Perfil: Juan Ignacio Latorre, el hombre sin respuestas. Por Rafael Gumucio

Escritor y columnista
Crédito: Agencia Uno.

Latorre parece ser parte de un problema mayor, un problema que está en el centro del malestar en que vive hoy por hoy la civilización occidental. Este no es otro que la incapacidad de traducir a las nuevas redes y formas de vida social, el concepto de responsabilidad.


Juan Ignacio Latorre fue la sorpresa de las elecciones parlamentarias de 2017. Con apenas un 4% de los votos salió elegido senador, el único de RD y el Frente Amplio de toda la Cámara Alta. De esta sorpresa parece no haberse repuesto aún. Ha logrado así que, 4 años después, nos siga sorprendiendo de que sea senador. Aunque ahora es, además, sorpresa de sorpresas, presidente de RD, partido en el centro de todas las últimas irregularidades. Puesto que ha asumido con la misma capacidad de crear problemas donde no los hay y de agravar los que sí ya existen.

La magia implacable de conseguir casi siempre que sus declaraciones ofendan a sus socios del Socialismo Democrático. Talento que le ha obligado también a ejercer la aptitud paralela de pedir disculpas por todo y cualquier cosa que dice sin pensar, o que piensa sin decir.

¿Se podía esperar otra cosa? Antes de ser senador, Latorre, había trabajado en ONG, capacitaciones, hogar de cristo, CVX (comunidad de vida cristiana), comité de ética ignacianos, nada con masas, nada con política ni menos con poder. Psicólogo posgraduado en Barcelona, entró a RD entusiasmado con la figura de Giorgio Jackson, de sensibilidad ignaciana como él, como él atravesado por el ansia de ser bueno y el vértigo de no serlo tanto.

De pronto, por esas sorpresas que la democracia propone, este líder sin multitud, este político sin casi pasado político, ese joven posgraduado en bondad le toca explicar lo inexplicable y asumir una inasumible responsabilidad política en un caso cada vez más turbio que involucra a muchos dirigentes de su partido, que son también sus amigos o conocidos.

Tienes que explicar, tiene que calmar el fuego, tiene que alinear a sus aliados. Es lo que se espera de un presidente de partido, que diga “aquí no ha pasado nada” o “lo que pasó pasó, y no volverá a pasar.” Pero ¿Qué hace? Le echa la culpa al papá. Porque Carlos Montes, al que acusó de saber lo que aparentemente no sabía, llegó a la política por las mismas razones que Juan Ignacio Latorre: por una mezcla de entusiasmo religioso y generosidad social.

Claro que era en los años 60 y Montes se hizo del MAPU y participó de la UP (como los padres de Juan Ignacio Latorre, por lo demás).  Luego la tortura, la cárcel pública, la dirigencia clandestina, hasta hacerse diputado por 14 años. Recién ahí, después de 40 años de vida política, se hizo senador y ahora ministro de Vivienda.

No puedo imaginar la desazón que debió sentir alguien, que, como Montes, aprendió a golpes que el “sapeo” es el más peligroso de los vicios, ver a este incombustible joven de anteojos descargar en él la responsabilidad en un lío que concierne casi solo a altos dirigente de Revolución Democrática, el partido que se supone dirige Latorre. Pagaría por escuchar las chuchadas del habitualmente comedido Montes, que debe todos los días preguntarse en qué lío se metió con estos “socios” que siempre encuentran a algún empedrado al que echarle la culpa de todo.

Los años no añaden talentos ni honestidad a nadie. Vimos hace poco al alcalde Torrealba, un ducho político, caer como un niño por guardar en billetes todo lo que recolectaba. Y al revés hay políticos, el presidente uno de estos, que nacieron talentosos. Los años no enseñan nada, solo enseña la experiencia. La experiencia, que solo a veces llega con los años, que enseña una sola cosa, que eres responsable no solo de tus actos sino de muchos que cometen vecinos, amigos, novias, y sobre todo hijos o hijas.

La vida enseña que lo quieras o no, siempre eres culpable y lo eres mucho más si quieres ser de alguna manera inocente. El infierno está pavimentado de buenas intenciones, dice el dicho, y los gobiernos totalitarios llenos de boy scout y exseminaristas que solo querían un mundo mejor.

