Con altos y bajos, Ralph Fiennes y Russell Crowe nunca han perdido vigencia. Ahora coinciden en la cartelera con dos thrillers que tras sus fachadas elegantes destapan verdades oscuras y derivan en situaciones inesperadas.
Solo a un pequeño grupo de privilegiados del mundo se les podía convocar a la exclusiva isla de Hawthorne a una muy sofisticada (y carísima) cena. Al yate subirán una pareja de millonarios, una crítica gastronómica, un actor de cierta fama y su pareja, también actriz. En el muelle también esperan los más jóvenes del grupo: Tyler (Nicholas Hout) y Margot (Anya Taylor-Joy).
En la isla, que se divisa desde allí mismo, son recibidos por el ejército de cocineros y recepcionistas que comanda el chef Slowik (Ralph Fiennes). Slowik les anuncia que se trata de una cena de 4 horas y 25 minutos. Por cierto, hay reglas: esto no es restorán de comida rápida.
Aunque desde el comienzo se advierten ciertos elementos disruptivos e inquietantes y se instala un suspenso de tono bajo, lo siniestro empieza a abrirse paso muy de a poco. Slowik es más que un chef maniático y perfeccionista. Y sabe todo de sus comensales, a quienes le comenzarán a reventar sus secretos en la cara.
Pronto verán que eso es lo de menos. Que la exclusiva y bella isla es poco más que un campo de concentración y Slowik es un sicópata muy controlado. ¿Estará alguno de ellos en condicones de saber que “el oprimido debe exigir la libertad”?
Terror, violencia y misterio servidos cruel y finamente. El director es el creador de la muy elogiada serie Succession.
El Menú (The Menu)
Lo mejor que tiene esta película son los bellísimos ambientes en que se desarrolla: una gran galería de pintura, un suntuoso departamento vidriado que domina el mar, y desde donde se divisa el gran teatro de la ópera de Sydney, y la lujosa casona fuera de la ciudad, rodeada de grandes praderas, repleta de carísimas obras de arte.
Ambas le pertenecen a un magnate que se ha presentado, al comienzo del filme, a una chica que le pide su colaboración para un trabajo artístico digital. “Soy Jake Foley. Tengo 57 años. Soy apostador”.
No lo dice con orgullo. Aunque evidentemente, ser un jugador de póker lo ha convertido en un multimillonario. Pero el aspecto y el tono de Foley es sombrío. En el prólogo, lo conocimos de niño, nadando en los ríos con sus amigos, los mismos con los que luego se sentaba en alguna meseta con cartas a apostar
Actualmente viudo, con una pareja y con una hija, ha decidido reunir en su fastuosa y cuidadosamente diseñada casona fuera de la ciudad a esos antiguos amigos. A todos les ha ido bastante bien: uno es un Ministro de Estado, otro un escritor de fama mundial. No así a Michael (Liam Hemsworth) que, en todo caso, es quien menos tiene que ocultar
La cita es para un partida de póker. La apuesta es altísima. La bella y experimentada croupier (Elsa Pataky) abrirá la mesa. Entre recuerdos, risas y conversaciones se van destapando verdades incómodas. Y dos hechos irán ocurriendo en paralelo para confluir en ese lugar.
Aunque a R. Crowe le falta oficio como director, una vez que la historia arranca y se unen los cabos, la película logra tomar rumbo y se descubre la verdadera razón de la velada.
Entretenida.
Juego Perfecto (Poker Face)
Aunque los efectos digitales, al ojo de hoy, nos parezcan demasiado obvios, Gladiador seguirá siendo esa película que nos hizo amar a Russell Crowe.
Aquí el malvado es Joaquin Phoenix. Y aunque es un “peplum”, Ridley Scott hizo de esta historia una tragedia épica y emocionaste.
Máximo, general romano, es traicionado y su familia masacrada.
El autor: Comodo (hijo del emperador Marco Aurelio), un hombre corroído por la envidia, que se convertirá en un tirano cruel y sin escrúpulos.
Enviado a las galeras, Máximo terminará convertido en un gladiador. Pronto se convierte en el mejor y más temido luchador de todo el Imperio Romano y tarde o temprano se encontrará cara a cara con el Emperador que lo traicionó.
Gladiador (Gladiator)
Película acerca de la vida de John Forbes Nash, quien llega a Princeton con media beca para realizar sus estudios de postgrado. Allí se evidencia su amor obsesivo por las matemáticas y su nula habilidad social.
Ignoraba que padecía una esquizofrenia paranoide. Nash creía que todo en la vida se podía solucionar con las matemáticas.
Una Mente Brillante (A Beautiful Mind)
Uno de los mejores neo-noir de fines del siglo XX, femme-fatale incluida. Ambientada en los años 50 en Los Ángeles.
La historia gira en torno a tres policías con muy distintas maneras de enfrentarse al crimen que azota a la ciudad, que poco y nada siguen las órdenes de la jefatura.
