La senadora no está haciendo nada que no haya anunciado antes, ni está innovando en las formas con las que ejerce su poder. Han emergido una serie de rasgos que caracterizan su personalidad, como su facilidad para erigirse en testimonio y su sentido político para llenar vacíos de poder. Y también paciencia y frialdad para cobrar cuentas pendientes, como bien lo sabe Fuad Chahín.
Cuentas por cobrar. La presidenta del Senado habla golpeado y cobra sus cuentas. Esta característica, que no es nueva en la hoy más clara carta electoral de la DC, parece haber tomado por sorpresa al Gobierno y también a parte de la oposición que, hasta hace poco, se parapetaba tras ella para dotar de sentido político a su condición de fortaleza relativa en la cámara alta.
El factor Rincón. De forma más sutil, pero no por ello menos decida, el estilo Provoste cayó también sobre Ximena Rincón que, como carta presidencial de la falange, ejercía como primus inter pares en la bancada DC del Senado. Poco a poco la figura de Provoste fue opacando la de su colega y esa coexistencia problemática se transformó primero en declaraciones de “no soy candidata” (primer requisito para serlo); luego en pautas de prensa conjuntas, en las que Rincón repetía lo que hace minutos había señalado Provoste y finalmente en el episodio de bajadas, renuncias y acusaciones en las que la propia Rincón salió de escena sin que la pistola de Yasna tuviera que disparar un solo tiro.
Sin sorpresas. Siguiendo con las señales, al llegar a la presidencia del Senado, la hoy proto-candidata marcó nítidamente el camino que la guiaría en la testera de la Corporación. En una de sus primeras entrevistas en el cargo señaló, sin mucho misterio, “trabajaré por la unidad de la oposición y por una agenda de reformas que restituya la paz social”, pero tal parece que la entrevista no fue incluida en el cliping de prensa de Palacio.
El presidente Boric repite discursos sobre la seguridad, pero son mucho más las palabras que las acciones. Nada lo ilustra mejor que el santuario de Temucuicui, donde terroristas y delincuentes encuentran refugio seguro. Allí no rigen las leyes chilenas, la policía no entra -cuando lo intentó terminó retirándose humillada- y la entrada de las FFAA […]
Nuestro país se ha convertido en un foco circular de la violencia, un pasaje por donde ingresa y luego sale a otros países y ésta debe ser asumida como una tarea urgente de Cancillería. El centro de nuestros problemas es la dictadura de Maduro y la crisis humanitaria que ha generado y forzado la migración […]
El Estado ha quedado corto en materia de fiscalización, control y sanción sobre los recursos que son de todos los chilenos. Al mismo tiempo, la política ha estado al debe al no hacerse cargo de estas malas prácticas. Creemos en la presunción de inocencia, pero también en las señales políticas que permitan a la ciudadanía […]
Un país gobernable es un país también donde el Presidente de la República tiene una mayoría sólida en el Congreso Nacional que, escuchando a la minoría, avanza en su programa de gobierno aprobando las leyes que se necesitan.
Es importante seguir avanzando en el involucramiento de los directorios para que no sólo se avance en la entrega de información, sino que también en una mejor gestión de los riesgos y oportunidades asociados a los factores sociales y ambientales.