Ex carabinero Zamora, sometido a juicio por Caso Pío Nono: “Mis compañeros se sienten muy poco respaldados”

El 2 de octubre de 2020 en el puente Pío Nono, el carabinero Sebastián Zamora en una acción de represión de manifestaciones terminó impactando con un adolescente que cayó 7,4 metros hasta el lecho del río Mapocho. La fiscal Chong formalizó a Zamora por homicidio frustrado y pidió su prisión preventiva. Estuvo 5 meses privado de libertad. Actualmente se encuentra trabajando como chofer y espera ser sobreseído: “Yo nunca lo empujé ni menos tenía la intención de hacerlo”, señala. Tras peritajes, una resolución de primera instancia del juez Poncio Salles puso en duda la tesis de homicidio frustrado y ahora el caso está en la Corte de Apelaciones. Zamora concedió esta entrevista en vísperas de ir a participar de la multitudinaria manifestación a favor de carabineros en la Plaza Baquedano en la noche de este jueves.

-¿Cómo has vivido todo este período en que te acusaron de homicidio frustrado y luego un peritaje a cámaras sostuvo que no habrías empujado al adolescente? Entre medio te dieron de baja en Carabineros.

-Después de que salí desde el centro de detención de Pudahuel Norte, llegué a mi casa con arresto total. Estuve como unos dos meses con arresto total. Posteriormente, me dieron arresto nocturno. Y cuando empecé a tener arresto nocturno, comencé a trabajar con mi mamá en una feria en Valparaíso. Vendíamos verduras, fruta. Ese tipo de cosas en la feria.

-¿Te afectó mucho que te dieran de baja de Carabineros?

-Para mí, siempre fue mi sueño ser carabinero. Entonces, que me hayan dado de baja obviamente fue un dolor interno súper fuerte. Cuando volví a la casa, tenía muchas ganas de volver a la institución. Con ganas de seguir sirviendo, por así decirlo.

-¿Puedes volver o no?

-Hay posibilidad de volver, sí, pero estamos esperando a que se cierre la investigación.

-¿Cuáles son tus sentimientos sobre la muerte de Daniel Palma, que fue asesinado ayer en pleno centro de dos balazos, uno en la cabeza? En los últimos 23 días han muerto tres carabineros.

-El miércoles estábamos en la Cámara de Diputados con la familia de mi suboficial Rita (Olivares) y con la familia de mi oficial Retamal, que falleció hace poco. Después de la votación, estábamos contentos, pero la verdad es que no alcanzamos a celebrar nada porque posteriormente cada uno llegó a sus hogares y nos dimos cuenta de la triste noticia que estaba sucediendo en ese momento.

Es un dolor súper fuerte, más aún cuando recién se había aprobado la ley Naín-Retamal, estábamos viviendo nuevamente un asesinato a un carabinero. Lo recibimos con mucha pena más que nada por su familia. Se siente súper doloroso verlos a ellos cómo siguen de pie y cómo se mantienen aún de pie.

-¿Lo conocías?

-A mi cabo Palma, no. Estuve trabajando cerca de un mes en esa comisaría, en la 4.ª Santiago Centro, pero no alcancé a conocerlo.

-¿Por qué crees que han aumentado la violencia contra Carabineros incluso con resultado de muerte, algo que en Chile no era común?

-La ley Naín-Retamal es solamente un pequeño paso para grandes cosas que faltan en la institución. Estamos hablando tanto de equipamiento como de la logística en general. Tenemos que pensar que el reajuste salarial, el último fue hace 14 años atrás. Los carabineros están desmotivados, se están yendo.

-¿Has hablado con ex compañeros? ¿Están asustados, tristes?

-Si, hace un ratito estaba hablando con unos compañeros, están súper afectados y ahora voy camino ahora hacia la Plaza Italia a juntarme con la familia de Valentina Becerra, cuyo marido, el cabo Álvaro Morales, fue afectado por un atropello de una motocicleta.

He conversado con varios compañeros y están súper afectados por lo que le pasó a mi cabo Palma. Se sienten súper poco respaldados. Varios de ellos han pedido la baja o están pensando en pedir la baja, porque no existe un respaldo. Están buscando mejores ofertas salariales por otro lado. Muchos pensando en irse a empresas de seguridad ciudadana.

-¿Estás trabajando como chofer?

-Si, me encuentro trabajando como chofer y hago trabajos esporádicos de control de accesos. Últimamente estoy tranquilo. Estuve con terapia psicológica más de un año. Y sigo haciéndola.

