Lo que tenemos en la Convención Constituyente es una nueva generación – el promedio de edad es de 45 años y un 41% tiene menos de 39- que no ha tomado el poder por asalto, lo ha ganado en las urnas. Un segmento etario distinto al que ha detentado el poder político desde el retorno a la democracia y que ahora pondrá su sello a los tonos y contenidos de la nueva constitución.
Pronósticos y resultado. En este mismo espacio, dos días antes de la elección de constituyentes, advertí que parecía riesgoso anticipar resultados sobre la base de la historia electoral anterior. También que dudaba mucho que hubiese buenas proyecciones a partir de encuestas pues, para ello, era necesario contar con al menos 28 encuestas independientes, una por distrito, con grandes muestras cada una y contingentes al día de la elección.
Renovación generacional. En segundo lugar, es una Convención de personas jóvenes. El promedio de edad es 45 años, el más bajo de un órgano de representación popular desde el regreso de la democracia. El 41% de sus integrantes tiene menos de 39 años y la convencional más joven, 20 años.
Apuesta por el diálogo. Desde esta perspectiva generacional podemos empezar a avizorar parte del espíritu que impregnará el Palacio Pereira una vez que la convención esté en régimen.
El presidente Boric repite discursos sobre la seguridad, pero son mucho más las palabras que las acciones. Nada lo ilustra mejor que el santuario de Temucuicui, donde terroristas y delincuentes encuentran refugio seguro. Allí no rigen las leyes chilenas, la policía no entra -cuando lo intentó terminó retirándose humillada- y la entrada de las FFAA […]
Nuestro país se ha convertido en un foco circular de la violencia, un pasaje por donde ingresa y luego sale a otros países y ésta debe ser asumida como una tarea urgente de Cancillería. El centro de nuestros problemas es la dictadura de Maduro y la crisis humanitaria que ha generado y forzado la migración […]
El Estado ha quedado corto en materia de fiscalización, control y sanción sobre los recursos que son de todos los chilenos. Al mismo tiempo, la política ha estado al debe al no hacerse cargo de estas malas prácticas. Creemos en la presunción de inocencia, pero también en las señales políticas que permitan a la ciudadanía […]
Un país gobernable es un país también donde el Presidente de la República tiene una mayoría sólida en el Congreso Nacional que, escuchando a la minoría, avanza en su programa de gobierno aprobando las leyes que se necesitan.
Es importante seguir avanzando en el involucramiento de los directorios para que no sólo se avance en la entrega de información, sino que también en una mejor gestión de los riesgos y oportunidades asociados a los factores sociales y ambientales.