Panorama general. Con el 48,01% de los votos escrutados, el 62,55% se inclina por el Rechazo y el 37,45% por el Apruebo. Se trata de una debacle para las fuerzas oficialistas, en el caso que el resto de los cómputos confirmen los más de 25 puntos de diferencia. Incluso en Recoleta, la alcaldía de Daniel Jadue, el Rechazo se imponía con el 52%.
La derrota de “la batalla de las batallas”. A fines de abril, en un consejo extraordinario de gabinete, Guillermo Teillier pidió la palabra e hizo un llamado para apurar la campaña por el Apruebo. Y, situándose como un puntal en Apruebo Dignidad, organizó en los días siguientes un encuentro con los presidentes de partido de las 2 coaliciones de Boric para fijar los primeros acuerdos. En el PC estaban conscientes que las reformas estructurales que impulsan al modelo, que a su juicio están en línea con el borrador de nueva Constitución, corrían riesgo si seguía creciendo el Rechazo, como ya preveían algunas encuestadoras. Y también tienen claro el complejo cuadro político que enfrentaría Boric si se pierde el plebiscito en las urnas.
Golpe a la línea de flotación. El PC ha impulsado una agenda de profundas transformaciones a partir del 18-O, lo que supuso situarse del lado de la calle y que uno de los suyos, Jadue, se convirtiera en una carta competitiva a La Moneda. El partido, además, llegó al Senado con 2 representantes tras 48 años.
La línea roja del PC (y los costos de la derrota). En la colectividad tienen claro que el amplio triunfo del Rechazo equivale a una fuerte derrota para el partido y que su precio pasa por entregar más espacios al Socialismo Democrático en el gabinete -incluyendo el comité político- y en el rumbo del gobierno de Boric.
Lo que viene. El presidente del PC, Guillermo Teillier, ha dado señales de que el partido difícilmente suscribirá el acuerdo político en el Congreso que se está fraguando entre el gobierno, la centroizquierda y la centroderecha, que apunta a delimitar el rol de los independientes y fortalecer el de los partidos, entre otras cosas. El que el partido pueda ser sobrepasado por la izquierda no es una situación cómoda, más allá de que no lo reconozcan ni en público ni en privado.
Pragmatismo. El PC se jugó en ocasiones sus cartas a contrapelo del Presidente Boric, que a pocas semanas de las elecciones instó a un acuerdo del oficialismo para llevar agua al molino de “Aprobar para reformar” y no del Apruebo a secas, que impulsaba el partido.
En “Inocentes al poder” (Editorial Taurus, 221 páginas), el académico Daniel Mansuy diseca la trayectoria de la generación del Frente Amplio desde sus inicios hasta la llegada al poder. El también escritor atribuye los grandes tropiezos del FA a su inocencia, que se funde y confunde con un narcisismo moral que todavía no han logrado […]
En medio de críticas a la gestión de su campaña, Matthei optó por disolver el grupo de 11 voceros que anunció a fines de abril. Alcaldes y parlamentarios dejarán las vocerías y el comando evalúa un nuevo modelo post primarias, más centralizado y estructurado.
Siempre habrá movilizaciones y protestas -no sólo si gobierna la derecha-, y estará latente la posibilidad de que en algún momento converjan en algo masivo. Pero apostaría que difícilmente se darán las condiciones para excesos de violencia, por el descenso vertiginoso del apoyo social a todo lo que signifique desafiar el orden público.
La ex ministra del Trabajo ha intentado imprimir un sello de mayor moderación a su campaña, ante lo cual fichó a la senadora Alejandra Sepúlveda y la ex ministra Laura Albornoz, ex militantes de la DC, mientras abrocha apoyos en sectores vinculados al FA, como el alcalde de Puente Alto y el gobernador por Valparaíso. […]
Gonzalo Müller, director del Centro de Políticas Públicas de la UDD, sostiene que en las primarias se ha visto polarización. “La primaria instaló el resurgimiento del discurso de la izquierda del tiempo del estallido y de la convención. Un tufillo a octubrismo volvió a dominar la escena”, dice.