-¿Cómo evitar que los 50 años del golpe se conviertan en una conmemoración partisana?
-Hay una dimensión que es analítica, pero otra que tiene que ver con cómo nos imaginamos el futuro en común. Y creo que esa es la relevancia. No me gustaría que de repente la sociedad chilena se vaya a transformar en una comunidad de historiadores, que van a estar procesando estrictamente la situación de septiembre del 73. Lo que importa es ver la dinámica y cómo el país se ha proyectado en el tiempo, cuál es el país que hoy día tenemos.
-¿Qué edad tenías para el golpe?
-Dieciocho. Era dirigente socialista de la generación que lideraba Carlos Lorca, que era muy partidario de apoyar al presidente Allende. Lo viví desde una lógica en el interior de la Unidad Popular, de aquellos que no creíamos en las armas.
-¿Eran minoría?
-Yo diría que al final, independientemente de cuál fue la correlación de fuerzas al interior de la Unidad Popular o de la izquierda chilena, fue imposible evitar el desenlace que ocurrió… pero más que interesarme en ese aspecto del suceso, me interesa el Chile que tenemos hoy, como resultado de esa interrupción del proceso democrático.
Hay dos dimensiones. Primero, la importancia y la valoración que se hace de las instituciones democráticas. Hoy tenemos una debilidad de las instituciones bien acentuada, que se han puesto a prueba y en tensión en los últimos tres años. En segundo lugar, a partir de estos 50 años, se ha puesto en el abecedario chileno la valoración de los derechos humanos.
-¿Cómo encuentra al país este medio siglo del golpe?
-Nos pilla de nuevo con instituciones precarias, de nuevo con un país que está tensionado, con polaridades. La efeméride tiene bastante que ver con el futuro : nos obliga a pensar, por ejemplo, en la Constitución como un conjunto de reglas del juego, que compartamos todos, con un amplio respaldo a los derechos humanos.
-Óscar Guillermo Garretón escribió que esperaba que este aniversario no sea una especie de santuario hacia Allende o la Unión Popular y se olvidaran los errores que se cometieron.
-Yo me aparto un poco de Garretón. Lo que importa es mirar el país hoy, después de 50 años. Respecto del pasado, es un debate que es ineludible. Pero creo que convoca menos o es menos relevante que las consideraciones sobre lo que tiene que ver con el futuro. El presidente Lagos señaló hace pocos días que estamos peor que ayer. Ya no somos lo que éramos.
-¿No estás de acuerdo con eso?
-No. Creo que es parte del balance que hay que hacer. No lo descartaría. Hoy estamos en materia de cohesión social, con un enorme déficit
-Uno de los temores es que se divida el país entre pinochetistas y allendistas. ¿Crees que todavía está esa fractura en Chile?
-Yo creo que sí y no. Tengo la sensación de que hay una distancia y una diferencia significativa, porque Allende representa un mundo y un universo de valores bastante amplio. Ese no es el caso de Pinochet. No desconozco que hay pinochetistas y no se me olvida nunca, porque estuve en la campaña del No, cuando el Sí obtuvo 44%. Por lo tanto no minimizo su relevancia en la sociedad chilena..
La polarización es un riesgo en la sociedad contemporánea. La polarización en sociedades con debilidades institucionales como es la nuestra, son una invitación, una antesala a soluciones autoritarias. Es así siempre.
Ese es el valor trascendental de que se vayan a mezclar estos 50 años del Golpe de Estado del 73 con el proceso de elaboración de una nueva Constitución. Lo que es totalmente evidente es que nadie puede pretender que esta imagen de la casa común signifique que todo el mundo piense lo mismo.
-¿Votaste apruebo?
-Sí.
-¿Qué te parece el acuerdo?
-Creo que se puede dar un buen debate constitucional. Para empezar, considero la paridad en el acuerdo como un logro civilizatorio respecto de la política 50 años atrás. Ahora, no es todo lo que hubiéramos querido. Nada es perfecto, pero no hay que olvidarse que hubo un 4 de septiembre. Fue durísimo.
-¿Piensas que el papel de los expertos puede ser importante?
-Tengo una gran duda en los expertos. Se sabe que la convención estaba llena de expertos. Y resultó lo que resultó. Tengo la sensación de que lo que pueden hacer los expertos es ayudar a que los insumos esenciales de un debate constitucional razonable estén sobre la mesa.
El interés principal, que a mí por lo menos me mueve en relación a la nueva Constitución, es ver cómo perfeccionar un régimen político, nuestras instituciones democráticas, que yo las veo hoy día muy debilitadas y muy precarizadas. Esa es la cuestión principal. Cómo logramos hacer que en Chile el Gobierno tenga la oportunidad de poder pasar una legislatura. Que no se produzca la eternización de una discusión, como las pensiones, de algo que en el consenso técnico estamos todos de acuerdo hace diez años.
-¿Cuál debería ser la actitud de Boric frente a los 50 años del 73?
-Es una persona cercana a la imagen de Allende. No debería tratarse de Allende o de Pinochet estos 50 años. La cuestión principal que yo defiendo consiste en que eso ya tiene su lugar y su cauce; el tema es cómo de alguna manera somos capaces de ordenar una conversación sobre el futuro a propósito de los 50 años. Esa es la tarea, a mi juicio, que debería plantear el Presidente.
El economista Patricio Rojas advierte que Chile enfrenta un escenario fiscal frágil, marcado por bajo crecimiento, inversión débil y empleo público como principal sostén laboral. Señala que las proyecciones de Hacienda son optimistas y que muchos de los desafíos actuales quedarán como herencia para el próximo gobierno.
El derrotado candidato de Chile Vamos a la gobernación de Santiago, que dio la sorpresa al pasar a segunda vuelta, analiza su campaña contra Claudio Orrego y afirma que le queda “mucho por mejorar” en su carrera política. “Tengo 38 años, fue la primera vez que enfrenté la papeleta. Me quedan muchas cosas por cambiar. […]
El 30 de noviembre se cumplen 150 años del nacimiento de Winston Churchill, una de las figuras señeras del siglo XX. El historiador Joaquin Fermandois destaca sus mayores aportes como político y como escritor. “Era un gran orador. No se compara con algunos oradores contemporáneos, como Castro, Chávez, que pueden ser convincentes, pero violentos”.
No ha pasado inadvertido el estilo de Yamandú Orsi, el presidente electo de Uruguay, de tendencia izquierdista, quien ha dicho que va a enfocar su mandato en el crecimiento y la lucha contra el crimen. El economista uruguayo Aldo Lema analiza las similitudes y distancias entre Boric y Orsi, que toma posesión el 1 de […]
El economista socialista y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, advierte sobre los efectos que tendría para nuestro país una política comercial basada en el “mercantilismo”, impulsada por el próximo gobierno de Donald Trump. “Eso sería dramático. Los dos sectores exportadores chilenos estrellas son los salmones, que se […]