-¿Es un mal resultado para las expectativas de la economía?
-Si hubiera ganado el A Favor o En Contra no hubiera sido muy distinto para la economía. Había cosas positivas y negativas en cada opción, pero claramente el ánimo octubrista refundacional fue lo que se acabó después de este desgastador proceso de cuatro años.
-¿Queda a tu juicio abierto el proceso constitucional o se cierra definitivamente?
-Está cerrado. Hay tareas pendientes, como mejorar nuestro sistema político, pues hoy día es disfuncional, y hacer reformas pendientes como la previsional y complejas como la de salud.
-¿Qué pasa con las reformas que el Gobierno está llevando a cabo como la de pensiones o el llamado pacto fiscal?
-Si hubiera ganado el A favor este gobierno estaría de facto terminado sin capacidad de acción. Ahora ciertamente puede avanzar en sus reformas, pero con realismo, reconociendo que el país rechazó los ingenuos sueños ultraizquierdistas y que la principal obligación es generar espacios para el crecimiento, el progreso y la creación de más y mejores puestos de trabajo.
-¿Podrá el ministro de Hacienda Mario Marcel aprovechar el amplio resultado del rechazo y poder avanzar en un pacto fiscal que genere un aumento en los impuestos a la renta?
-No será fácil, y un pacto fiscal requerirá más compromisos que simplemente impuestos. Se deberá dar muestras claras de responsabilidad en materia de control y monitoreo del gasto.
Cabe destacar que habían algunas propuestas interesantes en el documento rechazado que se podrían considerar en la discusión del pacto fiscal, como la idea de un consejo de evaluación de leyes y políticas públicas.
Asimismo, debe haber un compromiso en materia de crecimiento, no solo buenas intenciones, sino, acuerdos serios para el desarrollo económico que den confianza y permita retomar la senda del crecimiento. Solo para mencionar un ejemplo, debemos avanzar en la explotación del litio y producción de hidrógeno verde, es una de nuestras fortalezas, y no podemos perder la oportunidad de subirnos a ese carro.
-¿Este resultado fortalece al presidente Gabriel Boric para fortalecer el componente de solidaridad en la reforma?
-Este resultado le da un respiro y segundo aire, pero no detrás de su agenda original. Incluir elementos de solidaridad en la reforma de pensiones me parece muy razonable y es algo que hacen todos los países y por lo tanto, habría qué incluir, en especial cuando se discute la ampliación de la base tributaria.
-¿Qué sectores se ven perjudicados con el rechazo de la propuesta constitucional?
-Los republicanos.
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El economista de Econsult, Gonzalo Sanhueza, asegura que Chile enfrenta un momento crítico. El ex integrante del Consejo Fiscal Autónomo, sostiene que “necesitamos ajustes significativos en el gasto público y reformas estructurales que fortalezcan nuestra credibilidad fiscal”.
Mientras las AFP sigan existiendo, habrá un enemigo claro al que culpar y un símbolo de lucha que aglutine las demandas sociales. Si el sistema fuera completamente estatal, el gobierno perdería el antagonismo necesario para sustentar su discurso rupturista y justificar su narrativa de cambio.
Jaime Arrieta Boetsch se ha convertido en una de las figuras clave del ecosistema emprendedor chileno. Como CEO y cofundador de Buk, ha liderado la startup hacia el umbral del estatus de unicornio, tras una exitosa ronda de inversión que la valora en US$ 850 millones.
Los resultados de la encuesta Criteria, encargada por la Asociación de AFP, reflejan la polarización política en torno a la Reforma Previsional, con confianza mayoritaria en la izquierda y escepticismo en otros sectores. Sin embargo, hay un amplio consenso en aspectos como la libertad de elección y la heredabilidad de los fondos.
Con el ingreso de las indicaciones programado para el lunes, el Gobierno y la oposición buscan superar diferencias clave para destrabar la reforma de pensiones. La inquietud del empresariado se hace notar ante el aumento en los costos laborales, particularmente por el impacto del Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS) y el esquema del préstamo.