A los 56 años falleció Alfonso Swett Opazo, empresario y ex presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), tras luchar contra un cáncer diagnosticado en 2022. Su legado abarca una destacada trayectoria gremial y empresarial, combinada con reflexiones profundas sobre el país.
Qué sucedió. Alfonso Swett Opazo, empresario, dirigente gremial y ex presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), falleció a los 56 años tras enfrentar un cáncer diagnosticado en 2022.
- Ingeniero Comercial de la Universidad Católica de Chile y MBA de la Universidad de Duke, desarrolló una destacada trayectoria en el ámbito empresarial y gremial, marcando su legado con su participación en directorios de empresas, foros internacionales y organizaciones que impulsaron el desarrollo de políticas públicas.
- Su liderazgo, compromiso y visión dejaron una huella imborrable en el sector empresarial y en quienes lo conocieron.
Trayectoria profesional y gremial. A lo largo de su carrera, Swett combinó su participación en directorios empresariales con un fuerte compromiso por aportar al desarrollo de políticas públicas, destacándose como un líder multifacético en el ámbito gremial y empresarial.
- Presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) entre 2018 y 2020, liderando discusiones sobre políticas públicas y el fortalecimiento del diálogo entre el sector público y privado.
- Miembro de la Junta Ejecutiva de Negocios de la Organización para la OCDE y del Business and Industry Advisory Council (BIAC) de la misma organización.
- Director de empresas como Forus, Olivos del Sur, Elecmetal e Inmobiliaria Costanera
- Participó activamente en foros internacionales, siendo miembro del Consejo Asesor Empresarial de APEC (ABAC), donde representó los intereses empresariales chilenos.
- Fue vicepresidente de la SOFOFA, presidente del Consejo Asesor Externo Nacional de CLAPES UC, y ocupó cargos relevantes en organizaciones como Chile Valora, Ayuda a la Iglesia que Sufre , e Icare. Además, formó parte del Fondo de Reserva Financiera de la PUC y consejero del Consejo Asesor de la Facultad de Economía y Administración.
Un dirigente multifacético. Su carrera abarcó múltiples ámbitos, incluyendo la academia como ex profesor de Ingeniería Comercial en su alma mater y la participación en instancias internacionales y nacionales relacionadas con la economía y las políticas públicas. Fue además inventor, con una patente registrada en Estados Unidos, y participante del programa de innovación de Singularity University.
- Ricardo Mewes, actual presidente de la CPC, destacó la inmensa calidad humana de Swett y su vocación de servicio público. “Alfonso vivió la vida con intensidad, siempre comprometido con la búsqueda del bien común”, señaló.
- Asegura que Swett dejó un legado que combina innovación, servicio público y compromiso social, siendo recordado como un defensor de valores fundamentales y un constructor de puentes entre sectores diversos para mejorar la vida de las personas. Su partida deja un vacío, pero también una huella imborrable en el desarrollo de Chile.
- Desde Sofofa, el gremio presidido por Rosario Navarro, y en el que Swett fue vicepresidente, señalaron que “Alfonso dedicó su vida al servicio del desarrollo empresarial y del país, siempre promoviendo el diálogo y la colaboración público-privada. Su legado perdura no solo en las organizaciones que lideró, sino también en los innumerables empresarios y trabajadores que se siguen inspirando en su ejemplo de liderazgo comprometido y la capacidad de tender puentes con distintos mundos”.
- Uno de sus más cercanos, el ex ministro de Hacienda Felipe Larraín, expresó que Swett “fue un ser excepcional, de una gran generosidad dedicando muchísimo tiempo a causas nobles. Como presidente de la CPC, le tocó un período muy duro luego del estallido y en el período de la pandemia, donde trabajó mucho por apoyar a la recuperación del país, y ayudar a las personas y a las PYME, de las cuales fue asesor”.
- La ex presidenta de la CUT y secretaria general del PC, Bárbara Figueroa, aseguró -en su cuenta de X- que Swett estaba “siempre disponible, de manera muy fraterna y genuina, a construir un diálogo sin asimetría, con altura de miras y gran respeto a la diferencia”.
- El ex ministro de Hacienda, Ignacio Briones, escribió que fue “un empresario y líder gremial lleno de energía; jugado y siempre motivado por aportar. Bellísima persona y amigo”.
- El ministro de Hacienda, Mario Marcel, valoró el rol que Swett ejerció en distintos momentos de coyuntura nacional: “En lo personal, en muchas oportunidades conversé con él y pude conocer su visión de los retos del país y su actitud constructiva para buscar soluciones a los problemas y desafíos de Chile. Le correspondió presidir la Confederación de la Producción y el Comercio durante la época del estallido social, frente a lo cual lideró la reflexión sobre las causas profundas del descontento y la búsqueda de espacios de diálogo y cooperación para mejorar la calidad de vida y la inclusión”.
