Dos horas y media se extendió la reunión en La Moneda del Consejo de Seguridad Nacional (Cosena), la primera que se realiza durante el gobierno de Boric y que tuvo como finalidad abordar la crisis de seguridad. En la ocasión los jefes de las Fuerzas Armadas -que fueron ubicados en segunda fila en la imagen oficial, detrás de los civiles- manifestaron sus opiniones sobre los alcances de la Ley de Infraestructura crítica, pidieron una regulación legal al uso de la fuerza y habrían tomado distancia del llamado de algunos alcaldes para que los uniformados intervengan en las comunas más afectadas por la delincuencia. En el gobierno coincidieron con aquello.
Qué observar. El hecho no era habitual en el palacio de La Moneda, con un estricto cordón policial alrededor de la sede de gobierno, poco antes de la 11 de la mañana, uno a uno fueron llegado los tres comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas. Primero el comandante en jefe de la Fuerza Área, general de aire, Hugo Rodríguez González, luego el del Ejército, general Javier Iturriaga del Campo y finalmente el de la Armada, almirante Juan Andrés de la Maza Larraín.
- La administración Boric, que en principio se oponía a convocar al Cosena, finalmente había accedido tras una fuerte presión política -que incluyó a alcaldes del FA, como el de Estación Central- para reforzar militarmente la seguridad de sus comunas y la arremetida de la Confederación Fuerza del Norte de camioneros para que las FFAA tengan mayores facultades para resguardar los puestos en la frontera de Colchane, en medio de una ola de asaltos que terminó con el asesinato de dos agricultores en la Región de O´higgins.
- Así, aunque la determinación abrió un flanco en el PC, el Cosena se llevó a cabo con la participación del director general de Carabineros, Ricardo Yáñez; el director de la PDI, Sergio Muñoz, el presidente de la Suprema, Ricardo Blanco, la contralora (s) Dorothy Pérez y los presidentes del Senado, Juan Antonio Coloma y de la Cámara de Diputados, Ricardo Cifuentes.
- Por parte del gobierno estuvieron Boric, las ministras Carolina Tohá y Maya Fernández y los subsecretarios Manuel Monsalve y Ricardo Montero.
Militares, ubicados en segunda fila en la imagen oficial. Al contrario de anteriores reuniones del Cosena, la imagen oficial que difundió Presidencia fue con los comandantes en jefe de las FF.AA y de orden en una segunda fila, detrás de las autoridades políticas (había un papel en el piso con sus nombres les indicaba dónde ubicarse).
- En el anterior gobierno uniformados y civiles estaban en una misma fila en la imagen oficial.
- La cita partió con un minuto de silencio por las víctimas de los incendios que afectaron el fin de semana a la Región de Valparaíso, uno de los temas inevitables de la reunión.
- Aunque el encuentro partió bajo la presión de que los militares participaran en el control del orden público, para algunos esta posibilidad quedó desechada o al menos postergada por la reticencia del gobierno y de los propios uniformados.
- En el propio oficialismo la idea era contar inicialmente con la presencia de militares en lugares como el terminal de buses de Santiago, las estaciones intermodales y el aeropuerto. Esto, al menos en la Región Metropolitana, lo que se podría extender a grandes capitales regionales como Iquique y Antofagasta.
Uso de la Fuerza. Según explicó la ministra Tohá, durante el encuentro -el cuál contará con un acta pública con las intervenciones de cada uno de los participantes- las Fuerzas Armadas hicieron varias observaciones en relación al proyecto de Infraestructura Crítica.
- El proyecto ingresado al Senado en agosto de 2023, permite al Presidente desplegar a las FF.AA. en zonas consideradas como críticas (centrales energéticas, lugares de abastecimiento de alimentos, recintos públicos o carreteras). La iniciativa define los lugares que deben ser custodiados, el tipo de fuerza que se debe emplear y cambia la definición sobre el rol de las FF.AA.
- La ministra Tohá señaló tras la reunión algunos puntos en que había existido coincidencia:
- “Una de las observaciones es que quede muy clara cuál es la atribución, cuál es la función, cuál va a ser la tarea que van a hacer las Fuerzas Armadas en estos perímetros alrededor de la infraestructura crítica”.
- “En segundo lugar, que sea muy claro el mando, quién toma las decisiones, cómo se coordinan las distintas instituciones que se instalen en estos lugares”.
- “Y lo tercero, que deben ser claras las reglas de uso de las fuerzas. Un problema que hay en Chile es que las reglas de uso de las fuerzas no tienen rango legal y en eso la mesa tuvo acuerdo completo, todos estamos de acuerdo en que en Chile debe haber reglas de uso de las fuerzas con rango legal”.
Sin programa de trabajo. Para algunos, las observaciones de los uniformados suponían un escollo importante a la idea de que se involucren en el control de la seguridad.
- Las normas sobre uso de fuerza -en que circunstancia y de qué modo los uniformados pueden usar su armamento frente a un hecho delictual- han sido uno de los nudos de la problemática.
- El tema es abordado en la iniciativa sobre infraestructura crítica, pero también a través de otro proyecto gubernamental sobre Reglas de Uso de la Fuerza (RUF).
- La Moneda pretende retomar recién en marzo el proyecto sobre el RUF, así como otro proyecto estancado para actualizar la Ley de sistemas de Inteligencia que ya cumple 20 años. De ambas leyes se conversó durante la sesión del Cosena.
- Asistentes a la reunión señalan que el gobierno no presentó un programa de trabajo sobre estas materias.
- La dinámica habría sido que el Presidente hizo preguntas a todos los asistentes. Los militares respondieron técnicamente.
- Tampoco hubo una instancia de acuerdo para definir puntos en consenso.
- Los parlamentarios -Coloma y Cifuentes- señalaron que fue una buena reunión, pero muy acotada a la Ley de Infraestrcutura Crítica.
- En la cita Cifuentes propuso crear un cuadro especializado que integre a militares, policías e inteligencia.
Sin ingreso a los “barrios”. Un punto en que hubo cierta coincidencia entre militares y gobierno fue sobre los riesgos que implica que los uniformados entren a zonas urbanas o altamente pobladas, ya que no cuentan con preparación para ello, como sí la tienen las policías.
- Los miembros de las FF.AA. ya están desplegados en zonas fronterizas, en el desierto y la cordillera y también en la MacroZona Sur, a raíz del estado de excepción.
- Sin embargo, la posibilidad de patrullar por zonas urbanas -como los terminales de buses de Estación Central- no fue considerada apropiada.
- “Se habló del tema de la presencia de las Fuerzas Armadas en zonas urbanas y en grandes ciudades. En general, las opiniones transversales es que el trabajo al interior de los barrios en una fricción directa con la población en medio de los lugares donde se dan los conflictos ligados a la convivencia y también al desarrollo de los delitos. No es lo más oportuno para la contribución que pueden hacer las FF.AA”, indicó Tohá.
- “En cambio, hay otras tareas más específicas donde sí pueden contribuir. Por ejemplo, el resguardo de los perímetros de la infraestructura crítica o hacer perímetros alrededor de los operativos policiales”.
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