Ambos tienen a su haber películas altamente olvidablles (y para qué las vamos a recordar aquí). Juntos han trabajado en filmes como El Maestro del Dinero (2016), dirigidos por Jodie Foster. Incluso Clooney dirigió a Julia Roberts en Confesiones de una mente peligrosa (2002) donde él también actuaba.
Pero donde se lucieron fue en la saga Ocean’s Eleven (remake del filme de 1960) a cargo de Steven Soderbergh (que a su vez dirigió a Clooney en Un Romance peligroso, con Jennifer López). Por eso, en 2022 los reunieron en Pasaje al Paraíso, que se estrenó la semana pasada. Porque ella, a sus 54 y él a sus 61, no han perdido ni un ápice de su atractivo (si me apuran, opino que están mejor que nunca).
Este lunes 26, Martes 27 y Miércoles 28 es el Día del Cine (LOS días. en este caso): las entradas, en las salas tradicionales (2D, 3D, cines independientes), costarán $1.500, y en las de formatos especiales, (tipo iMax) $3.000.
Esta película, que está hecha para pasar un rato agradable, es perfecta para esos días. No necesita una pantalla especial porque es la clásica comedia romántica, algo vintage y más o menos predecible. Y está bien: ¿qué es una comedia romántica sin un happy end, lo que sea que éste fuere?
Pasaje al Paraíso tiene, naturalmente, el gran mérito de volver a reunir a estas dos grandes figuras, que saben improvisar diálogos y entenderse en la pantalla. Si por separado son rutilantes, juntos conforman una dupla explosiva. Y hace 20 años que Julia Roberts no protagonizaba un filme del género que mejor se le da: la comedia romántica.
Georgia (J. Roberts) y David (G. Clooney) están divorciados hace dos décadas. Y así de lejos están muy bien. Pero se reencuentran cuando su hija Gede decide casarse intempestivamente: ha conocido en Bali a un recolector de algas y se han enamorado de manera fulminante.
Georgia y David tendrán muchas diferencias pero en lo que sí están de acuerdo es en que la niña de sus ojos está por cometer un error —el mismo que ellos cometieron— y se ponen de acuerdo para urdir un plan que impida esta ¡catástrofe! Bellos parajes, Julia Roberts luciendo un vestuario espectacular, Clooney en lo suyo.
¡No pidamos más!
PASAJE AL PARAÍSO
Por el placer de contemplar a George, Brad, Matt, Julia y los otros. Si bien hay un romance de fondo, estas películas exceden largamente el calificativo de comedia romántica. Aquí se mezclan magistralmente los géneros de acción, suspenso, intriga. Todo ello, obvio, mezclado con romance y humor.
Básicamente son ¡muy entretenidas! y con un elenco ¡envidiable!
1. LA GRAN ESTAFA (En HBO Max. Para arrendar y comprar Apple TV y Google Play)
Cuando George Clooney y Brad Pitt se juntaron para dar vida al remake de La gran estafa (Ocean’s eleven), no sólo terminaron haciendo una película muy atractiva y taquillera sino que además lo pasaron tan bien (lo han declarado a los cuatro vientos, con innegable sinceridad) que era obvio que venía la segunda parte, con Julia Roberts y todo. Y luego la tercera.
Esta, la primera, es así: Danny Ocean (G. Clooney) es un ladrón que 24 horas después de salir de la cárcel, selecciona a once de los más avezados delincuentes del mundo para dar el golpe más sofisticado de la historia: robar 150 millones de dólares de tres casinos de Las Vegas.
El detalle es que éstos son propiedad de Terry Benedict (Andy García). Y Terry sale con Tess (Julia Roberts), la ex esposa de Ocean, a quien Danny quiere reconquistar.
Ocean’s Eleven
Tres años después del audaz atraco en el que Danny Ocean y su equipo consiguieron los 167 millones en Las Vegas, se ve obligado a reunir de nuevo a su cuadrilla ante la amenaza del poderoso Terry, razonablemente furioso tras ser desvalijado por el team.
Los ladrones tendrán que dar varios golpes para poder saldar esa deuda y sus intereses. Una mujer policía les sigue la pista, aunque ella estuvo involucrada con uno de los miembros del grupo y hasta lo ayudó a huir de un importante robo.
Ocean’s Twelve
Willy Bank (Al Pacino) ha mandado a la clínica con un infarto casi fatal al viejo Reuben (Elliott Gould), cuando en su cara y con total desparpajo le espeta que lo ha hecho a un lado del negocio que habían trabajado juntos —un nuevo gran hotel casino en Las Vegas— porque sencillamente le estorba.
