En julio de este año se promulgó la Ley de Deuda Consolidada, luego de más de 10 años de discusión en el Congreso. Corresponde ahora que la CMF publique la normativa aplicable, y vaya desarrollando los sistemas internos para que esta entre en vigencia el año 2026.
La evidencia internacional muestra que este tipo de avances tiene efectos positivos relevantes en el funcionamiento del mercado del crédito. En concreto, esta Ley tiene el potencial de generar un cambio sustancial en el acceso y personas y empresas de menor tamaño en Chile, y el endeudamiento prudente de los hogares.
Comencemos por el acceso. Reducir la asimetría de información que enfrentan las instituciones financieras al momento de otorgar un crédito es importante para que esta oferta sea adecuada. El historial de comportamiento de pago y la carga financiera actual son variables claves para reducir esta asimetría. Sin embargo, hasta la fecha la información con la cual contaban los distintos oferentes de crédito sobre estos dos aspectos era insuficiente.
Por un lado, el registro de deudores que manejaban la CMF era incompleto: sólo tenía información sobre los créditos otorgados por la banca, las cooperativas de mayor tamaño y algunos emisores de tarjetas de crédito. No estaban incluidos los créditos automotrices, los créditos hipotecarios otorgados por mutuarias, los créditos de las cajas y de muchas cooperativas, entre otros. De hecho, algunos oferentes usaban como argumento de venta de sus créditos el que no fuesen reportados al registro de la CMF.
¿Qué ocurre cuando no se conoce la deuda total de una familia o microempresa? El prestamista tiende a asumir que deudor se acerca al promedio de su grupo– lo que le lleva a sobreestimar la deuda de algunos y subestimar la de otros. De esta manera, algunas personas con poca deuda ven limitadas sus opciones o pagan tasas demasiado altas, mientras que a las endeudas más que el promedio se les termina generando una situación de endeudamiento excesivo.
Un fenómeno similar ocurre con el historial de pago. El sistema vigente de información tiene dos componentes. El registro de la CMF, que ya comenté, y el registro de deudores morosos que administra la Cámara de Comercio. El registro de deudores morosos es más amplio en su cobertura que el registro de la CMF, pero solo entrega información “negativa” sobre aquellas deudas que están morosas. El uso de información negativa lleva a que se confundan dos individuos: el que no ha tenido morosidad pues no han tenido deudas, y la que teniendo deudas las ha pagado oportunamente por años. Nuevamente, ausente buena información, los oferentes trabajan con promedios: tienden a prestar en exceso a algunos que no ha mostrado disciplina en el pago, mientras que a buen pagador no se le reconoce su historial.
La nueva ley soluciona ambos problemas. Crea una base que consolida (de ahí el nombre) toda la información de deudas, incorpora información positiva y negativa (el nivel de deuda y su pago), y crea un registro de la historia de pagos por 5 años. Con esta información un buen pagador puede “portar” su comportamiento de pago, y buscar mejores condiciones con su oferente actual o con otros – aumentado la competencia en el mercado financiero y mejorando el acceso al crédito.
Seguir mejorando el acceso al crédito es particularmente importante para las pequeñas empresas. Para muchas de estas, la ausencia de financiamiento sigue figurando como una de las restricciones más relevantes para su viabilidad y crecimiento (ver los Enterprise Surveys del Banco Mundial). Esto afecta no solo la capacidad de estas empresas de generar empleo, sino que tiene efectos agregados sobre la productividad, al limitar el potencial de reasignación de recursos hacia empresas más productivas e innovadoras. Esta mala asignación de recursos es parte de los motivos de la baja productividad en Chile (ver FMI 2024)
De hecho, el registro de deuda consolidada es un complemento al sistema de finanzas abiertas que crea la Ley Fintech. En un sistema de finanzas abiertas, las empresas pequeñas pueden elegir compartir con oferentes de crédito información detallada de distintos ámbitos de de su negocio, como por ejemplo sus movimientos de caja de los últimos años. Así, ambas fuentes de datos permitirán reducir las brechas de información, y por tanto tienen el potencial de mejorar la precisión y reducir el costo de la evolución crediticia que hacen los prestamistas.
¿Y qué ocurre con el uso responsable del crédito? Por el lado de las personas, tener todas las deudas y su situación de pago en un solo portal facilitará su gestión. La CMF ya ha avanzado mucho en hacer comprensible la información de deuda financiera a través del portal “Conoce tu Deuda”, que entrega la información de deuda de una manera clara, complementándola con diversos materiales educativos. Una vez en vigencia, la información adicional de la Ley de Deuda Consolida permitirá ampliar esta información, mostrado las deudas con diversos acreedores y agregado el historial de pagos de 5 años.
Finalmente, un registro de deuda consolidada será relevante para que las instituciones financieras puedan cumplir con el Art 28 de la Ley Fintech. Este artículo obliga a diversas instituciones financiera a ofrecer productos acordes a las “necesidades, expectativas y disposición al riesgo” de sus clientes. En el caso de deuda, el nivel de endeudamiento agregado y su comportamiento de pago son ambas dimensiones claves a la hora de determinar si una oferta de crédito es idónea.
Con todo, es importante desde ya que los diversos actores privados vayan analizando cómo pueden aprovechar esta información para mejorar su evaluación crediticia y la oferta de créditos. Para ello es valiosa la experiencia de nuestros países vecinos, que ya tienen implementados este tipo de registro hace años. De igual manera, es crucial que a la CMF se la vayan otorgando los recursos financieros para realizar los desarrollos tecnológicos y los mecanismos de supervisión necesarios para implementar este sistema de manera eficaz.
Con esta ley se abre una oportunidad muy relevante para mejorar nuestro mercado de deuda de personas y PYMES– es importante que sepamos aprovecharla.
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