Juan Ignacio Latorre parece entonces ser parte de un problema mayor, un problema que está en el centro del malestar en que vive hoy por hoy la civilización occidental. Este no es otro que la incapacidad de traducir a las nuevas redes y formas de vida social, el concepto de responsabilidad. Esa responsabilidad que necesita de dos sujetos que se saben reales, que saben que son humanos, algo que podemos asegurar cada vez menos. De ahí la multiplicación de pasamontañas, máscaras, alias y avatares.

La escritora danesa Isaac Dinesen (de nombre civil Karen Bilixen) se hizo amiga en África de un noble inglés que cazaba leones. Este tenía en su escudo de arma el lema “Je responderé”. “Yo responderé”. Este es el lema de todo caballero o dama, de toda persona con responsabilidad civil o política, de toda persona consciente de que el mundo lanza desafíos, que la vida es como lo escenifica Jacobo contra el ángel, una pelea por conseguir un nombre.

Pero para decir “Yo responderé” hay que tener primero un “yo” claro, un “yo” que sabe por qué llego aquí, y dónde llego. Y luego asumir el riesgo de responder a las preguntas, a los desafíos que nunca son los que se espera de nosotros.

Uno no siente en el senador Latorre, como en casi toda su generación, ninguna de esas dos certezas. Ni la certeza de que sepa del todo quién es, ni de lo que significa la enorme responsabilidad que ejercen. La única seguridad que los sustentaban, la de ser de alguna manera más puros y decentes que los políticos de antes, acaba de derrumbarse estrepitosamente. ¿Qué quedara después de todo? Está por verse.

Para seguir leyendo columnas de Ex-Ante, clic aquí.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Ex-Ante (@exantecl)

Publicaciones relacionadas

Ex-Ante

Febrero 16, 2025

Por qué a Boric le favorece una nueva candidatura presidencial de Bachelet

Imagen: Agencia Uno.

Para Boric es fundamental que el candidato del oficialismo concite la unidad del sector, represente una continuidad de su discurso y rinda en lo electoral. A juicio de analistas, Bachelet es quien cumple con esas tres condiciones. Pero, además, el Mandatario estaría aspirando a mantener su liderazgo en la izquierda, pavimentando el camino para un […]

El crimen de Ojeda nos acerca a la verdad sobre octubre de 2019. Por Sergio Muñoz Riveros

La certeza de que los asesinos de Ojeda cumplieron una misión de la camarilla mafiosa que gobierna en Venezuela plantea una pregunta inevitable: ¿Actuaron antes en Chile sus “soldados”? ¿Hubo otras misiones que violaron igualmente la soberanía chilena? No queda sino sumar 2 más 2. En febrero de 2024, Diosdado Cabello declaró a la TV […]

Marcelo Soto

Febrero 15, 2025

Alfredo Jocelyn-Holt y estatua de Baquedano: “Corre riesgos si vuelve a la Plaza Italia” 

El destacado historiador Alfredo Jocelyn-Holt critica la posición, que asocia al nacionalismo, que rechaza cambiar de lugar el monumento de Baquedano. “La estatua de Virginio Arias me parece simplemente extraordinaria, quizá la obra escultórica más lograda de un escultor chileno. Por eso insistiría en que se la proteja por sobre cualquier otro valor”, afirma.

Ex-Ante

Febrero 15, 2025

Valparaíso: laberinto, misterio, ruina. Por Lucy Oporto Valencia

Durante la asonada de octubre de 2019, fue la tercera ciudad más vandalizada de Chile. Su ejecución contó con un amplio beneplácito de académicos, artistas y poetas, embelesados ante la “revolución” y sus engañosas posibilidades, destinadas tanto al mercado académico como a su posicionamiento faccioso en la “batalla cultural”, ejercidas con permisividad en las mismas […]

Ex-Ante

Febrero 15, 2025

Platas congeladas al FA: el problema para la directiva de Constanza Martínez que dejaron los insólitos gastos cuestionados a RD y CS

Diego Ibáñez, Juan Ignacio Latorre y Diego Vela. (Agencia Uno)

La retención de $257 millones en aportes al Frente Amplio que realizó el Servel dejó al descubierto los cuestionamientos a los insólitos gastos de los partidos oficialistas fusionados en 2024. También, la dificultad de la nueva directiva para subsanar el problema. Latorre, Vela e Ibáñez fueron los presidentes de RD y CS en 2023.