La espectacularidad de las batallas en diversos escenarios está entre lo más logrado en esta mega producción. Ridley Scott supo aprovechar mejor la actual tecnología para sumergir al espectador en grandes planos generales alternados con encuadres más cerrados, en un montaje urgente, como demanda un género como este. Por cierto, muy pronto, la mayoría de aquellas sangrientas peleas se concentrarán en el Coliseo (¡cómo no!).
Todo ello como parte de una trama plagada de intrigas políticas fascinantes y complejas, cuyos ecos resuenan en la actualidad. Mientras avanza el conflicto central, se nos van entregando ciertas pistas que no solo nos llevarán, de a poco, a saber realmente quién es quién en este juego de poderes.
Al que conocemos en aquella primera secuencia es a Hanno (Paul Mescal), un hombre que se suma con arrojo al ejército de la ciudad de Numidia que batalla para defenderse del ataque de la flota que comanda el general romano Marcus Acacius (Pedro Pascal).
Hanno se nos develará pronto como Lucius, un personaje relevante para Roma y su futuro. En su caso, esto va de encontrar al padre (y a la madre: la clave en todo). Y lo sabemos por unos breves raccontos y luego porque completamos el puzzle que se nos va entregando por piezas.
Desde un mar cubierto de nubarrones, la flota romana avanza y con todos sus recursos e ingeniosas estrategias bélicas, a pesar de la dura resistencia y el daño que los atacados alcanzan a hacer a algunos barcos, finalmente vencen. Hanno pierde a su mujer, una brava guerrera, y es llevado prisionero. Del puerto de Ostia seguirán a la impresionante Roma, donde será adquirido por un rico entrenador de gladiadores, Macrinus (Denzel Washington).
Macrinus no solo es un muy buen negociante sino un gran “operador político” y un hombre que sabe que provocar a las masas para hacerlas estallar es el mejor camino hacia el poder, si se conoce para dónde dirigir las confusiones y vulnerabilidades de todos los involucrados.
Han pasado 16 años desde que vimos morir a Maximus (Russell Crowe), en esa escena para cortar el aliento, frente al malo malo malo de Comodus (Joaquin Phoenix).
La hija del fallecido emperador Marco Aurelio, Lucilla (Connie Nielsen), está casada ahora con Marcus Acacius, quien, descubriremos, no es un tipo tan cruel, en realidad. Es un general que se pregunta por aquellos niños y mujeres que mueren en las batallas que él comanda (?).
El trono de Roma es ocupado por los gemelos Geta y Caracalla, dos sujetos ridículos y fuera de sus cabales.
Hanno/Lucius, el nuevo gladiador, no solo da muestras de su fiereza y sus inteligentes tácticas, sino que no agacha la cabeza ante nadie.
¡Y cita a Virgilio!
Pronto su lema será: “¡Fuerza y Honor!”.
En suma: si les gustó Gladiador, vayan por Gladiador II y véanla en cines, ojalá en Imax. Es una película visualmente arrolladora, que entretiene porque sabe subir y bajar las tensiones, organizando la trama de manera que la intriga y el suspenso en torno a aquella información que debemos descubrir, se teje en los tempos precisos con las muchas escenas de lucha.
Que quede claro: es violenta. Más que la anterior.
Los tiburones. Si bien la arena del Coliseo algunas veces fue parcialmente llenada de agua (no muy profunda) para escenificar batallas navales y sí, aquel circo contaba con tiburones (así como con tigres y rinocerontes), aquella secuencia, con islita ornamental incluida, me parece que iría mejor en una de Spielberg.
El diente de oro. OK. Los gemelos imperiales son como la quintaesencia de lo que conocimos como la decadencia del imperio romano. Pero el maquillaje “corrido”, la tintura ordinaria ¡y el diente de oro! … too much.
Para leer “Asterix Gladiador” (o bien “S P Q R. Una Historia de la Antigua Roma”, de Mary Beard).
Gladiator II
Dirección: Ridley Scott
Guion: David Scarpa
EE.UU., 2024
Duración: 2 horas 28 min.
Una película que dividió a la crítica pero fascinó al gran público… y a la Academia: ganó 5 Oscar (Mejor filme y mejor actor, entre ellos). Una de romanos (como dicen los españoles) siempre se agradece. Y por de pronto, Russell Crowe y Joaquin Phoenix se volvieron inolvidables en esa durísima tensión protagonista-antagonista.
En el año 180, el Imperio Romano domina todo el mundo conocido.
Tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir el poder a Maximus (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio.
Pero su hijo Commodus (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta: no solo asesina a la familia de Maximus ante sus ojos sino que lo convierte en Gladiador, para que muera en aquellas fatales contiendas del Coliseo.
Connie Nielsen también aparece en esta película.
Gladiator
Dirección: Ridley Scott
Guion: David Franzoni, John Logan, William Nicholson
EE.UU., 2000
Duración: 2 horas 35 min.
Cuando aparecen películas de Navidad, llenas de nieve, trineos y renos, por estos lados uno como que se resigna.
Pero en este caso tiene todo el sentido del mundo: es una película finlandesa (en coproducción) y quién más que ellos nos pueden hablar de auroras boreales y toda aquella tradición navideña del hemisferio norte.
Niko es un joven reno volador que es llamado a unirse a las Fuerzas Voladoras de Santa Claus, donde también está su padre. De pronto aparece de la nada una pequeña pero temible y talentosa reno, Stella, que reclama su derecho a pertenecer a las Fuerzas.
