíso, que demostró que dentro de las redes sociales hay una intencionalidad hacia desacreditar el trabajo de la Convención”. Consultada sobre si creía en una campaña de descrédito, respondió que “en base a los resultados de este estudio, me parece que sí”. Una de las frases que repetiría más tarde en distintas intervenciones sería “infórmense por los canales oficiales”.
10. Citando su formación científica, Quinteros se ha mostrado escéptica de las encuestas que tienen a la Convención cerrando su trabajo con la peor evaluación desde el mes en que asumió. La Cadem del domingo 26 de junio mostró que un 51% de los entrevistados se mostraba partidario de rechazar el texto en el plebiscito del 4 de septiembre, contra un 33% que se inclinaba por esa opción el 28 de enero.
11. El 9 de abril, luego de que Cadem, Feedback y Pulso Ciudadano mostraran por primera vez un triunfo del “rechazo” sobre el “apruebo” en sus sondeos, dijo a Radio U. de Chile que “yo vengo del mundo de la salud y tenemos formas de investigar que son súper rigurosas, entonces, cuando está este mundo, sin querer hacer ningún comentario negativo a las encuestas que hay, igual hay que ver bien a quiénes representan. Hay un detalle de la metodología al que nadie hace alusión”. El 25 de abril dijo directamente a esa misma radio: “Nuestro trabajo no estamos desarrollándolo sobre la base de los números o de las encuestas para ser honesta, sino que sobre la base de la metodología que nos hemos otorgado”.
12. Su relación con el vicepresidente Domínguez fue cordial, pero incluyó algunas controversias públicas. “No es un pronunciamiento de la mesa”, dijo Quinteros el 25 de abril en el patio del ex Congreso, a propósito de las críticas que Domínguez había hecho al gobierno por el envío de un Proyecto de Ley para incorporar en la Constitución la inexpropiabilidad de los fondos de pensiones que pedía Chile Vamos. “Fue una impertinencia”, dijo Domínguez esos días frente al anuncio realizado por el Ejecutivo mientras se debatía el quinto retiro de fondos de pensiones en el Congreso. La frase de Quinteros fue leída por algunos convencionales como muestra de desavenencias con Domínguez, pese a que su relación es descrita como mejor a la que mantuvieron Elisa Loncon y Jaime Bassa.
13. Ambos mantienen diferencias políticas —en el pleno del 14 de febrero Quinteros votó en favor de reabrir el debate sobre el quorum de 2/3 de aprobación de normas que pedía el PC, mientras que Domínguez votó en contra— y de estilo: en la práctica, Domínguez asumió un mayor protagonismo en las vocerías y Quinteros en las relaciones institucionales.
14. La respuesta de ambos a los cuestionamientos por ese episodio fue grabar un video de 54 segundos, con música de fondo y tono humorístico, donde Quinteros dijo: “Lo único vicepresidente que tengo que confesar es que podría estar enojado (usted) por el robo hormiga de café que hago todos los días (desde su oficina)”. Domínguez replicó: “Y aunque tuviéramos diferencias, presidenta, es natural en democracia tener diferencias y es bueno poder arreglar(las) conversando”. El registro, publicado el 29 de abril, terminó con un abrazo.
15. Durante la tramitación de las normas también protagonizó encontrones con la Corte Suprema. El 25 de enero, la vocera de la Suprema, Ángela Vivanco, leyó un comunicado manifestando los reparos del máximo tribunal a la aprobación en la comisión de Sistemas de Justicia a una norma que establecía un límite de permanencia en sus cargos de 8 años para los jueces (con posibilidad de reelección) y 10 para los ministros de la Suprema. “En la regulación de la función jurisdiccional se ha expresado que integra la independencia de las juezas y jueces de instancia el principio de inamovilidad”, dijo. “Esta Convención Constituyente es autónoma y se van a dar los procesos de conversación y diálogo que se determine en cada comisión”, dijo Quinteros al día siguiente.
16. La tensión entre los organismos, sostuvieron convencionales, se descomprimió el 13 de mayo, cuando Quinteros y Domínguez cruzaron calle Compañía y se reunieron con 6 ministros de la Corte Suprema encabezados por su presidente, Juan Eduardo Fuentes, para conversar sobre las normas transitorias que marcarían el tránsito de la Constitución actual a la nueva, si se aprueba en el plebiscito del 4 de septiembre. Se trató de un encuentro cordial, dicen asistentes, aunque en éste la Suprema entregó un documento con duros comentarios sobre las propuestas de artículos transitorios.
17. Convencionales de escaños reservados destacaron el compromiso de Quinteros con la consulta indígena, que no era vinculante, independiente de su efecto concreto en las normas aprobadas. “Visualizo como temas importantes que debemos ver, el tema del financiamiento de la consulta indígena, tengo que aprender de aquí de la experiencia cómo destrabar eso. Si hay que tener conversaciones con el gobierno allá vamos a estar, si hay que tener conversaciones con Secretaría General de la Presidencia, vamos a agotar todos los recursos, todas las instancias para sacar adelante eso”, dijo tras asumir.
18. Quinteros fue uno de los 3 convencionales que el 16 de junio votó en contra de la presencia de los expresidentes en el acto del 4 de julio, día en que la mesa revirtió la decisión tomada la semana anterior, que había sido criticada desde distintos sectores. Los otros 2 votos en contra fueron de Natividad Llanquileo (Coordinadora Plurinacional) y Francisco Caamaño (Pueblo Constituyente). “Yo represento a un colectivo, tengo una posición política que es legítima, y con mi colectivo hemos resuelto que nos manteníamos en la postura inicial, que tiene que ver con el aforo y la invitación de autoridades en ejercicio”, dijo la presidenta, tras la reunión. “En ningún momento ha habido un veto”. La nueva decisión, sin embargo, llegó tarde: horas antes habían recibido la carta del expresidente Ricardo Lagos, diciendo: “Le rogaría que no considere mi nombre en la ceremonia”. A estos se sumarían luego los demás exmandatarios.
19. Este jueves encabezó la mesa en su última controversia. El convencional Hernán Larraín Matte (Evópoli) denunció un “acto abusivo y antirreglamentario” luego de que la directiva modificara una norma sobre consentimiento indígena sin la aprobación del pleno. Se cambió la frase “pueblos prexistentes al Estado” por “pueblos y naciones indígenas” en la norma que decía que “los pueblos y naciones preexistentes al Estado deberán ser consultados y otorgarán el consentimiento libre, previo e informado en aquellas materias o asuntos que les afecten en sus derechos”. La mesa respondió, en una declaración, que tenía atribuciones para corregir el texto para cumplir con el “principio de coherencia”. Participantes de la reunión sostuvieron que ni Quinteros ni Domínguez anticiparon el costo público que podría tener. “Cuando faltan 3 días para que termine este proceso, con los altos grados de sensibilidad que hay sobre la materia (…) a mí me parece que no fue pertinente”, dijo el convencional César Valenzuela (Colectivo Socialista).
20. En enero se mostró disponible a conversar con el Congreso una extensión del plazo de 9 meses prorrogable por otros 3 para redactar el texto constitucional —“si es para la participación, a mí me parece maravilloso”, dijo entonces—, pero luego de que la alternativa no concitara apoyos mayoritarios en el oficialismo, se abocó con el resto de la directiva a cumplir los plazos establecidos. Desde Chile Vamos hacia la izquierda sostienen que su mayor logro como presidenta fue encabezar la redacción de un borrador que —pese a sus controversias, momentos de caos e incierto resultado en el plebiscito— cumplió el plazo máximo de un año dado por la ley.