Con motivo de la discusión de la reforma de pensiones se ha propuesto la idea de licitar una proporción de la cartera de afiliados existentes, o “licitación del stock”. Esta propuesta no sube pensiones, al contrario, tiene una serie de riesgos y defectos que apuntan a la dirección opuesta.
Hay cierto consenso. Para mejorar las pensiones, se requiere subir la tasa de cotización, fomentar el ahorro, modernizar la regulación del régimen de inversiones, ampliar la cobertura a todos los trabajadores independientes formales e incentivar la cotización de los informales, entre otras acciones. Ninguno de ellas se vincula a la licitación propuesta.
El tema es complejo, pero intentaremos simplificarlo. La licitación de afiliados, por ejemplo 10% cada año, o el 20% cada dos años que se está proponiendo ahora, implica que ese mismo porcentaje de la cartera de activos o, en simple, de los instrumentos financieros que las AFPs tienen en el Fondo de Pensiones que administran, deba ser transferido entre la administradora que pierde a su afiliado y la que lo recibe. Estos traspasos no son algo baladí.
Algunos dirán que se pueden traspasar los títulos, pero no es tan así, porque las carteras de inversión no son idénticas —las AFP no son un commodity. La AFP receptora puede tener un sobre stock de algún título específico, o el análisis de crédito o de gobierno corporativo de esa empresa podría no ser el mismo que hizo la Administradora receptora.
Imaginen el traspaso de cuotas de un fondo de capital privado o de inversiones inmobiliarias en algún lugar de Asia. ¿Habrá hecho la revisión de debida diligencia el gestor que recibe las cuotas?
Siguiendo en el mismo terreno de las inversiones si, por alguna razón, en el futuro, para evitar los estragos de estos impactos, se decidiera que todo se invirtiera fuera del país —como los fondos soberanos— el proceso no estaría exento de fricciones, costos transaccionales, riesgos operativos y otros desafíos.
Todos los efectos de este mecanismo se traducen en una menor competencia entre los inversores; en inversiones más líquidas y con menor retorno; en mayores costos de transacción; y, lo peor de todo, en impactos en los retornos de sus carteras y, por lo tanto, en un retorno anual que sería menor. Estudios dicen que 2 puntos porcentuales menos, implican una pensión un 40%-50% menor.
Por otra parte, el impacto en la profundidad de los mercados locales podría implicar un mayor premio por riesgo exigido en las tasas de interés, que afectaría el acceso a crédito de las personas, a las empresas locales, e implicaría también un mayor costo de financiamiento para el fisco (un incremento en 50 puntos base, serían unos US$600 millones de dólares al año en intereses adicionales, equivalente a 3 millones de PGU).
Por último, si miramos más allá de las inversiones y nos enfocamos en nuestro preciado principio de la libertad de elegir, vemos que acá se anula por completo o se sustituye por el silencio administrativo.
Cuesta entender por qué establecer un mecanismo que no mejora pensiones, no modifica el comportamiento del afiliado, suprime la innovación, comoditiza el servicio, baja rentabilidades, suprime la libertad de elección y se transforma en una barrera de entrada artificial dada la inestabilidad de la cartera de clientes.
Para más contenido After Office, clic aquí.
Opinión | “El Gobierno del Presidente Boric culmina el 11 de marzo de 2026. La jugada debe ser en cuanto a la obtención de mejores datos para de verdad subir las pensiones haciéndose cargo de las causas, pero en ningún caso, una votación apresurada”.
— Ex-Ante (@exantecl) July 4, 2024
La victoria de Donald Trump en la elección presidencial de Estados Unidos inyectó expectativas de políticas favorables a las empresas, lo que generó entusiasmo en los mercados, con los inversionistas viendo el sesgo proempresa del presidente electo como un impulso positivo.
Donald Trump aseguró la presidencia y mayoría legislativa en EE. UU., avanzando en su plan de recortes impositivos y aranceles proteccionistas, políticas que buscan dinamizar el consumo y sostener la industria nacional. Sin embargo, el reto será manejar la inflación y el alza en tasas.
Una jornada que refleja el nerviosismo global frente a las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Y mientras Wall Street muestra un leve repunte en sus índices, el IPSA en Chile ha registrado un descenso de 1,60%, cerrando en 6.524,21 puntos, afectado por la cautela de los inversionistas locales y las expectativas de desaceleración económica.
Luego del entusiasmo demócrata cuando emerge Kamala Harris, la que logra no solo recaudar más fondos que los republicanos, sino que también pasar a la delantera en las encuestas versus Trump, las predicciones han cerrado la brecha y nos encontramos en un virtual empate, donde hay que considerar además el margen de error. Las apuestas, […]
Con el Imacec de septiembre en cero y una revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento del Gobierno y economistas, Jorge Quiroz dice que el país enfrenta una “decadencia económica” alimentada por regulaciones excesivas y falta de incentivo para la innovación. Sostiene que sólo un cambio radical en la política económica podría revertir […]