Emilio Berkhoff N° 2: La cárcel de Lebu, el inicio de sus contactos con el mundo narco y el crimen organizado
Carlos Basso
Admirador de la figura del mexicano Emiliano Zapata, nombre con el cual lo apodan algunos de sus conocidos, el activista lideró un pequeño grupo conocido en la zona de Tirúa como “Los Huérfanos”, luego de dejar la CAM y antes de entrar a la WAM. Este es el segundo capítulo, de una serie de tres, realizada en conjunto entre Canal 13 y Ex-Ante.
Originario de Los Ángeles, Emilio Berkhoff se radicalizó mientras era alumno de antropología en la Universidad Católica de Temuco, estudios que abandonó para dedicarse de lleno a la causa mapuche, como sucedió también con Matías Catrileo, Pablo Marchant o el propio Ernesto Llaitul (aunque estos dos estudiaban en la U. de Concepción).
A Berkhoff no solo no le desagrada el apodo de “Zapata” o el de “Emiliano”; sino que además se identifica fuertemente con la figura histórica de la revolución mexicana.
Como “weichafe” (combatiente de la CAM) terminó por radicarse con su pareja, Peggy Bocaz, en el sector de El Malo de Lleu Lleu (comuna de Tirúa, Provincia de Arauco), cerca de donde vive Patricia Troncoso Robles (“La Chepa”) y a algo más de distancia de Héctor Llaitul, quien registra domicilio en Puerto Choque.
En 2011, algunos de los principales dirigentes de la CAM (entre ellos Héctor Llaitul, Santiago Huenuche y Ramón Llanquileo) fueron condenados por el atentado cometido en contra del fiscal Mario Elgueta y tres oficiales de la PDI en 2008, en Puerto Choque.
Ante el vacío de liderazgo que generaron las condenas en la principal organización radical mapuche, Berkhoff ganó preeminencia. Se lo llegó a calificar como uno de los nuevos líderes de la Coordinadora Arauco Malleco, pero fue detenido en 2013 y llevado a juicio casi dos años después, acusado de ser quien encabezaba a un grupo de encapuchados que cometió a lo menos cinco incendios y dos robos con intimidación en la zona de Lleu Lleu. Además, el ente persecutor lo acusó como autor de porte de armas y municiones.
Al ser detenido, se le encontró abundante material sobre el caudillo mexicano Emiliano Zapata y en el juicio un oficial de la PDI explicó que cuando Berkhoff estuvo preso en la cárcel de Temuco, algunos años antes, desde afuera mandaban mensajes a “Zapata”, como le gustaba ser apodado.
En efecto, a Berkhoff no solo no le desagrada el apodo de “Zapata” o el de “Emiliano”; sino que además se identifica fuertemente con la figura histórica de la revolución mexicana. En algunos documentos que se le incautaron en aquella oportunidad indicaba que ellos (los miembros de la CAM) eran los encargados de liberar al pueblo mapuche, como lo había hecho Zapata con los mexicanos.
La cárcel de Lebu. Berkhoff pasó casi tres años en prisión en aquella oportunidad, pero antes había estado preso varias veces en distintos penales, incluyendo la cárcel de Lebu, en la Provincia de Arauco. Fue allí donde conoció a algunos de los integrantes del grupo de Yohanny Albornoz quien también, varios años antes, estuvo preso en dicha cárcel, condenado por robo con intimidación.
Fuentes del caso estiman que el primer integrante del grupo de Albornoz al que Berkhoff conoció fue a Jorge Muñoz Catril, quien también resultó detenido en 2020 y al cual, como revelan las escuchas telefónicas de la Brianco de Concepción, trataba de “hermanito” y “compañero”.
Pese a que Yohanny Albornoz pertenece al clan narco que ha dominado la población Emergencia de Hualpén durante los últimos 25 años, el de los González, su familia paterna es de Los Alamos, a 120 kilómetros de Concepción y a unos 15 de Lebu. Yohanny Albornoz posee una casa en Los Álamos y parte importante de sus adláteres, como Muñoz, son originarios de esa zona.
Pese a que fue durante varios años estuvo muy cerca de Llaitul, de a poco las aguas se comenzaron a separar. Hay distintas versiones sobre lo que ocurrió allí, pero todo indica que en definitiva ello ocurrió hacia 2015. Durante varios meses Berkhoff fue objeto del vacío de sus ex compañeros y se le solía ver en compañía de algunos “weichafes” más jóvenes que él, sobre todo en el sector de Puerto Choque, donde se referían a ellos con el mote de “Los huérfanos”, dado que eran muy pocos y no pertenecían a ninguna orgánica mayor.
