Qué observar. España y Australia, los dos mayores productores de aceite de oliva del mundo, han enfrentado una crisis en su producción debido a la sequía de los últimos años. Esto ha obligado a las empresas a buscar nuevos mercados para satisfacer la demanda mundial.
Alza de precios. La consecuencia directa de estos mayores envíos ha significado un aumento en los precios del aceite de oliva en el mercado local. Un recorrido por las páginas web de los principales supermercados locales muestran que una botella de 500 ml se encuentra en $7.690 (Huasco), $ 8.490 (Kardámili) y $8.990 (Chef). El litro de aceite de oliva se vende en valores cercanos a los $15.990 (Olave) y $17.190 (Banquete). Varios de los envases de 5 litros aparecen agotados.
Otra mala señal para la economía: Venta de autos nuevos retrocede 10,5% en el primer semestre.https://t.co/b3BQYW7YrL
— Ex-Ante (@exantecl) July 3, 2024
El Bitcoin alcanzó un máximo histórico al superar los US$100.000, impulsado por factores regulatorios, institucionales y tecnológicos. Este activo intangible se ha consolidado en los mercados financieros globales. En Chile, su adquisición se hace a través de plataformas públicas y requiere cumplir con el pago de impuestos.
La fiscalización del comercio informal en Lo Barnechea no es exceso de celo, sino una medida necesaria para evitar una pendiente resbaladiza que normalice conductas indebidas.
El IPSA avanzó un 0,43%, cerrando en 6.660 puntos, con un volumen transado muy por encima del promedio reciente. Mallplaza destacó tras concluir la OPA en Perú, mientras el dólar bajó a $970 y el cobre retrocedió un 0,3%.
Una dura crítica a las trabas y la burocracia que enfrenta el sector salmonero en Chile, plantearon los principales ejecutivos del sector. El debate se dio en un seminario organizado por Deloitte y gremios salmoneros. En ese contexto, se reveló que durante el gobierno de Gabriel Boric solo 3 proyectos obtuvieron una aprobación ambiental en […]
A Chile se le presenta uno de los mayores desafíos de política exterior de las últimas décadas. No es el momento para embajadores de pacotilla o política exterior identitaria. El futuro del comercio exterior y la calidad de vida de nuestro país está en juego.