Provoste y Narváez están más preocupadas por mostrarse como líderes de la ascendencia bacheletista que de probar que son la mejor alternativa para ganarle a Boric en primera vuelta. En vez pavimentar el camino para enfrentar a la izquierda en la primera vuelta y pasar a la segunda ronda, las candidatas están enfrascadas en una batalla irrelevante por suceder a la antigua jefa. El gran beneficiado es Boric.
Un concurso peculiar. Las primarias de Unidad Constituyente se asimilan más a un concurso de “¿quién se parece más a Bachelet?” que a un proceso electoral para elegir a la carta presidencial más competitiva del sector. Para cualquiera que ha seguido los debates de la coalición lo anterior es evidente. Especialmente en los casos de Yasna Provoste y Paula Narváez, que proponen una retórica, un lenguaje, y un simbolismo fuertemente evocativo de la otrora presidenta.
El diagnóstico. Yasna Provoste y Paula Narváez están intentando revivir el modelo exitoso de la segunda candidatura presidencial de Bachelet. En particular, la idea de cambios estructurales urgentes, con un énfasis especial en transformaciones constitucionales irreversibles. Su diagnóstico es que si logran acoplar eso con sus historias políticas personales podrán convencer a la gente de que tienen oportunidades de ganar.
Sobrecompensación. El hecho de que las dos candidatas evocan a Bachelet es una señal inequívoca de la fatiga política por la cual pasa Unidad Constituyente. Que ambas candidatas representen elementos del pasado muestra que ninguno de los partidos de la alianza tiene cartas de recambio. En ese sentido, Provoste y Narváez son una sobrecompensación no solo de la falta de ideas, sino que también de la falta de liderazgos.
El avance por la izquierda. Cómo Unidad Constituyente pretende presentarse como una alternativa legítima en la primera vuelta es un misterio. Pues cualquiera sea la ganadora de la primaria tendrá que la dificil tarea de presentarse como una representante no solo de un nuevo Chile, sino que también como voz de la gente olvidada. Por los prontuarios políticos con el que cargan, será una tarea difícil si es que no imposible.
La primera vuelta. Por la falla de las encuestas en tiempos recientes, es difícil sino imposible saber quién va a ganar la primaria de Unidad Constituyente. La verdad es que puede ser cualquiera de las dos. Lo que sí es claro es que, en los márgenes, Provoste es una mejor candidata que Narváez para la primera vuelta. No solo por la ventaja que le da su historia política personal, sino que además por su nivel de conocimiento.
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