El tipo de cambio subió $ 6,6 este miércoles, cerrando en $911,5, impulsado por la incertidumbre en Medio Oriente y a pesar de que el cobre registró una subida del 1,53%. La moneda estadounidense sigue siendo utilizada como refugio en situaciones de conflicto, lo que elevó su demanda entre los inversionistas.
Mercado local. El indicador IPSA, que reúne a las 28 acciones más transadas de la Bolsa de Comercio de Santiago, cerró la jornada con un retroceso del 0,88%, bajando el umbral de los 6.400 puntos y ubicándose en 6.392. El volumen de transacciones alcanzó los US$148,6 millones, superando los promedios recientes de US$123 millones.
Mercados internacionales. En Estados Unidos, el índice S&P 500 se mantenía estable al cierre de la sesión. El informe de creación de empleo privado ADP mostró una creación de 143 mil puestos en septiembre, superando las expectativas de 125 mil.
Acciones destacadas en la Bolsa de Santiago
Las acciones ganadoras de la jornada fueron:
Por otro lado, las principales caídas fueron:
Qué hay tras la fuerte ofensiva de China para estimular su economía (y los efectos en el precio del cobre y el dólar en Chile)
Cuando se habla de crecimiento, la colaboración entre los actores públicos y privados no es una opción, sino una necesidad. Cada parte debe cumplir su rol con responsabilidad y visión de país.
Si bien hasta hace poco, las principales razones tras las fluctuaciones del precio de Bitcoin tenían un carácter especulativo, asociadas a comportamiento de manada de inversionistas minoristas, hoy por el contrario se observa una fuerte incidencia de institucionales movidos por razones fundamentales.
Mientras la base del impuesto no esté determinada por ley y siga dependiendo de parámetros no auditables, el sistema seguirá siendo opaco, discrecional e inconstitucional. Con la mejor de las intenciones, el SII puede anunciar mejoras, ajustes y revisiones, pero sin una reforma legal profunda, todo seguirá siendo un intento de tapar el sol con […]
Con Trump en el poder, conviene desde ya identificar los focos de mayor sensibilidad: comercio exterior, tipo de cambio, seguridad global, energía, política fiscal y tensiones geopolíticas. No se trata de reaccionar a cada titular, sino de construir escenarios, monitorear variables clave y evaluar, con anticipación, posibles coberturas o estrategias de reposicionamiento.
El futuro de Chile para los próximos 20 años depende en gran medida si la oferta electoral que tendremos a nuestra disposición será capaz de resolver -y financiar- estos desafíos estructurales que tienen a nuestro potencial de desarrollo cada vez más disminuido.