Pepe Auth y rol de militares en materia de seguridad: “El oficialismo actúa casi como oposición”

El analista electoral y ex diputado Pepe Auth plantea que el apoyo del Presidente Boric a la solicitud del alcalde Tomás Vodanovic a que las Fuerzas Armadas cumplan un rol en la crisis de seguridad, tiene relación con que el mandatario “necesita un buen resultado electoral y eso pasa por respaldar a sus principales candidatos”. Esto considerando que “las elecciones municipales juegan un rol determinante en las presidenciales”.

—El alcalde Tomás Vodanovic solicitó esta semana apoyo de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad. ¿Hay un cambio de tono en los alcaldes del oficialismo por ser un año electoral? 

—Efectivamente, aunque la maduración venía de antes. Ya había pronunciamiento del alcalde Felipe Muñoz de Estación Central, del alcalde de San Bernardo y otras figuras del oficialismo, pero es evidente que con el comienzo de marzo empieza el tobogán electoral y los alcaldes, y no solo ellos, se disponen a entrar a la batalla, la que consiste básicamente en un escenario de voto obligatorio e intentar sintonizar con los principales problemas de la gente.

Entonces las disquisiciones ideológicas y los prejuicios políticos van a pulverizarse y aquí es obvio que van a tomar protagonismo discursos como el de Vodanovic o Muñoz, por sobre los de Winter e Ibáñez porque los alcaldes necesitan hablarle al conjunto de la población y no al tercio que apoya el gobierno.

—¿Cómo se interpreta que el mismo Presidente Boric irrumpa en esta discusión del rol de los militares? 

—Obviamente él necesita un buen resultado electoral y eso pasa por respaldar a sus principales candidatos, y Tomás Vodanovic, en la comuna más grande junto con Puente Alto, es muy importante que sea reelecto. Por lo tanto, el Presidente está obligado a mostrarse, y seguramente esto lo conversaron antes, en línea con la demanda porque no es casualidad que cuando la misma demanda la hicieron Codina o Carter, la reacción fue completamente distinta.

—¿Eso tiene relación con la idea de tener alcaldes en lugares claves para las elecciones presidenciales de 2025? 

—Las elecciones municipales juegan un rol determinante en las presidenciales: Las últimas 5 elecciones de alcaldes, el sector que las ha ganado, gana después la presidencial. ¿Por qué tienen tanto impacto?

Primero, por la moral de las tropas. Segundo, porque es muy distinto hacer una campaña presidencial en Maipú con el alcalde que con un puñado de concejales y si tienes alcaldes en las principales comunas, las de mayor población, tu resultado en ellas va a ser potencialmente muy superior.  Y tercero porque es en las municipales donde se consolidan las figuras presidenciales, es decir, quienes acompañan a los candidatos son finalmente los que luego van a protagonizar la elección.

El problema hoy del oficialismo es que la principal figura que tiene es Boric. Pero Boric tiene un 30% de respaldo y un 60% de rechazo. En cambio, los candidatos de oposición tienen a Matthei y Kast. Matthei en particular tiene más de 70% de valoración positiva y menos de 30% de negativa. Por eso es que Matthei, con toda certeza creo yo, va a optar por ser el rostro de la campaña municipal en lugar de candidata a alcaldesa en Providencia.

—¿Cómo se analiza que sea la alcaldesa Evelyn Matthei la que esté en desacuerdo con las declaraciones de Vodanovic? 

—Esa es la paradoja porque es evidente que en las condiciones actuales no pueden salir los militares porque no tienen la definición de las Reglas de Uso de la Fuerza y porque no ha terminado de tramitarse la ley de infraestructura crítica. Creo que es una buena jugada del oficialismo porque deja un poco descolocada a la derecha que antes la pedía, pero ahora como la pide el oficialismo, aparece poniendo objeciones en un tema que tiene más de 75% de respaldo ciudadano. La oposición aparece condenada al realismo y el oficialismo actúa casi como oposición.

—¿Esta postura que tuvo Matthei le puede jugar una mala pasada? 

—Está por verse. Lo que van a hacer Matthei y los parlamentarios de oposición, me imagino yo, es poner el foco donde tiene que estar que es la concreción de las leyes que están en suspenso porque es obvio que el Presidente no está en condiciones de mandarlas a la calle sin Reglas del Uso de la Fuerza. Primero porque ellas mismas están muy reticentes a hacerlo y segundo porque tampoco tienen el resorte legal para hacerlo. Dijo que pudiera hacerse por decreto, pero yo no creo que ese sea el camino.

—Si llegase a hacerse por decreto, como lo planteó como posibilidad el mismo Presidente, ¿podría generar aún más problemas con su coalición?

—Podría dejar a la derecha muy descolocada porque, oponerse a una medida como esa, desde la derecha sería complejo. Pero al mismo tiempo el Gobierno no tiene el respaldo interno para tomar una iniciativa de esa naturaleza.

El Presidente tiene por ejemplo, y lo ha tenido siempre, el resorte de decretar estado de excepción en la Región Metropolitana por 15 días. Eso lo pudo haber hecho. Le habría sido muy rentable desde el punto de vista político, sin duda, pero el problema básico del gobierno es que la maduración vertiginosa que ha tenido el Presidente en su enfrentamiento con la realidad no la han tenido sus partidos ni sus congresistas.

—En el oficialismo de todas formas no hubo consenso en este tema. ¿Esta demanda por seguridad en un año electoral puede generar un mayor quiebre en la alianza de gobierno? 

—Eso ya viene desde el mismo momento en que se comenzó a gobernar. Parte de los diputados del Frente Amplio y particularmente del Partido Comunista han votado en contra o se han abstenido incluso de la prolongación de los estados de excepción en el sur, de la infraestructura crítica, porque hasta el fin de la legislatura anterior se opusieron terminantemente. Cuesta darse vuelta de carnero. Cuesta menos cuando tienes que enfrentar la realidad que es lo que hace el Presidente y sus ministros. Cuesta mucho más cuando ves la realidad desde el prisma ideológico como acostumbra a verse desde el Congreso.

Los diputados del mismo sector que le hablan a su tercio y que no están lidiando, no están enfrentados a resolver el problema, sino más bien a comentarlo. Esta tensión ha hecho, creo yo, que siendo el gobierno que más ha avanzado en preparación legislativa para enfrentar la inseguridad no pueda celebrarlo porque la mitad de su coalición está descontenta con lo que ha hecho. Es una paradoja que al final, cuando se haga el balance del gobierno, uno de los principales avances va a ser en este plano.

—¿Con esta discusión se da por iniciada la campaña? 

—Las campañas reales son mucho más largas que las legales y para parar un candidato a alcalde se necesita tiempo. Yo creo que están bastante atrasados, ambos, pero particularmente la oposición porque tiene menos alcaldes y por lo tanto necesita más desafiantes. Tiene poco más de 80 de los 345. Y ambos pueden cometer el error de decretar primarias como excepción y no como la regla general. Las primarias debiesen ser la regla general porque sino se va a repetir el fenómeno de la elección de 2021 donde hubo 525 candidatos a alcalde fuera de pacto y 105 vencedores.

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