Elecciones 7 de mayo: no habrá pasión, pero sí una señal al gobierno y un nuevo mapa electoral. Por Axel Callís

Académico U. Central y sociólogo Tuinfluyes.com

Diversas encuestas muestran un bajo o mediano interés en las elecciones del próximo 7 de mayo. ¿Cuáles son las razones para esto? Sin necesidad de realizar un estudio detallado, no se percibe relevancia en lo que se votará en mayo. Dicho de otra forma, no hay nada trascendental en juego que justifique la desesperación, la polarización o las pasiones que generen un ambiente de exaltación pública, además de que el voto es obligatorio.


En la última encuesta #Datainfluye de marzo, un 25% se refiere a la cautela y un 22% al escepticismo como términos que resumen sus ánimos de cara a este proceso constituyente. De esta manera, los bordes, lo admisible y los expertos, sumado al tutelaje directo del Congreso, terminaron por diseñar un tipo de elección donde lo más destacado se encuentra en lo que se proyecte de los resultados, en lugar de lo que surja ese día.

Si la oposición (Chile Vamos, PDG y Republicanos) logra 30 electos esa noche (de un total de 50), se podría decir que el Gobierno de Gabriel Boric está políticamente terminado. Serían 3/5 del Consejo Constitucional y el control total, pero también una señal potente de la nueva dirección que anhela el país.

En cambio, si las fuerzas oficialistas alcanzan los 30 electos en las próximas elecciones, las interpretaciones del 62% del plebiscito y el giro del país hacia la derecha se derrumbarán, y se mantendrá intacta la agenda transformadora que llevó a Apruebo Dignidad a la presidencia de la república, a pesar de ser minoría en ambas cámaras del Congreso en la actualidad. Sería un reinicio político.

En ambos escenarios, el Gobierno -el cual se ha mantenido al margen de este proceso y, en buena hora, porque es preferible que siga así- recibirá señales para los casi tres años que le restan de administración. Esto será la antesala del ciclo electoral que parte en el 2024.

¿Hacia un nuevo mapa electoral?

Evidentemente, si se aprueba una nueva Constitución a fin de año, esto podría afectar la configuración del sistema político y, por ende, la del sistema electoral. Sobre todo, en cuanto a la continuidad o no de los pactos como ejes de construcción de mayoría, los cuales han predominado en los últimos años en Chile a través del sistema binominal vigente hasta hace un par de elecciones. Esto es más gravitante que los partidos propiamente tales, los cuales no paran de surgir desde que se instauró la lógica de la ficha como registro y prueba de existencia y el financiamiento estatal.

En la elección de diputados de 2021, la derecha en todas sus versiones obtuvo alrededor del 45% de los votos. Chile Vamos fue el pacto líder con un 25%, seguido por los Republicanos con alrededor del 10% y el PDG con 9%. ¿Podría cambiar esta estructura aislada de pactos y partidos? Claro que sí, pero es poco probable que esto ocurra en el corto plazo ya que tanto los Republicanos como la UDI tienen favoritos actuales presidenciales y los incentivos están más en la diferenciación controlada que en la concentración del electorado.

Así, en esa noche de mayo y de acuerdo al clima post triunfo del rechazo (62%), las fuerzas de derecha deberían obtener el 50% de los votos, o al menos superar a los otros dos pactos oficialistas. Esto es especialmente significativo en una agenda marcada fuertemente por temas como la delincuencia y la migración, propios de ese mundo. Además, cabe destacar que estos temas son naturales para ellos.

Una de las ventajas analíticas de las próximas elecciones del 7 de mayo es que los pactos políticos están muy bien definidos según sus agendas y objetivos parlamentarios, lo cual no siempre sucede, ya que en muchas ocasiones el pragmatismo electoral hace que partidos diferentes se mezclen bajo un mismo pacto.

En el caso de la izquierda representada por Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático, es importante estar atentos a los riesgos que implicó no haberse presentado como una lista única. Especialmente el Partido por la Democracia (PPD), junto con la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Radical, los cuales se mostraron inflexibles a la hora de promover la unidad electoral.

Si sumamos todos los partidos y listas asociados a la izquierda, el socialismo democrático y la DC, este bloque alcanzó el 49% de los votos en las elecciones de diputados del 2021, lo que le otorga aun un alto potencial. Además, es importante destacar que, en casi todas las últimas encuestas, la aprobación presidencial ronda el 30%. Este debería ser el piso mínimo para las dos listas.

La pregunta que rondará la jornada del 7 de mayo estará asociada al futuro electoral del Partido Socialista (5,6% el 2021): ¿se quedará con sus nuevos socios de Apruebo Dignidad o volverá con su primo hermano, el PPD, para las elecciones del 2024? Esto dependerá, obviamente, del porcentaje de votos que obtenga y si el partido que es eje del Gobierno logra transformar su influencia política en votos. Sin embargo, esto es algo que aún está por verse y que no siempre van juntos.

Finalmente, está claro que si hay una nueva Constitución con umbrales de supervivencia política y electividad parlamentaria del 5%, veremos fusiones y nuevos referentes. Tal vez federados o “pegados con chicle”, pero el mapa habrá cambiado, haciendo que la eficacia electoral, clave para procesos mayoritarios como la elección de alcaldes del 2024, sea el motor de arranque en la noche del próximo 7 de mayo.

Para seguir leyendo columnas de Ex-Ante, clic aquí.

Publicaciones relacionadas

Ex-Ante

Octubre 4, 2024

Acusación contra Tohá: Ajuste de cuentas por la caída del general Yáñez. Por Jorge Schaulsohn

En materia de acusaciones constitucionales oportunistas e infundadas nadie puede tirar la primera piedra. En el gobierno de Piñera hubo diez contra ministros y dos en contra del propio presidente, sin ningún fundamento. La oposición cree —no sin razones— que los cargos contra Yáñez son rebuscados y tienen tinte político. Que se busca reponer el […]

Por Juan Diego Santa Cruz, cronista gastronómico y fotógrafo

Octubre 4, 2024

Algo es algo: Una utopía. Por Juan Diego Santa Cruz

En momentos de incertidumbre es razonable ponerse a soñar […]. También pensar que si todo se jode, mejor haber comido muy bien anoche, y haberse tomado porque sí ese vino caro que guardaba para una ocasión especial. Todo por pasar una noche espectacular en que lo único amargo sea el chocolate. Algo es algo.

Por Ana Josefa Silva, crítica de cine

Octubre 4, 2024

Guasón 2: Folie à Deux: ¿Qué te pasó Todd Phillips? Por Ana Josefa Silva

Joker II (DC Studios)

Si lo que pretendía Philips era hacer una introspección, digamos, una mirada íntima a la locura del personaje, solo consiguió un relato claustrofóbico y monocorde, carente de los matices que uno espera de un análisis de este orden.

Director ejecutivo Horizontal

Octubre 4, 2024

¿Cómo escapar de la trampa de ingreso medio? Por Juan José Obach

Nuestra economía no ha perdido el rumbo; las oportunidades para dar el salto están ahí. El problema es que el crecimiento dejó de ser una prioridad y el viento de cola ya no alcanza. Ahora, si somos capaces de trabajar en torno a una estrategia de desarrollo compartida, quizás podamos enmendar el rumbo y, finalmente, […]

Socia y gerente de Estudios en Aurea Group

Octubre 3, 2024

Cómo despertar a un Dragón. Por Natalia Aránguiz

Imagen generada por IA

China implementa medidas para reactivar su economía, mientras en Chile las reformas avanzan lentamente. La burocracia local sigue frenando el impulso necesario para agilizar proyectos clave y fomentar el empleo.