Jaime Mañalich: “No hay ninguna gestión sobre este hoyo negro que significa el gasto en licencias médicas”

El doctor Jaime Mañalich, ex ministro de Salud de Piñera, plantea que es necesario un cambio estructural en el tema de las licencias médicas, para evitar su descontrol. Además, sostiene que hay un nuevo brote de Covid y que habría que volver a usar mascarilla en ambientes masivos. Respecto de la ministra de Salud, Ximena Aguilera, sostiene que le tiene “mucha confianza” y vaticina: “A ella le va a ir bien”.

-¿Por qué crees que hay una descontrol del uso de la licencia médica?

-La situación es la siguiente: desde que se construye la seguridad social a partir del mundo de los trabajadores, estamos hablando de fines del 1880 en Alemania, se incorpora como un concepto la sustitución del ingreso del trabajador cuando este no puede desempeñar sus funciones con enfermedades generalmente laborales, que es lo que hoy día tenemos reflejado en la ley de accidentes o efermedades profesionales.

Sin embargo, este principio de la seguridad social, se ha ido extendiendo a otras enfermedades ya no laborales sino corrientes. En ese sentido, los subsidios de incapacidad laboral en Chile son tres: laborar propiamente tal, que es de enfermedades profesionales, que entregan las mutuales, con mucha auditoría.

La segunda han sido las licencias maternales, que durante este período de pandemia han tenido una extensión, lo que se ha llamado posnatal de emergencia. La tercera son las licencias medicas por enfermedades comunes.

-¿Estas últimas se han disparado?

-Hace mucho rato que se sabe eso y está documentado. En 2021 se gastaron 1,6 billones de pesos en licencias médicas, casi la mitad de la cotización obligatoria. Hay una ley que implementamos cuando era ministro que sanciona el fraude de licencia médida. Porque, entre otras cosas, hay empresas que se dedican a vender licencias médicas por internet.

¿Cuál es el problema de esto? Que aproximadamente el 40 % de la cotización obligatoria se gasta en licencias médicas. Y esto ha tenido un aumento exponencial a lo largo de los años. En Fonasa entre 2017 y 2021 las licencias médicas han aumentado en gasto un 100%, es decir se ha duplicado.

Si uno saca las licencias maternales y las licencias de Covid, el aumento sigue siendo inexplicable. Se entregan 1,3 licencias médicas por año por trabajador. En Fonasa se tramitan más de 7 millones de licencias al año. En realidad este beneficio no tiene ningún control.

-¿La reforma de salud incorpora este elemento?

-Necesitamos más dinero para salud, pero este año por primera vez en décadas el presupuesto de salud se reduce en un 0,4% en la ley de presupuesto. Pero no hay ninguna gestión sobre este hoyo negro que significa el gasto en licencias médicas por cotizante. De hecho es una parte de la propuesta de la reforma de salud del actual gobierno, que el tema de las licencias médicas se separe del financiamiento de las acciones de curación en salud.

Y que sea manejado por Suseso, por el ministerio del Trabajo, con un fondo acotado y con una fiscalización mucho mayor o mejor, como lo hace la Suseso para las pensiones de invalidez, donde efectivamente hay un cuidado. Pero es evidente que en el caso de las licencias médicas, que son pagadas por todos los chilenos, no está siendo fiscalizado correctamente y eso es grave, porque es mucha plata.

-¿No se puede pensar que parte de ese 1,6 billón es algo que tiene gastarse, por qué crees que se entregan muchas licencias que no son reales?

-O sea yo no sé si son reales o no, pero hay personas que emiten una licencia cada cinco minutos o que venden licencias por internet.  Debería transferirse esta responsabilidad al ministerio del Trabajo para no reducir cada vez más el financiamiento total de Fonasa. Porque ese  es el problema: hay un finaciamiento X para Fonasa, el cual cada vez es consumido en mayor porción por licencias médicas y no por acciones de recuperación de salud.

Entonces no hay financiamiento para las listas de espera, no se aumentan las patologías Auge, no se incorporan nuevos medicamentos, nuevas tecnologías, ¿por qué? Porque, a pesar de que hay un aumento sistemático del presupuesto en salud de parte del gasto fiscal, este se consume todo por el aumento del gasto en licencias médicas.

-¿Y el sistema privado tiene este problema?

-Sí, pero en menor intensidad. Como la cotización obligatoria es de un máximo de 2,5 millones de remuneración, la gente que gana mñas que eso lo único que va a poder recibir son 2,5 millones. En ese sentido, hay un estímulo muy fuerte para las personas de mayor remuneración para hacer  poco uso de las licencias médicas o que sean cortas. Porque tienen un castigo que va directo a su bolsillo.

-¿Cuál es la primera causa de licencia medica?

-La primera causa de licencia, tanto en Fonasa como en Isapre, son por trastornos mentales: un 29%. Antes se estigmatizaba enormemente. La persona si tenía una licencia de salud mental significaba un demérito en su carrera profesional. Ese elemente cultural terminó, afortunadamente. Pero el aumento de las licencias médicas por trastorno mental, en el caso de Fonasa, fueron dos millones de licencias en 2021, y en el de las isapres fueron 517 mil casos.

El problema es que muchas veces la licencia la firma un médico general. Uno esperaría que después de un mes la persona sea atendida por un profesional calificado, un siquiatra, que la trate de sacar de esa crisis, y no que la licencia médica se prolongue, se prolongue, sin que sea conferida por un especialista.

En segundo lugar, el 19 % son licencias por enfermedades osteomusculares, dolor de espalda, artrosis. También son muy prolongadas, y ojalá tuvieran un control con un médico especialista.

-Respecto de la pandemia, ¿hay un nuevo brote?

-Sí. Cuando se decidió rebajar las medidas alrededor de Fiestas Patrias, los números estaban mejorando. Se produjo este relajo y el cambio en la normativa. Y hoy día tenemos una situación que está empezando un nuevo brote, que están llegando nuevas cepas del virus, que en otras partes del mundo están produciendo mucha enfermedad. En ese sentido, hay que revisar algunas medidas que se abandonaron, muy específicamente creo que hay que reponer el uso de la mascarilla.

Tiene que ser una norma de protecctón para todas aquellas personas que tienen contacto con muchas otras personas cada día, como ocurre en el transporte público, en los cajeros de supermercados, en restaurantes. Hay que reponer el uso de mascarilla porque los números van muy mal.

-¿Quieres decir que estamos ante una nueva ola?

-Yo lo creía así y lo confirmó el doctor Mauricio Canals en su último informe. Estamos en un brote nuevo. Los casos están aumentando, las hospitalizaciones van a empezar aumentar, hay un aumento de los fallecidos con una cantidad de tests por día muy baja. En Santiago la positividad del examen PCR se acerca al 20%, o sea uno de cada cinco personas que es testeada tiene Covid. Si se informan 3 mil o 4 mil casos al día, debemos estar en 10 mil. En Chile debemos estar en mucho más de 15 mil casos diarios. Es una nueva ola, con nuevas variantes, Bq.1 y Bq1.1, que ya se han detectado dentro de las fronteras. Tienen mayor escape a la inmunidad producida por vacunas.

-¿La llegada de la doctora Ximena Aguilera al Minsal fue un cambio positivo?

-Yo no puedo contestar con objetividad porque ella fue alumna mía y le tengo una estima gigantesca. Es una gran persona  y una gran técnica. Le pedí que fuera la presidenta del comité asesor nuestro y así lo hizo en esos años. A ella le va ir bien, ya la encuesta Cadem la posiciona como la segunda ministra mejor evaluada. Tengo mucha confianza en ella.