Patricio Rojas: “Entre los inversionistas hay una percepción de que este gobierno se acabó”

El economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, cree que “sin inversión y sin productividad, estaremos estancados en torno al 2%”. Advierte sobre la necesidad de recuperar la confianza y estabilidad para reactivar la economía chilena.

-¿Por qué hablamos de crecer al 2% y no al 5% como antes?, ¿qué le pasó a la economía chilena?

-Para que una economía crezca se requieren de ciertos elementos fundamentales como son inversión, confianza y un ambiente que fomente la creación de proyectos. Sin embargo, estos factores se han deteriorado significativamente en los últimos años, y ello ha frenado nuestra capacidad de crecimiento. El crecimiento del 2% que mencionas refleja una economía que no ha logrado aprovechar su verdadero potencial.

No es un tema que tenga que ver con los últimos dos años es un proceso que prácticamente lleva más de 10 años. En general hemos visto que hacer proyectos en Chile hoy resulta sumamente caro, ya sea por el tema de conseguir los permisos, por la inestabilidad que hemos tenido en materia de reglas, un mercado laboral que se ha ido restringiendo y encareciendo con las distintas propuestas -40 horas, el salario mínimo, y próximamente el 6% adicional de cotización- y todos los cambios que se han producido en los últimos años.

-¿Es algo que se viene observando desde cuándo?

-En los últimos 15 años hemos tenido varias reformas tributarias. El último gobierno comenzó con una postura de hacer reformas bastante radicales, con un mercado de capitales que venía impactado por los retiros y que hoy presenta un fuerte deterioro en el financiamiento de mediano y largo plazo, que es el que permitía a los inversionistas contar con recursos para hacer inversiones como, por ejemplo, en construcción o inmobiliarias. Además se debe considerar la permisología para cada proyectos toma un periodo relativamente largo de tiempo.

Por otro lado, la productividad que era el otro factor que impulsaba el crecimiento desde el 2010 ha venido cayendo y hoy se ha estancado. Con todo, prácticamente esa posibilidad de recuperar tasas de crecimiento por sobre el 3,5% se volvió imposible. Sin inversión y sin productividad estaremos estancados en torno al 2% o 2,5%.

-Hablas de cambios realizados en la última década que han perjudicado la economía.

-La economía chilena hace bastante rato que está viviendo este proceso donde básicamente no existe seguridad para los inversionistas. No tienen la seguridad de desarrollar proyectos con un horizonte relativamente largo de estabilidad. Perdimos eso de que Chile era un país con una institucionalidad sólida que permitía proyectar a los inversionistas por un periodo largo para desarrollar proyectos. 

Cualquier inversionista que viene a Chile sabe que tiene un periodo largo antes de la inauguración de su proyecto, no es algo que se haga instantáneamente, por lo tanto, la posibilidad de que esta economía vuelva a retomar  tasas de crecimiento relativamente altas es baja.

-En los últimos meses hubo una mejoría en el ambiente incluso las proyecciones comenzaron a subir…

-Sí, en los últimos seis o un año pero ese mejor escenario y que ha llevado a que algunas empresas empiecen a echar a andar algunos proyectos debe enfrentarse con los permisos y todo, así muchos de ellos probablemente se van a desarrollar en el 2026 o  2027.

Entre los inversionistas hay una percepción de que este gobierno se acabó, de que este gobierno no pudo hacer los cambios refundacionales que quería y, por lo tanto, tenemos que empezar a prepararnos para el próximo gobierno, el que con alta probabilidad es posible que sea de centro-derecha. Eso conlleva una perspectiva de que hay que empezar a prepararse para esos años y partir desde ahora.

-Eso me lleva a otro punto. La economía chilena no se muestra homogénea en materia de recuperación y se ha concentrado en sectores como la minería y la energía.

-Históricamente, la inversión en Chile ha estado concentrada en sectores como la minería, la energía y la infraestructura. Sin embargo, en los últimos años, hemos visto una desaceleración en los nuevos proyectos mineros y energéticos. Los últimos grandes proyectos en minería, por ejemplo, han sido para mantener la producción existente. Lo que uno esperaba era que en este período las concesiones hubiesen tenido un gran impulso. Hay un grupo de proyectos en concesiones relevante, pero en los primeros dos años de gobierno la concreción de estos ha sido decepcionante.

-¿Se perdió mucho tiempo en medidas concretas para recuperar la economía?

-Uno esperaba que este gobierno hubiese tenido un rol más importante en la recuperación de la economía. Después de la pandemia y del proceso de ajuste del Banco Central, la recuperación debería haber sido un ítem primordial, principalmente del Ministerio de Hacienda. ¿En qué ha estado Hacienda? Desde que partió el gobierno ha intentado lograr que se cursen las distintas reformas, como la tributaria y la de pensiones. Pero en materia de recuperación de la economía está en deuda. 

-Dada esta situación, algunos han llegado a afirmar que la economía chilena está en decadencia, como el economista Jorge Quiroz. ¿Estás de acuerdo con esta evaluación?

-No usaría la palabra “decadencia”, ya que implica una caída irreversible. Lo que ha sucedido es que hemos desaprovechado oportunidades importantes, y eso ha frenado nuestro crecimiento. Chile sigue teniendo activos valiosos y un empresariado capaz, pero necesitamos un enfoque más pragmático.

En lugar de priorizar reformas que pueden ser ideológicamente atractivas, pero económicamente inviables, deberíamos enfocarnos en lo que es factible y puede generar crecimiento real. En los últimos meses, hemos visto un giro hacia el pragmatismo por parte del gobierno, pero aún queda mucho por hacer.

-Otro economista, Óscar Landerretche, mencionó que ya no somos tan buenos como pensábamos, y que hoy nos cuesta mucho más crecer a tasas elevadas.

-Hubo un tiempo en que crecer a tasas más altas era relativamente fácil porque teníamos un flujo fuerte de inversión en minería, energía e infraestructura. Estos sectores fueron fundamentales para el crecimiento del país. Sin embargo, hoy en día, muchos de esos motores de crecimiento se han debilitado. Además, la mano de obra se ha encarecido, y las reformas recientes han añadido rigidez al mercado laboral. Esto ha hecho que sea más difícil para las empresas operar y expandirse, lo que ha impactado negativamente en nuestra capacidad de crecimiento.

–Hay una tendencia preocupante que es la salida de inversionistas chilenos hacia otros países. Recientemente, hemos visto misiones de países como Uruguay y Perú han venido a Chile para atraer inversionistas a sus países. ¿Cómo ves esta situación?

-Es una señal alarmante. Cuando los inversionistas chilenos empiezan a buscar oportunidades en otros países, es porque perciben que las condiciones económicas en Chile ya no son favorables. La falta de seguridad y la incertidumbre sobre las políticas futuras son factores clave en esta decisión. Además, el entorno regulatorio se ha vuelto más complicado y menos predecible. Esto ha llevado a que muchos inversionistas decidan mover su capital a lugares donde sienten que tienen una mayor seguridad de que sus proyectos podrán desarrollarse sin contratiempos. Los inversionistas chilenos no han perdido su capacidad de generar proyectos. Más bien, la economía chilena ha dejado de ser atractiva para ellos.

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