Radiografía a la elección del Consejo Constitucional. Por Ignacio Imas

El escenario se encuentra cada día más acomodado para que las oposiciones, pero fundamentalmente las derechas, tengan un buen rendimiento electoral. Dependerá del resultado de esa noche para que pasen de ser un eventual actor de veto, a quienes tengan el peso sobre sus hombros de llevar este proceso constitucional al éxito o fracaso.

Estamos a poco más de 20 días para celebrar la elección de consejeros constitucionales, y el ambiente electoral no se siente por ninguna parte, sólo la franja televisiva revierte en algo esa impresión. Mal ambiente cuando por primera vez tendremos voto obligatorio para elegir autoridades.

No obstante esto, es fundamental analizar el escenario de cara al 07 de mayo, por lo que junto a un grupo de profesionales de Asuntos Públicos – Imaginaccion creamos un modelo predictivo basado en variables como prioridades ciudadanas (seguridad y orden público, economía, salud, pensiones, temas locales) y variables de una dimensión exclusivamente política, como representación en el Congreso, estrategias de los partidos.

Hoy el tema seguridad se encuentra como primerísima prioridad entre las personas, y serán los pactos que mejor logren abordar este tema, los que tengan mejores frutos. Ya no se trata de sólo demanda por presencia policial, subimos un peldaño a mayores atribuciones de Carabineros al actuar. Algo así ha logrado plasmar en su franja Chile Seguro (UDI-Evópoli-RN) , y en mayor medida el Partido Republicano, quienes tomaron este eje casi exclusivamente.

Una segunda conclusión es ante el ajuste económico que vive no solo nuestro país, donde consideramos que el pacto que mejor logre equilibrar mayor crecimiento y equidad social, tendrá ventaja por sobre los otros.

En este punto, hasta ahora Todo por Chile (PPD-DC-PR) en su franja lo ha hecho comparativamente mejor, sobre todo cuando se trata de vincularlo a reconstruir los canales de acuerdos y diálogos, evocando a la extinta Concertación.

Como expresamos, las variables políticas también tendrán algo qué decir. Unidad para Chile (Apruebo Dignidad-PS) tiene un problema imposible de resolver, y es purgarse del peso que significa ser el pacto más oficialista, además tampoco ayudan con una franja poco armoniosa donde escasea un mensaje homogéneo.

Otro factor que jugará un papel relevante será el perfil de las candidaturas. El PDG ha optado nuevamente por candidatos con bajo conocimiento público, por lo tanto, la figura de Franco Parisi tendrá un rol gravitante.

Caso similar ocurre con los republicanos a quienes José Antonio Kast les sirve como enganche. La diferencia entre ambos radica en el desorden mostrado a nivel parlamentario, de los primeros con una merma de su bancada, mientras que los segundos han logrado capitalizar de forma importante estos meses.

Con todo, podemos deducir que el escenario se encuentra cada día más acomodado para que las oposiciones, pero fundamentalmente las derechas, tengan un buen rendimiento electoral. Dependerá del resultado de esa noche para que pasen de ser un eventual actor de veto, a quienes tengan el peso sobre sus hombros de llevar este proceso al éxito o fracaso.

Por último, Todo por Chile puede dar una sorpresa con su estrategia de figuras conocidas. Si esa estrategia es eficaz, se pueden transformar en el actor bisagra que aglutine a Chile Seguro con consejeros moderados de Unidad para Chile. Veremos, porque el voto obligatorio dirá lo suyo, finalmente son ahora alrededor de 7.5 millones de personas más quienes estarán obligados a votar.

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