Por qué la IA está envenenándose a sí misma y el jaque a toda la fuerza laboral del planeta

Una nueva sección de Tecnología y Futuro de Ex-Ante da cuenta de los inmensos avances que en un futuro muy próximo cambiaran —entre otros ámbitos— la economía, las empresas, la vida cotidiana, la salud y la cultura a nivel mundial. Está sección está basada en una alianza con BOMA, red global que acompaña a líderes empresariales a abordar exitosamente los cambios tecnológicos, sociales y culturales. Los siguientes artículos muestran cómo la IA está envenenándose a sí misma al no poder distinguir entre datos reales y los generados por ella misma, la urgencia de encontrar un material reciclable para parar los residuos de las aspas eólicas en desuso y el papel de los gobiernos para revertir la brecha de conocimientos en la fuerza laboral, generada por la rápida evolución de los mercados y la tecnología.

La paradoja de la IA: su contenido es su peor enemigo

“OpenAI genera alrededor de 100 mil millones de palabras por día”, dijo en febrero Sam Altman, director ejecutivo de esa compañía. Una cifra que aunque increíble es el germen de un problema que amenaza a las propias compañías de inteligencia artificial: para entrenar sus modelos, necesitan textos, imágenes y videos de internet, pero hoy muchas de las fuentes más relevantes han limitado el uso de sus datos.

Uso de datos. A medida que la IA genera más datos y los generados por humanos se vuelven menos accesibles, es probable que estas herramientas “procesen parte de su propio contenido”, lo que podría contaminar sus resultados, según The New York Times.

• A mayor cantidad de datos de alta calidad (de sitios públicos, academia, prensa, etc.), la IA tiene mejores resultados.
• “Los modelos de IA colapsan cuando se entrenan en datos generados recursivamente”, señala una investigación reciente en Nature.

Lo real y lo ficticio. Las 100 mil millones de palabras diarias mencionadas por Altman incluyen desde comentarios de restaurantes hasta artículos de prensa, pasando por perfiles en redes sociales, muchos de los cuales contienen errores o son engañosos.

• NewsGuard, un sitio que rastrea información falsa en internet, identificó 1.065 sitios web de noticias e información no confiable generada por IA.
• Estos datos se mezclan con información verídica y, actualmente, no hay métodos infalibles para diferenciarlos.
• Esto dificulta que los usuarios distingan entre lo real y lo ficticio, y provoca que la IA se entrene con datos contaminados.

Evidencia científica: El problema no es solo la calidad. Cuando la IA se entrena con su propia producción, se reduce significativamente la diversidad de los datos, lo que puede limitar el rango de resultados y alejarlos de los datos originales y confiables.

• “El modelo se envenena con su propia proyección de la realidad”, dice la investigación en Nature.
• Un equipo de la Universidad de Rice alimentó una IA con sus propios resultados; tras varias iteraciones, las imágenes de las manos terminan apareciendo con hasta 8 dedos o con solo 2. Esto, extrapolado a los hechos históricos, puede tener consecuencias desastrosas.

Lo que viene. Según The New York Times, las empresas de IA son conscientes de este problema y ya han comenzado a implementar medidas.

• OpenAI y Google han llegado a acuerdo algunos sitios web para utilizar sus datos.
• Además, están trabajando en una “marca de agua”, es decir, en una señal que quede como identificador en los resultados de la IA para el contenido generado por ella misma.

La fuerza laboral está en riesgo de quedar obsoleta

La mitad de la fuerza laboral en el mundo necesita mejorar sus habilidades para seguir siendo relevante en el mercado. El dato es del World Economic Forum (WEF), que advierte que para 2030 se prevé que esta cifra alcance el 90%. Más aún, dice que si no se aborda lo que llama “la crisis mundial de habilidades”, podría producirse una pérdida del PIB global de hasta 15 billones de dólares de aquí al 2030. ¿Cómo enfrentar la situación? Los gobiernos pueden resolver esta crisis, asegura el WEF, y les da tres fórmulas para hacerlo.

