Elecciones en Colombia: “Boric, Petro y Lula podrían ser parte de un giro regional más a la izquierda”

El director ejecutivo de AthenaLab, Juan Pablo Toro, vivió en Colombia cinco años y en esta entrevista analiza la elección presidencial de ese país, que ganó el candidato de izquierda, Gustavo Petro (40%), seguido del populista de derecha, Rodolfo Hernández (28%), la gran sorpresa de la jornada. La segunda vuelta será el 19 de junio.

 -Fue una sorpresa que el populista de derecha, Rodolfo Hernández, saliera en segundo lugar. ¿Cómo queda quien aparecía como favorito, el ex guerrillero Gustavo Petro?

-Que Hernández supere a Fico Gutiérrez (24%), de la derecha tradicional, fue una sorpresa enorme. Hernández no viene con apoyo de partidos políticos, está al margen del sistema y es un empresario de la construcción que no participó en los debates. Fue a programas de TV, hizo una campaña en redes sociales y la verdad tuvo bastantes exabruptos.

Aún así, la votación de Petro es significativa: ocho millones de votos, no es lo que esperaba, sin duda. Pero es un avance gigantesco para alguien que representa a la izquierda en un país donde la izquierda nunca ha gobernado.

-¿Tiene posibilidades Hernández de ganar en segunda vuelta? Al menos los números le dan chance.

-Yo diría que tiene posibilidades. Sacó más de 5 millones de votos, Fico Gutiérrez salió tercero también con más de cinco millones de votos; entonces, si se suman superan a Petro. La pregunta es cuántos de los votos de Gutiérrez son traspasables directamente a Hernández. Se estima que por lo menos tres millones de votos lo serían. Hernández tiene mucho por crecer y en cambio Petro, no. El techo de Petro es más bajo. Por lo demás, en Colombia hay un gen que es bastante resistente a la izquierda, que explica que no haya gobernado, y eso  tiene que ver con la historia, donde la izquierda estuvo identificada con la guerrilla.

-¿Qué Hernández sea bastante mayor no le juega en contra?

-Si bien tiene 77 años, representa una voluntad de cambio. Petro también dice encarnarlo, pero está en la política legal desde los años 90. Antes fue guerrillero del M-19, es un rostro conocido de hace muchos años, fue alcalde de Bogotá. Y Hernández ha tenido una campaña en redes bastante curiosa, pero exitosa, que le ha permitido sortear algunas declaraciones polémicas que ha hecho.

-De todos modos, es poco claro lo que quiere Hernández. ¿Cuáles son sus apuestas?

-Es un populismo que hemos visto en varias partes de América Latina, muy crítico de los políticos, que promete combatir la corrupción, etc. Pero hacerse cargo de los temas más complejos de Colombia, como el rebrote de la violencia, el control de la inflación, no hay claridad de cómo pretende resolverlos.

-¿Son dos propuestas populistas?

-La de Hernández tiene algunos componentes populistas, adosado a un liderazgo carismático, a diferencia de Petro, que viene de una izquierda dura, si bien se ha tratado de desmarcar de ese pasado. Algo de populistas tienen ambos: reivindicarse como el verdadero pueblo de Colombia, por sobre los partidos tradicionales. El punto es que Petro tiene bancada en el Congreso, no así Hernández, y lo que hemos visto en América Latina es que a los presidentes que no tienen bancada les va muy mal.

-¿A quién se parece Hernández?

-Un referente que no es muy bueno es Bucaram de Ecuador. Algo de eso tiene.  Un empresario volcado a la política, bastante folclórico. El mensaje  después de quedar segundo lo hace desde la cocina de su casa; en el día de la votación estuvo en la piscina. Ha proferido insultos a sus rivales, le pegó una bofetada a un concejal, que lo acusaba. Ha dicho impertinencias como cuándo le preguntaron sobre Vichada, un departamento selvático. Dijo que no sabia dónde quedaba y de todos modos ganó ahí.

-También dijo que admiraba a Hitler.

-Claro, que era un gran pensador alemán. Otra vez dijo que pensaba que las mujeres tenían que apoyar desde atrás. Lo de Hernández refleja el malestar que hay con las autoridades tradicionales. Seguro que el sector más de izquierda del Partido Liberal se va a ir con Petro. Pero los Conservadores, no. El resto de los partidos se van a poner detrás de Hernández con tal de que Petro no llegue al poder.