La venganza a tamaña traición contra el viejo Reuben reúne nuevamente a la pandilla, que incluso forja una alianza con su enemigo de las películas anteriores, Terry Benedict (Andy García), para llevar a cabo un certero plan que destroce financieramente a Bank.
El apoyo de Benedict tiene su precio, claro: él quiere los diamantes que se ha ganado Bank por su excelencia como hotelero. La comodidad y feeling que evidencian en escena Clooney y Pitt es parte del agrado de la película y la velocidad de sus diálogos es un acierto de guión.
Con el par de actores más cool de la industria circulando por ahí, una está bien dispuesta a que le cuenten cualquier enredo más o menos confuso e incluso dejar pasar muchos cabos sueltos. Por lo demás, de eso se trata esta clase de películas.
Claro que Ahora son 13 es un auténtico paquete de virutilla: no intenten deshilvanarlo porque al final de cuentas el ejercicio no le revelará ninguna verdad luminosa.
Está divertida, está entretenida y, sobre todo, George, Brad y los otros siguen estando harto bien.
Ocean’s thirteen.
Amada por la crítica, la última película del gran Paul Thomas Anderson, Licorice Pizza, brilló en la temporada de premios 2022. La más atípica de las comedias románticas llegó al streaming.
Con ella encabezo una lista de otras más clásicas (pero ¡inolvidables!) películas de este subgénero.
LICORICE PIZZA (En Prime Video)
A partir de anécdotas de la vida real de sus protagonistas (ambos debutantes en el cine), de amigos personales y de numerosos personajes conocidos, Paul Thomas Anderson hilvana una refrescante y singular historia ambientada en los años ’70 en el Valle de San Fernando, California.
La película tiene más de comedia que de romántica, aunque todo gira en torno al encuentro y desencuentro constante de Gary y Alana.
Porque hay mucha soltura, humor y un aire fresco en este relato donde pueden ocurrir las situaciones más impensadas.
Siempre en un tono grácil, desenfadado, los protagonistas van inventándose la vida y haciendo frente a lo que venga, aunque sea conseguir bencina para un gigantesco camión en la peor crisis de abastecimiento que se ha vivido en el mundo.
Un travelling, recurso que será una constante en el filme, sigue los pasos de Alana (Alana Haim) desde los ojos embobados de Gary (Cooper Hoffman, hijo del fallecido Philip Seymour Hoffman). Están en el patio del colegio de Gary, a donde Alana ha ido como productora de las fotos del fin de año escolar. Él tiene 15, ella, 25.
Con sus evidentes diferencias —no solo de edades— ambos resultan ser dos “emprendedores” natos. De estas ocurrencias surgen los mejores momentos de una película plagada de divertidas situaciones cotidianas.
En la pantalla entran y salen familiares, amistades, curiosos personajes, en un ir y venir que no se detiene. Como Jon Peters (Bradley Cooper), personaje real, ex peluquero y productor de cine, que efectivamente fue pareja de Barbra Streissand durante más de una década.
Si Licorice Pizza es la historia del primer amor, también es el registro de esa etapa en que se deja muy atrás la infancia y la primera adolescencia. Todo desde una mirada optimista, simple, placentera. La banda sonora no tiene desperdicio.
(Licorice Pizza es el nombre de una tienda de discos).
LICORICE PIZZA
Esta ha de ser una de las películas que más veces ha sido vista, una y otra vez, por un amplio espectro de público que se volvió fan.
Es la comedia romántica perfecta, llena de humor, de giros impensados, personajes entrañables y divertidos y de lugares encantadores.
William (Hugh Grant), tranquilo propietario de una pequeña librería de viajes en el popular barrio londinense de Notting Hill, conoce un día por casualidad a la famosa Anna Scott (Julia Roberts), la estrella más rutilante del firmamento cinematográfico actual. Desde el momento en que la actriz entra en su tienda, la vida de William empezará a cambiar.
Lo mejor: la pandilla de amigos de William y su inefable roomate, Spike (Rhys Ifans).
Datos: La puerta azul de la película está ubicada en la calle Westbourne Park 280 y el departamento llegó a ser avaluado en más de 7 millones de libras. La librería tenía otro nombre antes del éxito película, pero luego fue acondicionada para quedar como lucia en el filme y el nombre se cambió a “The Notting Hill Bookstore”.
Un lugar llamado Notting Hill
Escrita y dirigida por Amy Heckerling, llegó a los cines en 1995 y se convirtió en un fenómeno en buena parte por la colección de vestuario de la protagonista, la banda sonora y, por cierto, el humor que la atraviesa de principio a fin.
La película está inspirada en la novela “Emma”, de Jane Austen.
