Entretelones: La controvertida gestión de Adriana Muñoz en la presidencia del Senado

El 16/03 culminará el período de la senadora PPD Adriana Muñoz como presidenta del Senado. En el Congreso no recuerdan en los últimos años una gestión cargada de tantas polémicas: su fallido proyecto de indulto a los reos del 18-O, que fue cuestionado por sus detractores por considerar delitos graves, el respaldo a iniciativas inconstitucionales y la seguidilla de conflictos con La Moneda. Todo aquello, según sus cercanos, resulta acorde con su perfil nítido de izquierda, que no atenuó por su rol institucional.

Trasfondo: Lo que en el oficialismo y parte de la oposición resienten en la gestión de Muñoz -quien será remplazada seguramente por Yasna Provoste (DC)- es que no habría tenido la prudencia con la que han solido operar anteriores presidentes del Senado, aún cuando sus cercanos recalcan que es legítimo que quien ejerce el cargo siga presentando sus proyectos y formulando opiniones políticas.

• Por ejemplo, en el Gobierno han reconocido que cuando Jaime Quintana (PPD) presidió en 2019, fue clave para facilitar acuerdos con La Moneda en pleno 18-O, pese a que antes era conocido por su perfil duro como autor de la retroexcavadora.
• Muñoz optó por que el cargo no fuese motivo para “esconder o atenuar” sus convicciones personales ni su marcado perfil de izquierda. Así lo transmitió durante sus controversias, cuentan cercanos. “Nunca ha sido políticamente correcta, lo que la lleva a veces a ser conflictiva”, reflexionan.
• Activa militante PS en plena dictadura, Muñoz ingresó al PPD cuando se fundó como partido instrumental para que los socialistas pudiesen presentar candidatos en 1989. Cuando ambos partidos se separaron, optó por el PPD.
• Aunque en la agenda Covid-19 y leyes de plebiscito seguro colaboró con la agenda del Ejecutivo, en otras se enfrentó con La Moneda e incluso con pares opositores.

Indultos a reos del 18-O y su visión de la primera línea: Firmó y defendió activamente un proyecto del senador Juan Ignacio Latorre (FA) para indultar a quienes cometieron delitos de orden público en las protestas, recibiendo críticas de sus pares opositores y siendo desmentida por la Corte Suprema en las cifras.

• Fundamentó que era inaceptable que 800 personas llevaran más de 1 año sin debido proceso. La Corte Suprema los cifró en 26 y la Fiscalía en 175.
• Los cuestionamientos apuntaron a que el proyecto avalaba la violencia al indultar de forma amplia y considerar delitos de mayor gravedad, como el homicidio frustrado. Saldría libre, por ejemplo, un autor confeso de la quema del Metro.
• Su proyecto dividió a la oposición. “Desvía del objetivo de buscar un entendimiento”, aseguró el DC Jorge Pizarro.
• Tampoco pasó inadvertida la visión que tuvo la segunda autoridad del país sobre la primera línea. “No sé si los jóvenes de la Primera Línea están en los actos vandálicos (…) Sé que esos jóvenes están en una movilización, que se enfrentan a carabineros y tiran piedras, pero no son los instigadores del vandalismo”.

La controversia por posnatal de emergencia: En junio, Muñoz presionó para el avance del proyecto para extender el posnatal durante el Covid-19, considerado inconstitucional por el Gobierno, e incluso senadores de oposición. Muñoz respaldó así otro intento de legislar materias de iniciativa exclusiva presidencial, en medio de una disputa por las facultades del Ejecutivo y el Congreso.

• “Prefiero cometer un sacrilegio con la Constitución que pasar por sobre una demanda urgente de las madres”, dijo Muñoz, pese a que la secretaría del Senado decía que era inadmisible. Senadores de oficialismo y oposición la acusaron de “poner en riesgo la institucionalidad” y de “populismo”.
• “Me ponen como chavista”, respondió Muñoz, reclamando que La Moneda no daba soluciones a las madres.

Dilación de proyectos con urgencia: No son pocas las veces que la senadora se ha opuesto a poner en tabla iniciativas a las que La Moneda pone urgencia, en medio del debate por el llamado “parlamentarismo de facto”.

1. Proyecto del Gobierno para el 10%: El 24/11, anunció que al día siguiente pondría en votación solo la reforma de la Cámara para el segundo retiro del 10% de las AFP, y que postergaría el proyecto de La Moneda, pese a que tenía discusión inmediata. La idea era apoyada por Guido Girardi (PPD). “No tengo por qué hacerle un favor al Gobierno”, explicaba Muñoz a senadores opositores que se molestaron, en medio de las negociaciones con La Moneda. El que se votaran ambos textos el mismo día -como había comprometido Muñoz la semana anterior- era clave para que prosperaran las negociaciones para frenar el proyecto de Pamela Jiles con una alternativa. Le advirtieron así a Muñoz que la Constitución la mandataba a respetar las urgencias, y finalmente lo puso en tabla.
2. Agenda de Seguridad: En enero respaldó que parlamentarios opositores no pusieran en tabla en comisiones algunas de esas iniciativas, aduciendo que la oposición tenía diferencias importantes con su contenido. El Gobierno tuvo que retirar las urgencias y formar una mesa de trabajo con el Senado.
3.  TPP-11: Se negó a poner en tabla el tratado comercial firmado por Michelle Bachelet, argumentando que no era prioritaria su discusión. No lo hará durante lo que resta de su gestión, y el Gobierno la acusó de “bloqueo ilegal”.

¿Desaire en La Moneda?: No pasó desapercibido cuando tras una reunión para abordar la crisis de La Araucanía en La Moneda, Muñoz quedó sola dando un punto de prensa, mientras el Presidente Piñera y las autoridades se retiraban.

• La oposición lo interpretó como un desaire. El Gobierno le explicó que se había tratado de una “descoordinación”, pero varios lo leyeron como una decisión de Piñera tendiente a evitar salir en TV junto a Muñoz mientras ella criticaba sus decisiones en la zona.

Su ascenso en el PPD: Durante la mayor parte de su carrera política guardó un perfil de baja figuración, pero silencioso y riguroso trabajo político que la llevó a ascender hasta convertirse en una de las dirigentes más apreciadas entre los distintas facciones internas del PPD.

• Fue electa diputada por Pudahuel en 1989, pero perdió su primera reelección.
• Pero la dirigencia la siguió respaldando. Para algunos, representaba “el espíritu PPD” de una izquierda moderna que instalaba nuevas banderas. En su caso, los temas de género, décadas antes de que se instalara el feminismo. Fue autora de la reforma constitucional para la igualdad de la mujer.
• Se trasladó a Coquimbo y allí fue electa diputada en 1997, respaldada por Víctor Manuel Rebolledo, diputado por otro distrito de la región. La relación luego se quebró, cuando se disputaron un cupo senatorial en 2013, con el que se quedó Muñoz. La apuesta era que Jorge Pizarro la superaría largamente, pero lo hizo por solo 2%.
• Con el tiempo se hizo cercana a Girardi, quien tiene una fuerte ascendencia en el partido y a cuyo sector se le asocia a la senadora hoy en el PPD.