-La semana pasada se anunció que Colombia pasa a convertirse en “aliado principal” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). ¿Cómo puede afectar esta sociedad si gana uno u otro?

-EEUU ha entregado 10 mil millones de dólares a Colombia durante las últimas dos décadas para combatir el narcotráfico y la insurgencia. Petro no es alguien que cree en el libre comercio, se ve difícil que apueste por mecanismos como la Alianza del Pacífico, menos por el TPP. EEUU y Colombia comparten inteligencia, entrenamiento, equipos, lo cual permite monitorear de cerca qué está pasando en Venezuela, y con Petro toda esa cooperación se podría ver bastante limitada. Entonces por eso creo que causa inquietud en sectores empresariales o políticos más tradicionales.

-Salvando las distancias, ¿Petro es de una izquierda que está más cerca del Frente Amplio que de la Concertación?

-Es más como el Frente Amplio. Recuerda que fue invitado por Boric al cambio de mando. Petro viene del M-19, una guerrilla que fue muy activa y fuerte en los 80. Tristemente recordada por el asalto al Palacio de Justicia, donde no estuvo Petro directamente involucrado, por lo que se dice y se sabe. Es una guerrilla que después se desmoviliza producto de un proceso de paz bastante exitoso y se reinserta  en el mundo civil.

-Petro fue alcalde de Bogotá. ¿Por qué se evalúa mal su gestión?

-Hizo una pésima gestión en la capital. De hecho una de las cosas interesantes de esta campaña es cómo Petro se ha podido reinventar, pese a la mala gestión de Bogotá. Volviendo a tu pregunta, Petro está más cerca hoy día de lo que es la izquierda que representa aquí el presidente Boric. Uno puede encontrar ciertas similitudes y sintonías, pero el panorama colombiano es muy distinto al chileno, por haber tenido un bipartidismo fuerte, y guerrillas históricas.

-¿Está comprobado que Petro participó en acciones armadas?

-Es muy difícil que alguien del M-19 no lo haya hecho durante su época, pero por lo menos no estuvo en la gran acción armada que fue el asalto al Palacio de Justicia, donde muere gran parte del poder judicial. El que Petro no haya participado en esa acción es lo que le permite ser más presentable como candidato.

-¿Y qué tan importantes son sus conexiones con el chavismo?

-Petro sí tuvo contactos directos con Hugo Chávez cuando era un coronel golpista amnistiado y desempleado, y empezaba a circular por América. Hubo conexiones fuertes, hay fotos, registros, no son teorías de la conspiración ni nada. También con Maduro. Petro durante la elección se ha tratado de distanciar de los venezolanos, del régimen de Maduro, con críticas más fuertes y duras. Es lo que necesita hacer para tener posibilidades de acceder al Palacio Nariño.

-¿Cuál es la relación de Petro con Boric?

-Se han acercado. Generacionalmente están en mundos distintos, pero en el fondo hay cierta sintonía ideológica de representar una izquierda más dura que está accediendo al poder. Este año también hay elección en Brasil, con la posibilidad de que Lula regrese al Palacio de Planalto. En ese sentido, Boric, Petro y Lula (las elecciones en Brasil son en octubre) podrían ser parte de un giro regional más a la izquierda.

– Colombia ha tenido problemas de orden público, y Petro ha dicho que va a desmontar al Esmad, que es la policía antidisturbios.

-Sí. El año 2020 hay un informe del CSIS, que se llama The Age of Mass Protests y que establece que en 2019 hubo grandes protestas en muchos países. A veces Chile se quiere sentir un poco único, pero hubo protestas en Colombia, en Ecuador, en el Líbano, en Hong Kong.

-¿Qué impacto tendrá esta elección en la lucha contra el narcotráfico?

-Colombia sigue siendo el mayor productor mundial de cocaína. El proceso de paz con las FARC se apuró mucho, se ejecutó mal, lo cual tiene en un nivel récord la producción de cocaína. ¿Cómo Petro o Hernández se van a hacer cargo de eso? Las decisiones que tomen van a tener un impacto regional muy fuerte. Entonces,  hay que estar sumamente atento a lo que pase.