La orfandad política, sin embargo, se terminó cuando un nuevo grupo nacido al amparo de la toma del Seminario Mayor de Temuco, que se escindió de la Coordinadora Arauco-Malleco y que comenzó a quemar capillas católicas y evangélicas, se expandió desde la Provincia de Cautín hasta las de Malleco y Arauco, donde captó, entre otros militantes, a Emilio Berkhoff. Se trataba de Weichan Auka Mapu (WAM), grupo al cual pertenece hoy (igual que “La Chepa”) y que lo sigue reivindicando como uno de ellos, pese a la condena por narcotráfico.
Los motivos del viaje. Berkhoff no declaró en el juicio y desde entonces a la fecha ha emitido dos declaraciones públicas. La primera de ellas, de diciembre de 2021, está escrita con las grafías del anarquismo y finaliza solidarizando con “lxs presxs subversivxs y anarquistas ke resisten en las prisiones de chile”.
En ella, asegura que fue detenido por medio de un montaje policial y que ni él ni sus cercanos han traficado, aseverando que “hemos hecho esfuerzos reales y concretos por impedir que se instalen puntos de venta de drogas duras en el territorio”, aludiendo a un problema que tanto la CAM como otros liderazgos mapuches, entre ellos el de José Huenchunao, han reconocido públicamente.
El maridaje de parte de algunos grupos o personas vinculadas a la causa mapuche con el narcotráfico y la delincuencia común, algo que es anatema para un movimiento indigenista que considera que el alcohol, el tabaco y las drogas son vicios del mundo occidental y, por ende, inaceptables para ellos.
En ese sentido, Berkhoff argumentó en un comunicado de 2021 que él se relacionó con “personas ilegales” para “fines prácticos dentro de la lucha que acompaño y abrazo y es en este contexto que viajó al norte del territorio llamado chile, con fines tácticos operativos, con personas que me extendieron contactos prácticos, para luchar, y me suministraron los medios materiales para viajar en tiempos de pandemia y cerco militar extremo que se vivió a mediados del 2020”.
En una segunda declaración, emitida en noviembre de 2022, con menos grafías anarquistas, pero con la misma reivindicación de los “presos políticos mapuche, subversivos y anarquistas”, reiteraba que “jamás he traficado y menos pertenezco a una organización criminal dedicada al tráfico de drogas”, luego de lo cual señalaba que “mi viaje al norte de Chile obedeció a otros motivos”.
Dicha declaración, firmada en la cárcel El Manzano de Concepción, culmina diciendo “ni culpable, ni inocente, menos arrepentido en el camino del Weichan” (la lucha mapuche).
Durante el juicio, en el cual fue condenado a 13 años por tráfico de drogas y uso malicioso de instrumento público, hizo uso de su derecho a guardar silencio.
Ex-Ante consultó a Berkhoff, por medio de su abogado, Francisco García, si podía explicar cuáles eran los motivos para viajar, a los que alude en su declaración, y si estos tienen algo que ver con la causa mapuche, pero hasta la fecha no ha habido respuesta.
La casaca Columbia. Luego de que Berkhoff fuera detenido en Los Vilos y conducido a Concepción, un obrero de Lumaco (Región de La Araucanía) lo vio en las imágenes de televisión, vistiendo una casaca Columbia bicolor (robo hacia abajo y oscura hacia arriba) que era suya.
Según la denuncia de Roger Candia, el 30 de mayo de 2020 (es decir, menos de dos semanas antes de la detención en Los Vilos), a eso de las 9.30 de la mañana, él se encontraba junto a otros tres trabajadores efectuando faenas de mantención de caminos en el fundo El Buen Retiro cuando seis sujetos encapuchados y provistos de armas de fuego los atacaron, robándole la casaca y su celular (un iphone), para luego incendiar tres maquinarias y un camión y huir en dos camionetas que robaron ahí mismo.
Como consecuencia de estos hechos (comprobados no sólo por las declaraciones de la víctima y la recuperación de las especies, sino porque se estableció por el teléfono de Berkhoff que este se encontraba allí, a la hora señalada) el activista resultó condenado en Traiguén a dos penas de tres años y un día, por robo con intimidación e incendio.
¿Un nuevo juicio? Así las cosas, la situación judicial de Berkhoff es bastante compleja, pues enfrenta casi 20 años de prisión, sumando las condenas de Traiguén y Concepción (13 años y un día).