El diagnóstico: La rápida evolución de los mercados y la tecnología ha generado una brecha en las habilidades de los trabajadores.

• Los programas corporativos llegan al 30% de los trabajadores de las pequeñas empresas y de la economía informal.
• Las instituciones académicas no están preparadas para absorber a millones de personas que vuelven a estudiar y ofrecen programas desconectados y largos.
• La educación en línea es de accesibilidad limitada.

¿La estrategia? “Descubrimos que la causa fundamental de estos retos del mercado es la falta de coordinación”, publica en su página el World Economic Forum. Y propone tres caminos para que los gobiernos pueden resolver el problema.

Plataformas digitales abierta: Crear plataformas digitales que reúnan a todos los actores involucrados: postulantes, empleadores y proveedores de capacitación.

• Esto permitiría a las personas encontrar trabajos y programas de formación, y a los empleadores, identificar el talento adecuado.

Incentivar el aprendizaje continuo: Las personas tienden a invertir en su formación hasta los veintitantos años, pero para la longevidad profesional, empleabilidad y calidad de vida, es imprescindible el aprendizaje y desarrollo permanente.

• Los gobiernos pueden ofrecer políticas de permisos pagados para tomar capacitaciones (en Alemania se puede acceder a cinco días de licencia anual remunerada para recibir formación).

• También pueden ofrecer incentivos, como exenciones fiscales vinculadas al gasto en formación y desarrollo.

Fomentar la empleabilidad y habilidades de emprendimiento: La brecha en habilidades de empleabilidad y empresariales es crítica en el panorama laboral actual.

• Los programas de capacitación en habilidades específicas, junto con orientación profesional, son fundamentales.

Aspas eólicas reciclables: el urgente desafío de la energía limpia

La vida útil de una aspa eólica es de aproximadamente 20 años. Después de eso, son cortadas en pedazos de 12 metros (miden 36 metros y medio) y enterradas en “cementerios de turbinas eólicas” en Wyoming, Iowa y Dakota del Sur. En Estados Unidos, los residuos de esta energía baja en emisiones de carbono están convirtiéndose en un problema difícil de abordar. A menos que funcione el proyecto del Laboratorio Nacional de Energías Renovables de ese país: desarrollar aspas de material vegetal reciclable.

• El nuevo material está hecho de azúcar extraída de la madera, restos de plantas, aceite de cocina usado y residuos agrícolas.
• Las aspas convencionales son una combinación de fibra de vidrio y plástico.

El proyecto. Uno de los requisitos de cualquier nuevo material para construir aspas eólicas es que se ajuste a los moldes y condiciones de producción y almacenamiento existente de las aspas tradicionales. Los costos que implicaría cambiar parte o toda esa cadena serían demasiado altos para la industria.

• Este material está diseñado para eso, “los fabricantes debieran, simplemente, usarlo”, dijo la investigadora Robynne Murray a The New York Times.
• Se puede reciclar sumergiéndolo en metanol a una temperatura de más de 220 grados Celsius.
• En una primera etapa, se construyó un prototipo de 9 metros que “cumplió con los requisitos de fabricación y soportó el estrés mejor que las sustancias tradicionales”, dijeron los investigadores.

Un problema inminente. Según publica NYT, se espera que para 2050 se generen más de 43 millones de toneladas de residuos de aspas de turbinas a nivel mundial, lo que lo que triplica el total de residuos que Nueva York produce en un año.

• Alemania, Austria, Finlandia y Países Bajos son algunos de los países que han prohibido el depósito de aspas en sus vertederos.

Lo que viene. El siguiente desafío para los investigadores es crear un aspa a escala real y someterla a pruebas para comprobar su viabilidad. Este avance podría significar un paso importante hacia la sostenibilidad en la industria de la energía eólica. Y una pieza clave en la estrategia de Chile de liderar en Hidrógeno Verde usando masivamente turbinas eólicas”.

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