En el libro de Robert Harris pasean todos los delirios nazis que en los años ochenta le sirvieron a una partida de estafadores para clavar a coleccionistas, fanáticos y, sobre todo, a expertos, periodistas y empresarios de las comunicaciones, que querían haberse topado con la exclusiva del siglo: los diarios de Hitler.
Los diarios perdidos de Hitler. El título no es exacto en términos de novedad, porque el libro del que hablaremos hoy tiene 35 saludables años. Pero al menos no es un título de mentira, como la increíble historia que cuenta. Por Vender a Hitler (424 páginas, Es Pop Ediciones, 2020) se pasean todos los delirios nazis que en los años ochenta le sirvieron a una partida de estafadores para clavar a coleccionistas, fanáticos y, sobre todo, a expertos, periodistas y empresarios de las comunicaciones, que querían haberse topado con la exclusiva del siglo: los diarios perdidos de Hitler, que se creían destruidos junto a un cargamento de documentos privados del dictador que viajaban en un avión que se estrelló en abril de 1945.
Las teorías de la conspiración. Este mes se publica otro libro sobre mentiras, nazis y medios: Hitler y las teorías de la conspiración. El Tercer Reich y la imaginación paranoide, de Richard J. Evans (Crítica, 2021, 320 páginas), uno de los grandes expertos en la dictadura nazi, autor de la contundente y necesaria Trilogía sobre el Tercer Reich (compuesta por La llegada del Tercer Reich; El Tercer Reich en el poder y El Tercer Reich en guerra) y que participó como perito en el célebre juicio por difamación que el historiador David Irving entabló contra Deborah Lipstadt cuando ella lo calificó de negacionista. Evans define Hitler y las teorías de la conspiración como “un libro de historia, pero es un libro de historia dirigido a la era de la ‘posverdad’ y los ‘hechos alternativos’: un libro para los agitados tiempos de nuestro presente”.
Es decir, que las mentiras nunca son verdaderas.
Para poder discernir cuándo estamos frente a propaganda y cuándo frente al ejercicio de la libertad de expresión, el Servel ha interpretado que en caso de que ésta se contrate o sea pagada, es propaganda, sino, libertad de expresión. A mi juicio es una interpretación bastante reducida.
Son muchos los motivos de desazón frente al proyecto de la Convención, pero el más inquietante es la plurinacionalidad, pues constituye el germen de la división de Chile. Es, además, un injerto tomado de la Constitución boliviana. Cómo las cosas no pasan casualmente, ahora se entiende el papel de Elisa Loncón, que anunció la refundación […]
“Es probable que la mayoría de los convencionales entienda por democracia poco más que la voz del más fuerte y que, por tanto, lo verdaderamente “democrático” esté siempre supeditado a su propia concepción de la vida social y política. De ser así, me temo que estarían caminando peligrosamente por la cornisa de la arrogancia; esa […]
Se ha hecho evidente que el problema no es sólo Siches. A poco andar, a los errores de la ministra del Interior se sumaron los traspiés de Jeanette Vega y su vuelta de carnero luego de su improvisado comentario en relación a los presos políticos, y la contumacia de Jackson de condicionar la viabilidad del […]
Hasta ahora, Karamanos no ha admitido su rol en la puesta en marcha del plan, pero tampoco lo ha negado. Su comunicado emitido vía Twitter no dice nada de eso. Ahora bien, solo por deducción lógica, es evidente que sí estaba al tanto, que sí estuvo involucrada, y que no fue un error administrativo, como […]