Ante ello, García presentó un recurso de nulidad por este último fallo, buscando que se realice un nuevo juicio o que se dicte una sentencia de reemplazo respecto de su defendido, pues a su entender hubo una infracción al debido proceso en la sentencia emitida por el Tribunal Oral en lo Penal de Concepción, “porque al menos en uno de los delitos por los cuales fue condenado Emilio Berkhoff, esto es, el uso malicioso de instrumento público falso, creemos que el tribunal excede las facultades que le otorga la Ley”.
Según su razonamiento, para que se configure el delito de uso malicioso el documento falso (en este caso, los salvoconductos que tenían todos los miembros del grupo, que fueron obtenidos por medio de información fraudulenta) este tiene que ser efectivamente usado, lo que no sucedió en este caso, dado que Berkhoff portaba el documento, pero no lo mostró.
Además, argumenta que hubo una “errónea aplicación del derecho” en relación al mismo delito y una supuesta falta de fundamentación de la sentencia en relación con la agravante especial de la Ley antidrogas, que aumenta la pena si se trata de una agrupación de delincuentes. A ese respecto, y en coherencia con las declaraciones públicas de su defendido, el abogado dijo que “nosotros entendemos que Emilio Berkhoff no forma parte de una organización criminal”, aseverando que este casi no conocía a los demás detenidos.
Sin embargo, tras la condena, la fiscal del caso, Carla Hernández, quien llevó a juicio a Albornoz y su grupo junto al persecutor José Patricio Aravena, indicó que “lo que el Ministerio Público señaló en la acusación y logró acreditar en el juicio es que los imputados que fueron condenados, 17 en este caso, estaban coordinados para la comisión del delito de tráfico”.
17 condenados por tráfico de más de 800 kilos de droga en una investigación de Fiscalía de Concepción. También por lavado de activos y otros delitos. Se aplicó la agravante de asociación de delincuentes, entre ellos Emilio Berkhoff. Fiscal Carla Hernández se refiere al veredicto. pic.twitter.com/rCo55vJQL4
Pese a la condena por narcotráfico, la WAM nunca ha condenado a Berkhoff por estar asociado con un grupo de narcotraficantes. De hecho, en un comunicado de dicha entidad, de agosto de 2022, en que reivindican varios ataques, lo mencionan como “el peñi” Emilio Berkhoff.
La única organización radical mapuche que se distanció inmediatamente de él fue la CAM, la cual aseguró que quienes aseguraban que Berkhoff había sido dirigente de ella buscaban enlodarla.
Revise a continuación el reportaje de T13: Emilio Berkhoff, de Weichafe a narcotraficante:
Pablo Zeballos -autor de Un virus entre sombras, considerado el más completo sobre el crimen organizado en Chile- comenta la decisión de trasladar a Manuel Monsalve desde la cárcel de Rancagua a Capitán Yáber. “Indudablemente hay presencia de crimen organizado con cierta capacidad de gobernanza en módulos de cárceles de Chile”, dice.
Consultor e Investigador internacional de Crimen Organizado. Autor de “Un virus entre sombras”. La expansión del crimen organizado y el narcotráfico en Chile.
Si los eventos violentos continúan sin una respuesta efectiva de las autoridades, la percepción de abandono por parte del Estado aumentará, lo que llevará a las comunidades a desarrollar mayores grados de desconfianza en las instituciones. Este ciclo de violencia y autodefensa podría agravarse, incluso al punto en que las personas recurran al pago por […]
Infinity night y Zion Club. Así se llaman las discotecas clausuradas en un gran operativo -pero que no convenció del todo a los vecinos- la noche del jueves en San Pablo con La Estrella, en la comuna de Pudahuel, una zona dominada por bandas narcos extranjeras. Esta es una crónica sobre cómo viven los vecinos […]
Pablo Zeballos, autor de “Un virus entre las sombras”, libro clave para entender el crimen organizado en Chile, estuvo 20 años en Carabineros. Enfrentó casos como el del asesinato del sacerdote Faustino Gazziero De Stefan en la catedral de Santiago. Hoy está dedicado a estudiar los cambios del fenómeno criminal. Entre otros, trabaja con Douglas […]
El candidato a alcalde de Viña del Mar, Iván Poduje, se refiere el nuevo socavón en Reñaca. “El municipio es responsable por crear una norma laxa, de alto impacto, y por no actualizarla. La norma vigente data de 2002”. Entre las medidas que propone dice: “Es necesario hacer un diagnóstico de capacidad y filtración de […]