Se relacionan de lleno con el intrincado mundo del hampa y la mafia, con el peligro que ello implica. Son personajes que se mueven en el filo de la ley y de la ética. ¡Muy buena!
Los Angeles al Desnudo (L.A. Confidential)
Comedia negra setentera. Los Angeles, 1977. En pantalla se despliegan colores y tonos característicos, fiestas desbocadas y extravagantes, la música, hippies protestando al sol, la polución asomándose.
En la trama central, dos industrias: una, brillando y en primer plano, la automotriz; la otra, opaca, en las sombras, pero igualmente rentable, la pornográfica. A su modo chapucero, Halley y March cruzan esta ciudad que parece a punto de explotar entre los excesos, la corrupción, los crímenes y unos cuantos seres curiosos pululando.
La cordura, sensatez y sagacidad la ponen un personaje ¡indispensable!: Holly (Angourie Rice), la hija de 13 años de March. Entre humor físico, hilarantes gags, situaciones jocosas y un guion cargado de significados se va develando un misterio, cuyo trasfondo destila un sutil toque de amargo y desesperanza, tan propio del cinema noir (todo un gesto volver a reunir a Basinger y Crowe tras la magnífica Los Angeles al desnudo).
Boogie nights aparece en la memoria y hasta ese brazo quebrado de Gosling recuerda a la gloriosa Chinatown.
Dos Tipos Peligrosos (The Nice Guys)
Basada en la serie de novelas del escritor inglés Patrick O’Brian que narra las aventuras del capitán de la Armada Británica Jack Aubrey y su amigo, el doctor Stephen Maturin.
Ubicada en la época de las guerras Napoleónicas, la nave de Aubrey, el Surprise, es atacada por un enemigo superior. Con el barco muy dañado y gran cantidad de heridos entre la tripulación, el capitán se debate entre cumplir con su deber o con su amistad, mientras inicia una persecución de alto riesgo para capturar a su enemigo, a través de dos océanos.
Capitán de Mar y Tierra (Master and Commander: The Far Side of the World)
Primera Guerra Mundial. Un granjero australiano, después de perder a su esposa, viaja hasta Turquía, tras la Batalla de Gallipoli, para buscar a sus tres hijos, todos declarados, años atrás. desaparecidos en combate.
Durante su búsqueda entabla relación con una mujer turca, propietaria del hotel en el que se hospeda. Aferrado a la esperanza y con ayuda de un oficial turco, el granjero emprende un viaje a través del país para intentar descubrir la verdad acerca del destino de sus hijos.
Promesa de Vida (The Water Diviner)
¿Qué impulsó a Darren Aronofsky a filmar una película como NOÉ, cruce extraño entre El Señor de los Anillos, ecologismo precristiano y telenovela llorosa?
El mismo realizador de películas íntimas, con personajes que se codean con la crueldad y la autodestrucción, arma aquí un blockbuster épico y millonario, con grandes escenarios abiertos, cientos de extras, naturaleza por todas partes, seres más mitológicos que bíblicos y pases de magia (que no milagros), con batallas, malos y buenos.
El diluvio -lo mejor de la película, visualmente- aparece ya transcurrida 1 hora y 15 de metraje. Hay quienes han encontrado mérito en la reversión de Noé como un hombre conflictuado, duro y sin piedad por momentos, y hasta colérico.
Noé
No hay una historia que describa mejor lo que es la misericordia y la redención que Los Miserables, ese clásico de Victor Hugo que ha tenido innumerables montajes en teatro, musicales y cine.
A diferencia de otras versiones fílmicas, esta de Tom Hooper es un musical de principio a fin. Para bien o para mal.
Para bien, porque si algo hizo bien Hooper (El discurso del rey) es armar un casting lleno de secundarios que son cantantes profesionales, más que estrellas de cine, a la vez que obtiene grandes resultados en lo lírico con aquellos actores que sí lo son y que tienen en sus manos los roles principales. ¿Y para mal…? Bueno, que un musical se trata de todo el mundo cantando a cada rato. Es decir: si a usted no le gustan los musicales, más bien que no la vea.
Esto está más cerca de un musical de Broadway que de una producción de Hollywood
Los Miserables (Les Misérables)
Cal McCaffrey es un periodista de Washington DC, cuyo olfato le lleva a investigar los misteriosos asesinatos de algunas de las figuras más prometedoras de la política y de la gran empresa.
Cal es amigo a un congresista de futuro brillante, a quien su partido presentará como candidato a la presidencia. Desgraciadamente, su jefa en el diario, lo manda a investigar el brutal asesinato de la ayudante y amante del político.
Mientras sigue la pista del asesino con la ayuda de su compañera Della, da con un encubrimiento que amenaza con hacer temblar las estructuras del poder.
Los Secretos del Poder (State of Play)
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