Al igual que Pepe Mujica, en la soledad de la cárcel Mandela empezó a comprender que el resentimiento es un veneno para sí mismo y que el odio a sus enemigos no ayuda a cambiar las cosas. Por el contrario, comprender a sus adversarios y saber ponerse en sus zapatos es lo que permite el diálogo y la construcción de las confianzas necesarias para llegar a acuerdos. Aprendió a vencer a sus adversarios sin deshonrarlos, a negociar con ellos sin situarse en un pedestal de superioridad moral.
Las palabras de Loncón. Consultada la presidenta de la Convención Constitucional Elisa Loncon acerca de si haría un llamado a “deponer las armas” en la Araucanía, sostuvo que ella no tenía el estándar de Nelson Mandela para solicitar algo así a los grupos armados que operan en el región.
La trayectoria de Mandela. Nunca fue un pacifista, al estilo Ghandi. De hecho, siendo joven lideró la fracción del Consejo Nacional Africano (CNA) que inició la lucha armada contra el Apartheid de modo que no es esa la lección que nos puede servir.
Asumir los riesgos de negociar. El punto es que ante esa evolución política de los gobernantes blancos, Mandela asumió los riesgos de sentarse a negociar –siendo todavía prisionero- defendiendo tanto la igualdad de los sudafricanos negros como la seguridad de los sudafricanos blancos.
José Coronado y Maribel Verdú se lucen en dos dramas/thrillers, uno policial y el otro político/familiar.
Los Fondos Generacionales enfrentan grandes desafíos de implementación. La complejidad aconseja un trabajo estrecho y mancomunado entre las autoridades, académicos y la industria para contribuir a una implementación exitosa.
La baja natalidad no es solo un dato estadístico: es un síntoma de una sociedad que ha hecho cada vez más difícil elegir ser madre. Urge repensar nuestras prioridades como sociedad y apostar por medidas que hagan de la crianza una opción viable, de lo contrario, la celebración del Día de la Madre va camino […]
Si llegan las viviendas y no llegan los servicios mínimos para dotar de vida de barrio, estamos frente a uno de nuestros mayores traumas; construir un nuevo Bajos de Mena, una nueva Parinacota u otra Villa Pucara, donde se repetirán los “Guatón Mutema” que correrán balas y serán príncipes de un Estado paralelo.
El Gobierno está perplejo e inmóvil. Mientras el presidente se encuentra en una gira internacional para construir puentes en un escenario global inestable, debe ocupar tiempo en abordar crisis nacionales (…) Seguimos observando una crisis ética-política, por lo tanto, se erosiona aún más la legitimidad escasa de la institucionalidad. Estamos al frente de una democracia […]