La pelea no es solo por una candidatura: Es una lucha por el alma, la hegemonía y el relato de lo que significa gobernar desde la izquierda en Chile en el siglo XXI. Y, en esa pelea, el PC ya ha mostrado que está dispuesto a jugar con toda su fuerza para dejar a Tohá y lo que representa fuera de juego. ¿Su mejor candidata? Jeannette Jara.
Cuesta arriba. Finalmente pasó lo que tenía que pasar. Carolina Tohá se fue del ministerio y Bachelet, después de tener a todo el mundo en ascuas, se bajó. Hasta acá todo normal.
- Sin embargo, lo que resulta sorprendente es la frialdad e indiferencia con que el resto de la izquierda reaccionó ante su candidatura. No produjo algarabía ni una seguidilla de apoyos espontáneos.
- Salvo el PPD, los demás le bajaron el perfil o destacaron sus debilidades y abogaron por unas primarias competitivas. El PS, a su vez, volvió a reivindicar su voluntad de tener un candidato propio.
- Son muchos los que creen que el ideal sería un abanderado que no haya sido del corazón del gobierno, como Tomás Vodanovic o Claudio Orrego. En síntesis, alguien que pueda llenar el vacío que deja Bachelet.
- La expresidenta tampoco le entregó su apoyo, lo que es natural toda vez que ella es militante socialista. Lo que deja a Tohá solo como una pre-candidata del partido más débil del socialismo democrático.
- Así las cosas, la batalla por quién será el abanderado oficialista se perfila como un enfrentamiento entre los distintos partidos y su resultado es totalmente impredecible.
El PC, su principal adversario. Es posible que al final el PS tenga que cambiar de opinión y termine apoyando a Tohá, consciente de que sin su maquinaria electoral ella no puede salir victoriosa.
- Lo que convierte al PC en su principal adversario, que ya está poniendo en marcha una estrategia para disputarle la elección. No es solo de una disputa electoral, sino de una batalla ideológica.
- Para el PC lo fundamental no es la presidencia. No les interesa ser parte de un nuevo gobierno, que, como éste, se tenga que comportar como socialdemócrata. Hay que asegurarse que la hegemonía de la izquierda no quede en manos de una izquierda nostálgica de la Concertación.
- Los comunistas no olvidan como el Socialismo Democrático terminó votando por Boric en la primaria para derrotar a Daniel Jadue, que era el favorito indiscutido.
- La mirada que del PC es compartida por la mayoría del Frente Amplio. Buena parte de su electorado podría terminar votando en la primaria por la candidata del PC; aun cuando apoyen, por imposición de Boric, “oficialmente” a Carolina Tohá.
- La relación entre Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático nunca ha sido cómoda. Los comunistas han resentido la influencia de Tohá y su sector: los ven como una amenaza a su aspiración de convertirse en el eje rector de la izquierda.
- La exministra ha sido una piedra en el zapato para la izquierda más dura. En casi todos los debates sobre seguridad pública, el PC y el FA han tenido una postura disidente.
El as bajo la manga. La apuesta comunista es doble: por un lado, erosionar la imagen de Tohá en las bases del oficialismo, y por otro, consolidar una candidatura alternativa para disputar las primarias.
- A través de sus voceros y medios afines, están instalando que Tohá representa un continuismo con tintes neoliberales. Se le acusa de haber pactado demasiado con la derecha en seguridad, de haber protegido los intereses empresariales y no haber impulsado reformas estructurales en el gobierno.
- El PC tiene un “as” bajo la manga, una candidata que podría ser muy competitiva: la ministra del Trabajo, Jeannette Jara. Es una mujer con gran carisma y capacidad de gestión, que logró sacar adelante la reforma de pensiones. Su éxito le ha dado legitimidad tanto en el PC como en sectores más amplios de la izquierda y la sociedad.
- El contraste con Tohá es evidente. Mientras la ministra del trabajo ha logrado aprobar reformas que pondrán dinero en bolsillo de los jubilados, Tohá quedó atrapada en la crisis de seguridad que cada día cobra más víctimas, una realidad que ningún listado de leyes aprobadas puede relegar a un segundo plano.
- La aprobación de la reforma de pensiones permitió a Jara posicionarse como una lideresa que cumple los compromisos del gobierno. Tohá, en cambio, ha sido blanco constante de críticas por no lograr avances sustantivos en materia de orden público.
Lucha por el alma de la izquierda. Otro factor en contra de Tohá en una primaria es la fragmentación del voto de centro izquierda. Mientras el PC apoyará sin fisuras a su candidata, el Socialismo Democrático y el progresismo más moderado se verán obligados a dividir su respaldo entre varias opciones. Esa dispersión le daría una ventaja estratégica a la candidatura del PC.
- Los comunistas cuentan con maquinaria territorial, influencia en el movimiento estudiantil y capacidad de articulación con sindicatos y organizaciones sociales, algo bien crucial en una primaria. Si el PC logra imponer su hegemonía, la izquierda chilena se desplazará aún más hacia una postura radicalizada, con una agenda más confrontacional y menos inclinada a los acuerdos.
- Poco importa que el precio sea perder la elección, porque todos sabemos que una candidata comunista, por muy aventajada que sea, tiene muy pocas posibilidades de triunfar. Tal vez les resulte más atractivo liderar la oposición a un gobierno de derechas que heredará enormes estrecheces presupuestarias.
- En definitiva, la pelea no es solo por una candidatura: Es una lucha por el alma, por la hegemonía y por el relato de lo que significa gobernar desde la izquierda en Chile en el siglo XXI. Y, en esa pelea, el PC ya ha mostrado que está dispuesto a jugar con toda su fuerza para dejar a Tohá y lo que ella representa fuera de juego.
Para más columnas, clic aquí.