La película está plagada de acción y suspenso, con variados giros inesperados.
Muy bella la historia en torno al efecto fantástico de las auroras boreales y sus peligros.
Doblada al castellano.
Niko: Beyond the Northern Lights
Dirección: Kari Juusonen, Jørgen Lerdam
Guion: Kari Juusonen, Marteinn Thorisson, Hannu Tuomainen
Animación
Finlandia/ Irlanda/ Dinamarca, 2024
Duración: 86 min.
¡Hilarante hasta la carcajada! y violenta como videojuego, en partes iguales. Este es un mix de humor y sangre, en un desenfadado y creativo guion que está permanentemente autocitándose.
Reunir en una aventura a dos de los personajes más disímiles del universo Marvel + Mutantes ya es un acierto. Hay tanta distancia entre el dicharachero y metepata Deadpool/Wade Wilson (Ryan Reynolds) y el trágico/culposo/malhumorado Wolverine/Logan (Hugh Jackman) que se toman buena parte de la película para ponerse de acuerdo. O más bien, dejar de pelearse a muerte. Son otros quienes terminan por unirlos. Mr Paradox (Matthew Macfayden, Mr Darcy, de Orgullo y Prejuicio) para comenzar, agente de la TVA, con sus oficinas en plena ciudad, decidido a destruir el mundo (o parte de él), o la joven, bella, muy poderosa y muy siniestra Cassandra Nova (Emma Corrin), que sí que quiere acabar con todo.
Entremedio, nuestros héroes “pelan” a Marvel, a Disney, a Fox (que fue comprada por Disney), a los X Men, al MCU, al cine, se lanzan pullas por sus nacionalidades (Reynolds es canadiense; Jackman, australiano; Macfadyen, británico, igual que Emma Corrin), o bien desechan una escena con un “este es un extra”.
Si usted no se maneja en este universo, puede que se le escapen algunos guiños, pero la película es arrolladoramente ingeniosa y de un humor que alcanza para reírse de sí misma.
La banda sonora no solo está de lujo sino que juega un rol humorístico, en cuanto contraste con las secuencias donde se escucha.
Ojo. NO es para menores.
Deadpool & Wolverine
Dirección: Shawn Levy
Guion: Shawn Levy, Rhett Reese, Ryan Reynolds, Zeb Wells, Paul Wernick
EE.UU., 2024
Duración: 127 min.
El actor irlandés había tenido un rol secundario en esa magnífica película que dirigió Maggie Gyllenhaal, The Lost Daughter (Netflix), con Olivia Colman, Jessie Buckley y Dakota Johnson. Y protagonizó la serie Normal People (2020, basada en la novela de Sally Rooney). Pero lo que lo puso en los ojos del mundo (y de la industria) fue su rol en el largometraje debut de la joven directora británica Charlotte Wells: Aftersun.
Estrenada en Cannes, esta película, que con la perspectiva que nos propone su realizadora se vuelve entrañable, va sobre un padre joven (Paul Mescal) y su hija preadolescente (Francesca Corio) de vacaciones en un all inclusive en Turquía. Un lugar no muy glamoroso, pero lleno de juegos y entretenciones, playa, agua y sol, noches de cena al aire libre.
Aftersun está conformada de los fragmentos aleatorios con que se estructura la memoria. Y lo es también en su factura: esas imágenes “sucias”, desordenadas, capturadas por una cámara casera con que comienza el filme nos dan una idea de lo que se viene. Y lo que hay allí es ese conjunto de momentos de holgazaneo, ya sea solos en la habitación o junto a otros veraneantes en los lugares en que comparten.
Es el gran racconto de una hija y esa experiencia con ese entonces su joven padre, lleno de nostalgia y vacíos emocionales nunca resueltos ni explicitados.
Paul Mescal fue nominado a Mejor Actor en los Oscar, los Bafta y otros premios por este rol.
Aftersun
Dirección y guión: Charlotte Wells
Reino Unido, 2022
Duración: 98 min.
Adam (Andrew Scott) es un hombre solitario que contempla Londres desde su edificio semi vacío. Su vida está detenida. No consigue hacer su trabajo (escribir guiones) ni tampoco descansar. Harry (Paul Mescal), un vecino del que desconocía su existencia, llega un día hasta su puerta. Entre ellos se crea una relación que se irá desarrollando a punta de pausas a lo largo del filme.
Una mañana Adam decide tomar el tren que lo conduce al suburbio donde vivía de niño. Al llegar a su casa de infancia, sus padres (Claire Foy y Jamie Bell) le abren la puerta: se ven jóvenes y con una vestimenta de otra época. En realidad, ambos murieron cuando Adam tenía 12 años, pero él necesita sostener varias conversaciones con ellos para poder salir de su estancamiento vital. Todo aquello que no se alcanzó a decir (ni a saber), sufrimientos nunca compartidos, una infancia compleja vivida en solitario, es lo que mantiene a Adam en el limbo existencial.
Hay asuntos que se pueden resolver. Y otros a los que se llega irremediablemente tarde.
Conmovedora hasta las lágrimas, Andrew Heigh consigue construir una atmósfera donde lo cotidiano y lo sobrenatural circulan con fluidez.
Indispensable para cinéfilos.
Basada en la novela de Taichi Yamada.
All of Us Strangers
Dirección y guion: Andrew Haigh
Reino Unido, 2023
Duración: 105 min.
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