-Cuando recuerdas lo que pasó ese día en que un niño cayó al río, ¿te arrepientes de haber hecho algo?

-O sea, todo esto es materia de investigación. La verdad es que no sabes… Las cosas sucedieron como sucedieron. Yo nunca lo empujé ni menos tenía la intención de hacerlo. Vuelvo a repetir, es materia de investigación. Lamento mucho lo que pasó.

Pero estoy super tranquilo, estoy esperando que las cosas pasen. Estamos confiando en la defensa, también confiando mi familia y también en Carabineros. Y estoy súper agradecido de la institución, a pesar de que se dijo que me dejaron de lado, que nadie me apoyó, siempre ellos desde el minuto uno me apoyaron, con el alto Mando, con mis compañeros, con mis colegas, siempre estuvieron al lado mío y no tengo nada que decir al respecto.

-¿Hoy está está peligrosa la calle?

-Yo creo que siempre ha sido de ese nivel. O sea, yo creo que los carabineros que han ido a hacer servicio, en la Legua, en la José María Caro, en la Pedro Aguirre Cerda. Y así un sinnúmero de comunas más peligrosas. También en el norte.

Todos los carabineros que han trabajado en esos sectores, saben que el peligro es inminente. Ahora lo distinto es que han llegado delitos de extranjeros como el secuestro. Y obviamente ha sido mucho más difícil combatirlos porque no hay un respaldo. Carabineros tiene armamento. El tema es que no los podemos ocupar, no los podemos utilizar, se nos cuestiona, etcétera.

-¿Te has juntado o hablado alguna vez con el joven que cayó al río en Pío Nono?

-No, nunca.

-¿Imagino que esperabas que no le pasara nada grave?

-Por supuesto que no… Una vez le pedí disculpas públicas y todo. Bueno, no tuve un buen recibimiento de parte de ellos, así que tampoco voy a insistir.

-¿Pediste disculpas y él no reaccionó?

-Claro.

-¿Estuviste con depresión?

-Al principio, claramente no asimilaba muy bien. Cuando llegué a la casa, no asimilaba bien lo que estaba pasando. No me gustaba estar con mucha gente porque obviamente estuve cinco meses encerrado solo entre cuatro paredes. Entonces al principio me costó un poquito llegar a la casa.

Después me empecé a dar cuenta también que no socializaba mucho con la gente. Empecé a tener problemas con mi familia por mis actitudes propias de no querer sociabilizar, etcétera. Y tomé la decisión de entrar a terapia. No tuve una depresión diagnosticada, por lo menos que mi psicóloga me haya dicho: tienes depresión

Trabajamos con ella hasta cierto punto de mis sentimientos, de mis emociones, de cómo tratar a la gente, etcétera. Y volver más que nada a ser la persona que era antes: yo era una persona sociable, cariñosa, atento. Y creo que ahora ya después de que ha pasado bastante tiempo y gracias a la terapia y gracias a mi psicóloga, estoy volviendo a ser como antes y retomando mi vida.

-¿Cómo lo notas?

-Antes me daba miedo andar en la calle, por el temor a quizás alguna represalia, que me dijeran algo ome gritaran, que le hicieran algo a mi familia. No me gustaba mucho andar con gente en la calle por lo mismo. Ahora no. De hecho me he topado con bastante gente que en su momento me funó por redes sociales. La verdad es que ahí uno se da cuenta que al final son puras palabras y que la gente puede decir muchas cosas por redes sociales y cuando lo enfrentas en persona no son capaces de expresar sus ideas, ni sus pensamientos. Tampoco tengo nada en contra de esas personas. Cada uno tiene sus pensares, su pensamiento, pero yo lo único que necesitaba era poder caminar tranquilo por la calle sin temor y es lo que he podido lograr gracias a la terapia.

-¿Lamentas todo lo que pasó?

-Sí, obviamente. Por mi familia. Por mi papá. Por mi mamá. Por mi abuelo. Por mi pareja. Todos sufrieron bastante.

-¿Y por la familia del joven que cayó?

-Obviamente; debe haber un dolor de ellos y una rabia también hacia mi persona, es entendible y lo comprendo, pero lo que ellos también deben entender es que no fue con intención. Un carabinero jamás se levanta con ganas de matar a nadie. Yo tampoco lo hice en ese momento. Durante todo mi servicio me levantaba súper tranquilo. Es más, ayudábamos a la gente y le dábamos café en la noche en los servicios nocturnos. Que hayan dicho que nosotros lo hicimos con intención y que yo lo hice a propósito es totalmente falso.

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