El 15 y 24 de abril, Fiscalía tomó declaración a Leonarda Villalobos, imputada por delitos tributarios en el caso Audios. En ambas ocasiones entregó detalles de la indagatoria que comenzó tras la filtración del audio de una reunión de junio de 2023 con Luis Hermosilla y Daniel Sauer. Además, se refirió a los presuntos pagos recibidos desde los Sauer y Rodrigo Topelberg y su relación con los Jalaff. Aquí extractos de su testimonio.
La confesión. “Muchas veces mentí, pero a diferencia de mis jefes, mis mentiras no tuvieron nunca un objetivo ilícito. Quise que los socios creyeran que yo era más diligente, y mejor contactada frente a otros abogados prestigiosos de la plaza. Quería ganarme algún puesto dentro de esta organización, para lo que muchas veces presumí de tener ‘contactos de buen nivel’ que realmente no manejaba”.
“STF no les daba la información”. “Alberto Sauer (…) había insinuado que yo entraría por disposición de él al directorio de STF, lo que para mí era absolutamente un sueño. Decían que el año anterior STF había sido la ‘mejor corredora de Santiago’, entonces cómo no iba ser un honor estar ahí”.
- “Estaba realmente emocionada de lograr ‘ser considerada’ en este mundo tan selecto, y más aún cuando me piden colaborar con Luis Hermosilla, diciéndome que él había pedido trabajar conmigo, en razón de lo obsesiva que era y por lo dispuesta al trabajo (…). Me sentí orgullosa y valorada”.
- “Empecé motivada, pero eso paulatinamente fue disminuyendo, mientras conocía el proceso interno de STF. Fui conociendo las solicitudes del regulador, que era básicamente información, la cual no era entregada o se enviaba parcialmente”.
Reunión con Hermosilla y Sauer. “Hermosilla no se manejaba en lo técnico, no obstante, estaba interesado en la información de las empresas de Jalaff, que eran clientes suyos”.
- “Nunca pensé que iba a comenzar a emitir una cantidad de información que yo no conocía ni me esperaba, haciendo aspaviento de un cúmulo de datos y opiniones que yo sentía no debía conocer (…). Esto excedía mi propósito inicial”.
- “A Sauer le nombraba empresas a quienes había facturado, se mofaba, no lo tomaba en serio. Mencioné una serie de elementos falsos para que reaccionaran, como supuestas facturas al restaurante del padre de Luis Hermosilla, para que diera alguna respuesta. Y nada”.
- “Daniel no tenía real conocimiento de las empresas que se estaban usando para emitir facturas, no podía distinguir las reales de las que no lo eran, pero blufeaba aparentando tener un conocimiento que no tenía. Si lo intimidaba en la reunión, en frente de Hermosilla, me iba a tomar en serio, iba a tener mis inversiones de vuelta, cuestión que no sucedió”.
- “A esta altura, me había quedado claro que Factop era en su mayoría factorización de facturas ideológicamente falsas, lo cual podía terminar en una investigación penal”.
Factor Topelberg. “Quería grabar a Sauer para encararlo con la información que tenía, y darle cuenta a Rodrigo Topelberg que estaba siendo víctima de una estafa, que se estaban apropiando de sus bienes y ahorros familiares”.
- “Estaba convencida de que Topelberg no entendía lo que realmente sucedía en Factop y lo que podía suceder si STF seguía suspendida. Hoy creo que me equivoqué en mi percepción inicial”.
- “Topelberg siempre jugó ese papel de víctima. Al igual que los demás socios, me manipularon sin darme la información real, ni transparentarme lo que estaban dispuestos a hacer para lograr su objetivo. Nunca fui realmente considerada ni incluida en sus planes”.
- “Me llama la atención que la UAF no activó las alertas sobre las operaciones de dinero de Topelberg hacia sus sociedades familiares y las relacionadas con STF, como Inversiones Das”.
Pagos de Topelberg y Sauer. “Se ha producido una confusión respecto a un supuesto pago recibido de Topelberg, puesto que tanto Rodrigo como Daniel lo mencionan en sus declaraciones y pareciera existir contradicciones entre ellos. Existieron dos pagos por la misma suma, pero con distintas causas y distintos objetivos”.
- “Larraín Vial mantenía una línea de crédito en favor de Factop, que comenzó en mil millones de pesos y que con el tiempo, el crecimiento y la aparente solvencia que la empresa tenía subió a tres mil millones de pesos (…). Me solicitaron que me hiciera cargo de regularizar esta situación, pagando todas las deudas existentes”.
- “Le solicité a los Sauer y a Topelberg la provisión de dinero necesaria para la celebración de los convenios. Eran cerca de $37 millones aproximadamente, los que se necesitaba para pagar la primera cuota de los convenios por contribuciones atrasadas”.
