Las intensas distancias cortas. ¿Quiere partir la lectura con una cuchillada? ¿Quiere recibir en la primera línea un golpe en el mentón? ¿Quiere que le arranquen el corazón con un puño? “Tres días antes de que muriera mi padre yo regaba las plantas de una amiga” es la primera línea de la nouvelle de Arelis Uribe LAS HERIDAS, dando comienzo a un relato que no conocerá descanso yendo y viniendo entre recuerdos con un retrato de la figura del padre que no tendrá concesiones.
Una pandemia que ha dado novelas estupendas, como la magistral POETA CHILENO de Alejandro Zambra (una negociación con la brevedad de sus anteriores entregas para crear un volumen contundente y hermoso) o UN VERDOR TERRIBLE de Benjamín Labatut (un texto “degenerado” en palabras del autor que no lo clasifica en género alguno permitiéndose un vuelo imaginativo insólito) o DAME PAN Y LLÁMAME PERRO de Nicolás Poblete (arriesgado material, profundo y duro) o UTERO (quizás lo mejor del prolífico Juan Mihovilovich en un gesto autoficcional de largo aliento) o CHINO de Antonio Ostornol (un relato emocionante sobre la orfandad y el jazz como tabla de salvación), entra por los palos Arelis Uribe a decir todo lo que tiene que decir y sentar jurisprudencia de que la autobiografía alcanza su mayor estatura; hay que leerla a la brevedad y releerla y subrayar sus líneas poderosas, tremendas, dolorosas, para sentir ese extraño goce de la narrativa de comprimirnos el alma.
García Márquez podrá tener una prosa más brillante y una imaginación con más fuegos de artificio, pero en términos de credibilidad, de mano a mano con la fatalidad y con la ironía artera de la vida, Vargas Llosa está en otra escala. Su superioridad es comprobable.
Como intelectual público, como ensayista, era posiblemente lo menos fanático que quepa imaginar. Pero sería miope negar que como novelista tenía una clara predilección por personajes desequilibrados y extremos.
Mario Vargas Llosa -cuya muerte fue anunciada por sus hijos Álvaro y Morgana- fue un escritor formidable. Es verdad que en los últimos años fue, más que un novelista, un intelectual público y un polemista. Es verdad también que sus mejores ficciones pertenecen a los años 60, 70 y 80. Nada de esto, sin embargo, […]
Proveniente del mundo obrero, Didier Eribon se pregunta en su ensayo biográfico Regreso a Reims qué fue lo que lo encumbró al más selecto circuito académico e intelectual europeo y por qué los trabajadores franceses, a partir de los años 90, le dieron la espalda al Partido Comunista para comenzar a votar, cada vez en […]
El historiador Joaquín Fermandois aborda la contingencia política. Dice que la clave es el eje orden igualdad, más la lucha contra el crimen. “No va a haber acuerdo parlamentario entre todas las derechas. Entonces va a ser muy difícil tener mayoría”, advierte.