En esta versión moderna y noventera, Emma se llama Cher y en vez de aristócrata inglesa es una joven alegre, sin problemas y que se lo pasa muy bien, hija de un rico empresario californiano. En vez de hacer de casamentera entre su institutriz y el Sr. Weston, como en la novela, logra que dos profesores se enamoren con el fin de que estén de mejor humor a la hora de poner notas (¡!). Este es uno de los mejores roles de Alicia Silverstone, quien tuvo una promisoria carrera que de pronto se apagó.
El galán: Paul Rudd, que en ese entonces no se soñaba con que entraría al MCU (Universo Cinemático Marvel) como El Hombre Hormiga. Rudd también está en la serie de comedia Only Murders in the Building (Star +).
NI IDEA (Clueless)
En esta espléndida comedia británica Hugh Grant se nos reveló —para bien o para mal— como EL actor perfecto para este subgénero.
Parte de la pandilla que conforma esta película reaparece en Notting Hill.
Este grupo de inseparables amigos, todos solteros, lo conforman Charles (H. Grant), su insólita hermana, Tom, Gareth, Matthew (John Hannah) y Fiona (Kristin Scott Thomas). Como lo dice su título, el relato sigue a esta trouppe que asiste a 4 bodas y un (inesperado y estremecedor) funeral.
En la primera de ellas, Charles es el padrino. Y allí conoce a una encantadora y guapa norteamericana, Carrie (Andy MacDowell), de quien queda fatalmente prendado.
Rowan Atkinson (Mr Bean) tiene a su cargo una secuencia ¡desopilante!
CUATRO BODAS Y UN FUNERAL ( Four Weddings and a Funeral)
Seductora, fina, intrigante, bella, encantadoramente fría y astuta como nadie, Lady Susan Vernon es un personaje fascinante.
Esta viuda alegre, que mueve los hilos sin fallar puntada, es la protagonista de Amor y Amistad , que surgió de la pluma de una muy joven Jane Austen. Se trata de una novela (editada póstumamente con otro nombre) que reúne tres cuadernos que la autora de “Sensatez y sentimientos” comenzó a escribir cuando aún no cumplía los 14 años.
Basándose en estos textos, el director y guionista neoyorkino Whit Stillman dio vida a esta chispeante y vertiginosa comedia de enredos, construida a base de esos diálogos oblicuos que no tienen desperdicio y que en este caso se suceden de una escena a otra.
La película irrumpe cuando Lady Susan (¡magistral Kate Beckinsale!) está abandonando, algo precipitadamente, la residencia de sus anfitriones, Lord y Lady Manwaring, tras haber flechado al primero y dejado con pataleta a la segunda.
Es 1790. El escándalo ha llegado a Londres y sus alrededores, cosa que no hace la menor mella en nuestra protagonista, quien, con dulzura, su mejor cara de “yo no fui” y su endiablado manejo del lenguaje dará una mañosa versión de los hechos.
Lady Susan, quien ha enviado a su joven hija Federica interna a un colegio, llega a instalarse al castillo de su cuñado Charles Vernon y su mujer Catherine, en Churchill. Sus planes son casar a Federica con Sir James Martin (Tom Bennett), un sujeto de tan pocas luces que llega a arrancar carcajadas.
Entretanto, Reginald, el joven y encantador hermano de Catherine, heredero de la familia, se aparece por Churchill y, para terror de los dueños de casa, es rotundamente seducido por Susan. Pronto irrumpirá Federica, quien ha decidido escaparse del colegio a donde ha sido enviada.
Al final de cuentas, como en todas las novelas de Jane Austen, Susan es una mujer que -sistema de mayorazgo mediante- debe encontrar a alguien que la mantenga (a ella y/o a su hija). Solo que si en sus otras protagonistas todo es dignidad —Elizabeth (Keira Knightley, Orgullo y prejuicio)—, resignación —Elinor (Emma Thompson, Sensatez y sentimientos)— y suspiros, en Susan el asunto es algo así como una divertida partida de ajedrez sobre la que va sobre seguro o una entretenida tarde de caza donde ella es la elegante depredadora.
Aquí, Austen se muestra más desenfadada y graciosa que romántica.
Stillman, en un humor alineado con el que propone la autora, no desperdicia metraje en montar escenas para dar a conocer a sus personajes secundarios: los pone en pantalla con sus nombres y uno o dos datos o características que los define (lo que puede ser una simple palabra, como “guapo”, junto al actor posando con la actitud de tal). Otro tanto hace con palacetes, castillos y mansiones.
El resultado es una película ágil, inteligente y divertida, de 1 hora y media, que uno se repetiría enseguida por puro gusto.
Amor y Amistad (Love and Friendship)
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