Si bien la lista de Chile Vamos va a ser la primera, no tendrá la mayoría de su sector, y sufrirá un fuerte castigo en sus zonas de confort, como el distrito 11 o la región de la Araucanía. Eso reconfigura el mapa, convirtiendo a José Antonio Kast en un príncipe del sector, con preponderancia sobre los coroneles y capitanes que siempre mandaron. Dentro de las coaliciones oficialistas ya afilan los cuchillos para pasar cuenta ante una debacle que se viene.
El temor se ha convertido en un fantasma de la elección. En la Moneda optaron porque el presidente no hablara en los últimos 20 días e hicieron una campaña de muy bajo perfil, a diferencia del plebiscito de salida, para así repartir las culpas entre los partidos.
- La UDI se ve paralizada por el avance de José Antonio Kast, en especial en el distrito 11, donde una victoria lo podría dejar en una posición de avanzada para los cotizados municipios de la zona.
- El misterio del peso del PDG en la contienda electoral, asusta más que asombra a todas las colectividades.
- Dentro de las coaliciones oficialistas, como narra una nota de este medio, afilan los cuchillos para pasar cuenta ante una debacle que se viene. Incluso algunos hablan de un gabinete bajo riesgo, pese a que el presidente se gastó el Golden ticket hace unas pocas semanas. Winter is coming, como la frase de Games or Thrones, parece ser la consigna de estos días.
El escenario que viene. Por tanto, es necesario poner calma en estos días previos, y hacer un análisis realista de la situación que viene :
- En primer lugar, hay un peligroso silencio de encuestas desde hace 15 días. Esa medida absurda ha hecho que aumenten los rumores, y por cierto de todas maneras circulan encuestas, que no tienen la necesaria validación que realizan los medios de ellas. Eso aumenta más la incerteza y no logra verse por donde beneficia a la democracia.
- La participación, pese a la apatía clara, parece que será alta. A esta hora según fuentes consultadas del Servel ya se sobrepasaron los 12 millones de consultas con rut único sobre los datos de votación. Una exitosa campaña de dicho organismo en convenio con Chile Telcos también ha llegado a las personas con información. Es un aporte a la democracia, en contraste con el silencio de la Secretaría de Comunicaciones del gobierno.
- Los análisis que circulan muestran que la intención de voto favorecerá más a las 3 listas opositoras, que sumadas tendrán una mayoría clara. No es concluyente si lograrán el 62% que sacará el Rechazo, y parece poco probable que sea mayor que ese porcentaje.
- Si bien la lista de Chile Vamos, rebautizada con el poco feliz nombre de Chile Seguro, va a ser la primera, no tendrá la mayoría de su sector, y sufrirá un fuerte castigo en sus zonas de confort, como el distrito 11 o la región de la Araucanía. Eso reconfigura el mapa, convirtiendo a José Antonio Kast en un príncipe del sector, con preponderancia sobre los coroneles y capitanes que siempre mandaron.
- En el norte el PDG tiene más fuerza, pero está por verse cuánto influye el impacto de convertirse en el primer partido en llevar a una narcotraficante condenada como candidata.
Los dilemas. Pero pese a ello, Chile Vamos debiera disputar el primer lugar en todas las regiones, asegurándose al menos 16 consejeros. Ese número le permite negociar con los sectores del gobierno por una Constitución que tenga sentido. El problema radica en cuánto podrá aguantar las presiones desde los Republicanos, como hizo ver sabiamente el ex presidente Piñera en una reunión reservada contada en una nota de este medio.
- Por otro lado, para el gobierno la buena noticia será que la lista D, más cercana a la Moneda, podría disputar también el primer lugar en algunas regiones donde la elección es más parecida al binominal, y se ve difícil que la lista liderada por el PPD, la supere. Ello puede armar un buen discurso a favor de la unidad, y para evitar una pelea sangrienta, agregar que la otra lista amplió la base.
- La mejor manera de salir bien de esta para la Moneda es un discurso de unidad, en voz del Presidente. Pasada la contienda, y todas las cuitas asociadas a seguridad ciudadana al calor de la campaña, puede volver a convocar a la oposición a una mesa de trabajo, en pos de los problemas del país, y dejar el tema constituciones en manos de consejeros y expertos. Puede ser una luz en vez de un mal trago.
- Por otro lado, el mejor antídoto para Chile Vamos es mantener su palabra en el tema constitucional y buscar acuerdos con quienes prefieran un texto consensuado, y con ello terminar de una vez por todas el tema. Las bases son un buen punto de partida, y el trabajo de los expertos ha tenido la calidad suficiente para tener una buena oferta al país. Aunque cueste y los masacren en redes sociales es la única manera de enfrentar la oleada de los Republicanos, y el populismo de Parisi y sus Bad Boys.
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