- “Daniel Sauer solicitó que todos aportaran y Topelberg transfirió 5 millones de pesos a Factop y desde ahí se transfirió a Steuern. El mismo día se hicieron una serie de transferencias por montos menores, que sumaban los 37 millones. Con esto efectivamente pagué la primera cuota de los convenios y se comenzó la regularización de las deudas”.
- “La segunda situación tiene que ver con un encargo personal que me hizo Rodrigo Topelberg para que realizara la regularización del avalúo fiscal de uno de sus inmuebles (…). Esto lo realicé en la oficina del Servicio de Impuestos Internos de Vitacura. Se acompañaron los planos de construcción y los planos de circulación eléctrica y el monto que yo cobré por concepto honorarios fue de $5.000.000, que me pagó directamente Rodrigo Topelberg a mí, a través de un cheque”.
- “Con estos $5 millones pagué el colegio de los hijos de Adrián Fuentes (ex asesor del ministerio de Hacienda, contratado por Villalobos) directamente desde mi cuenta corriente”.
Dinero en efectivo. “He reconocido expresamente cada hecho que pudiese revestir características de delito desde el principio de esta investigación, nunca oculté el traspaso de dineros a los dos funcionarios que han sido formalizados, puesto que el hecho de mantener siempre la convicción de estar actuando dentro de la ley fue lo que me llevaba a solicitar dineros por vía de transferencia y depositar dineros por vía de transferencia”.
- “Jamás recibí dineros en efectivo de ningún miembro de Factop, de STF, de los hermanos Jalaff ni de ningún otro funcionario, representante o trabajador de estos”.
- “Jamás recibí un peso por gestiones para los hermanos Jalaff, y si Marcelo Medina [gerente de los Jalaff] hubiese solicitado a alguno de ellos dicha cantidad, sólo utilizó mi nombre para estafar a sus jefes, por cuanto jamás me contactó para entregarme dinero”.
“Gerente en las sombras”. “STF y Luis Flores no entregaban la información a la CMF (…). Flores no entendía que debía desligarse de STF para mejorar las relaciones con la CMF, porque lo veían como un incumplidor que no daba información”.
- “Luis Flores siguió siendo un ‘gerente general en las sombras’: hacía reuniones con el personal de STF a espalda de Alejandro Ávila, incluso a éste lo dejaban solo en la oficina, mientras Luis Flores hacia reuniones en su casa con todos los colaboradores”.
- “Luis Flores siempre actuó conscientemente y con total conocimiento de entorpecer sistemáticamente la relación con la CMF”.
Gestiones para Munir Hazbún. “Munir me iba encargando más y más cosas para regularizar sus empresas, porque había muchas cosas que se habían hecho en forma desordenada, hubo que hacer actualizaciones de cambios societarios, multas impagas tanto laborales como tributarias, convenios de contribuciones hechos a mi nombre de empresas de Munir”.
- “Le propusieron entrar a la sociedad Syner (…), pero esa empresa tenía muchas deudas con proveedores y TGR. Parte del acuerdo de entrada de Munir según me comentó, era (…) sanear dicha sociedad de sus deudas (…). Mi participación en relación a Syner fue bastante simple: de propia iniciativa le pregunté a Renato Robles cuánto debía Syner, y él me dice que existe un producto que se llama convenio full“.
- “Me encargué de todos los pasos previos para este convenio. Estas gestiones estaban consideradas dentro de los honorarios pactados previamente con Munir. Canalicé toda la información, le pedí a Munir la provisión de los fondos, informé a Munir que iba todo caminando”.
- “Terminado el proceso, le dije a Munir que faltaba un millón y medio de pesos por pagar y que se lo mandaría a Renato Robles, funcionario que yo le hice cree a Munir se encargaba de estos pagos, lo que no era real, ya que esta empresa no estaba en su cartera ni gestionaba convenios full y no podría haber gestionado nada”.
- “Le dije que este dinero correspondía al pago de un saldo de un reajuste. Munir se enfureció en un principio porque pensaba tenía todo listo, alegó un poco, le dije que era norma, que ocurría porque los reajustes se calculaban mes a mes, que era normal quedara algo pendiente (…). Para respaldar mi solicitud le pedí a Pablo Rocha me mandara el chat como si fuese Renato Robles, para así poder reenviárselo a Munir”.
- “Esto no era real, porque pagada la primera cuota del convenio se alzan todos los embargos, pero encontré era la forma de ganarme mis honorarios, los que Munir bicicleteaba infinitamente (…). Para Munir pagarle a Renato Robles era mucho más interesante y conveniente que pagarme a mí. Nunca supo que yo me quedé con la plata”.
- “Nunca le dije que tuviera que pagarle a un funcionario para hacer algo lo que yo buscaba era la valoración y reconocimiento por mi trabajo”.