- José Pakomio, presidente de la CNC, manifestó que “Swett fue un hombre profundamente dialogante y abierto a escuchar diversas opiniones. Su trabajo trascendió el ámbito empresarial, dejando una huella imborrable”.
- José Manuel Mena, presidente de la ABIF, manifestó que “el fallecimiento de Alfonso marca una pérdida importante para el mundo empresarial y gremial en Chile. Durante su presidencia en la CPC trabajó con dedicación por el desarrollo nacional, impulsando el diálogo y los consensos en momentos clave”.
Su visión el empresariado. En una de sus últimas entrevista a El Mercurio, Swett destacó que hoy “veo un sector empresarial tremendamente jugado por Chile, lo veo, lo siento, lo escucho y lo converso. Yo no veo a empresarios que hayan salido arrancando de Chile, no los veo”.
- Consultado por la fuerte salida de capitales señaló que “los capitales, obviamente, tienen que buscar la mejor relación retorno /riesgo. Pero lo que veo de empresarios a los que conozco me llena de orgullo al ver lo comprometidos que están con Chile, con sus trabajadores, con sus empresas. Yo tengo amigos de otros países, países más complejos, donde los empresarios se fueron físicamente, se transformaron en rentistas. Acá los empresarios siguen trabajando duro en sus empresas acá en Chile, en momentos difíciles. Yo me siento muy orgulloso del sector empresarial chileno”.
- En 2023, Swett recibió el Premio a la Trayectoria Ingeniería Comercial 2022 de la Pontificia Universidad Católica, destacando su contribución al sector empresarial y gremial.
Sus decisiones. Fue su padre, el empresario Alfonso Swett Saavedra, quien a los 18 años lo convenció de estudiar ingeniería comercial “en un momento de mucha confusión” como señalaría en la entrevista citada. Sus opciones eran entrar al seminario o estudiar Filosofía o Teología. En la universidad, fue clave el rol de su profesor de Contabilidad I, Julio Gálvez, que lo motivó con la carrera.
- En cuarto año, conoció al economista y exministro de Hacienda, Felipe Larraín, profesor de Macroeconomía II. “Te diría que partió siendo profesor, un Amigo, después un maestro y hoy lo defino como un hermano mayor. Parte muy importante de este premio (de la trayectoria PUC) se lo debo a él”.
- “Cuando fui candidato al centro de alumnos, lejos, el profesor que más se interesó y con quien más conversé fue Felipe, él me llevó a trabajar con Sebastián Piñera, que fue mi primer jefe y me formó profesionalmente con mucha generosidad y cariño, lo que no dejaré nunca de reconocer y agradecer tanto privadamente como públicamente”.
- Ya avanzados los años 90, su padre le pidió que se incorporara al grupo empresarial Costanera, que maneja las inversiones de su familia.
Su reflexión del estallido. Durante su liderazgo en la CPC, Swett enfrentó el complejo contexto del estallido social en 2019, una experiencia que marcó profundamente su visión sobre el país:
- “En 2018, en la CPC, me llené de esperanza al ver que sí se podía reconstruir confianzas y de bien público y sin renunciar a nuestras convicciones como sector. Sin embargo, el 2019 sentí que había llegado tarde y que las esperanzas del 2018 se habían quemado con las llamas del estallido social, porque en realidad tuvimos 3 estallidos.
- Un estallido terrorista ideológico que quemó el Metro, atentó contra nuestra infraestructura crítica. Quemó e hizo sacrilegios en nuestras iglesias y quemó parte de nuestras empresas y puestos de trabajos de miles de trabajadores.
- Un segundo estallido social, un estallido social delictual que saqueaba, robaba y abusaba. Estos dos estallidos se camuflaron debajo de un real estallido social. Luego se justificaron y se siguen justificando hasta hoy bajo el verdadero y profundo estallido social.
- Me quiero referir al estallido social que fue, quizás el único y el que más pude entender, donde la rabia y la frustración se expresó masivamente. Acá hubo mucho aprendizaje que no podemos olvidar, la indiferencia de lo que vive el otro. El no escuchar con oídos grandes y corazón abierto es la perfección de nuestra soberbia. Si la causa del estallido social fue la rabia producto de la indiferencia y la soberbia, la solución definitiva, aún pendiente, será de mirar al otro no para servirse de él sino para servirle. Es solo este amor el que nos permitirá superar las diferencias hacia el otro y superar la soberbia. En definitiva, no partir por el yo y mis intereses, sino por el otro y sus necesidades”.
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