Fue el hombre que sorprendió al mundo jurídico y político esta semana, al cuestionar a la presidenta del TC Nancy Sánchez, por adelantar la revisión de los indultados por el Presidente Boric. Acusó presiones del Gobierno para “zafar” del tema. Esta es su historia.
Una moneda al aire. Así fue designado José Ignacio Vásquez el 31 de agosto de 2015 como ministro del TC. Aunque méritos no le faltaban, hubo dos empates con Eduardo Aldunate. En ese momento Sergio Muñoz debió recurrir a la suerte y lanzó la moneda. Algunos critican a Javiera Blanco, ministra de Justicia de la época, por este escenario.
- “Ella no hizo la pega y permitió la llegada de Vásquez, de derecha, al TC y la Concertación perdió la mayoría. Ahí aumentan las críticas de la centro izquierda al Tribunal Constitucional. En cierta forma es el inicio de una larga crisis que se expresó ayer”, dice un abogado cercano al organismo.
- El ministro José Ignacio Vásquez reveló a La Segunda fuertes discrepancias internas en el tribunal a partir de la decisión de su presidenta, Nancy Yáñez, de adelantar (del jueves 23 al martes 21) la revisión del requerimiento de inconstitucionalidad que dispusieron senadores de Chile Vamos y los Demócratas en contra de 7 de los 13 indultos otorgados por el Presidente Boric a fines de diciembre.
- El magistrado negó que quedaran expedientes sensibles como para justificar adelantar la vista de la causa y evitar así filtraciones, como planteó Nancy Yáñez. “Esa es la excusa de ella y de ellos. La verdad es que esto fue simplemente por presión del gobierno y me lo confirman los llamados y el mensaje que tuve anteayer, cuando ya había hecho manifiesto que no iba a participar: ahí se desesperaron. Lo único que quería el gobierno era zafar de esta cuestión y sabían que iban a zafar bien. Necesitaban un triunfo y esto era crónica de un rechazo anunciado”, afirmó.
- “José Ignacio es nacionalista. Lo que él desprecia es a los políticos. Se considera muy patriota. Y al mismo tiempo es bastante liberal. La izquierda se olvida que la Ley de Interrupción del Embarazo la pudieron sacar por el voto de Vásquez”. Su admiración por Schmitt lo enlaza con Fernando Atria, pero sus perspectivas son de diferentes. “La de Atria es una perspectiva más militante. La suya es una perspectiva más de estudio”, dice un cercano.
- De hecho, como cuenta un abogado, parte de la izquierda hizo campaña contra el TC cuando coincidieron Vásquez, Aróstica y Romero. Algunos los llamaban “el VAR”, como en el fútbol, una herramienta que sirve para anular los goles ilegítimos. “Es un gallo peleador, pero muy respetuoso de la forma. Lo que hizo el martes en el tema de no aceptar que el Tribunal Constitucional adelantara la tabla, habla bien de él como juez”. Dicen que tiene poca actividad social y que lleva una vida austera. Le gusta mucho caminar. A veces le pide al chofer que lo deje a mitad de camino y se va a pie a su casa. Los fines de semana siempre se lo puede ver en algún café como Moka o Tavelli.
El profesor. Una persona que conoce el TC dice que “él siente que está cumpliendo una función súper importante. Al Tribunal Constitucional lo entiende como un límite democrático a las arbitrariedades de los políticos. O sea, es un invento alemán precisamente para defenderse de los totalitarismos. Surge como una consecuencia el nazismo”.
- Su faceta como profesor es muy importante para él y le dedica harto tiempo. En un blog de la Escuela de Derecho de la U. dicen que se preocupa de que los alumnos aprendan: “Lejos de querer reprobar a la mitad del curso para obtener respeto, se preocupa que todos sus alumnos aprendan los contenidos enseñados y que además éstos puedan continuar tranquilamente el ciclo, sin el temor de ser rajados”.
- Quienes lo conocen dicen que, pese a ser de derecha, ha votado en contra de Piñera (tercer retiro) y a favor de Bachelet (interrupción del embarazo). “Eso marca una diferencia. María Luisa Brahm nunca votó en contra de Sebastián Piñera y Carlos Carmona y Gonzalo García de jamás dejaron de hacerlo a favor de los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría”, comenta un abogado.
Días intensos. Fue una semana álgida para José Ignacio Vázquez, nombrado por cupo de la Corte Suprema. Según cercanos, fueron días de mucho trabajo, de mucho estudio y concentración. Ha reconocido a sus amigos haber vivido cierta tensión interna, a raíz del rechazo al requerimiento de parlamentarios opositores en contra de 7 de los 13 indultos otorgados por el Presidente Boric: 6 condenados por el estallido social y otro al ex frentista Jorge Mateluna..
- Cercanos a Vásquez señalan que suele ser franco, frontal y que sigue, según él, una cultura distinta a la chilena, en la que no se dicen las cosas de frente. “Las cosas se dicen muchas veces por atrás”, ha dicho. Le gusta decir al pan pan y al vino vino. Ha reconocido que los chilenos no se parecen a los argentinos ni a los españoles. Eso lo ve en el Congreso”. Por eso se siente una minoría.
- Piensa que el resto de los ministros tienen un tejado de vidrio, en el sentido de que obedecen a intereses políticos. Entre sus alumnos suele citar el ejemplo del Consejo Constitucional Francés que en los años 80 votó en contra de determinadas políticas o aspectos que correspondían al gobierno Mitterrand.
- Por lo mismo le gusta mencionar “el deber de ingratitud”. Al revés de lo que -según él- sucede en Chile: cuando te nombran, lo que se espera es el deber de gratitud. Es decir que votes a favor de quién te nombró, ha comentado.
- Para Vásquez lo que sucedió esta semana es gravísimo. “Hubo un cantidad de incongruencias, de contradicciones, impresionante”, comentó a sus amigos. “Según el Gobierno, los antecedentes ameritaban el indulto, pero resulta que los antecedentes de Gendarmería eran desfavorables”, comentó.
Resistencia a las presiones. Vásquez niega a sus cercanos aceptar cualquier tipo de presión. “A mí no me pueden llamar”, insiste. A lo más, advierte, le mandan algún mensaje. “Estamos preocupados aquí”. Pero nadie, asegura, lo va a llamar directamente. De repente, agrega, pueden haber algunos casos en que le envíen un mensaje. En el caso de los indultos, el gobierno necesitaba salir urgente de esto, ha reconocido.
- Fue compañero de curso de Ana Lya Uriarte, en Derecho. Son de la misma generación del año 80, la primera que estudió la Constitución hecha durante el régimen de Pinochet. Una diferencia de Vásquez con muchos de sus colegas es que estudió Ciencias Políticas. Durante siete años fue director de estudios de la Suprema, a la que llegó en 2006.
- Tiene una muy mala opinión del sistema judicial chileno: su diagnóstico es que existe una pésima técnica legislativa, una pésima forma de legislar malas leyes. Algo que se viene arrastrando hace mucho tiempo. Dice que no es tanto un problema de derecho, sino un grave déficit en lo humano. Una crisis de idoneidad intelectual y moral en la política. Ha dicho que los partidos políticos están en un nivel francamente deplorable, que Chile es una partidocracia.
- Fue ayudante de Carlos Cruz Coke -padre de Luciano-; se fue a Alemania y posteriormente hizo un doctorado. Trabajó 12 años en la Municipalidad de Vitacura; después siete años en la Corte Suprema. Fue presidente del Tribunal Ambiental de Santiago. Ha sido profesor en varias universidades.
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