Mayo 26, 2021

Pablo Ortúzar: “El voto voluntario favorece la lógica de la barra brava y la política del espectáculo”

Waldo Díaz
Pablo Ortúzar

En medio del debate en el Congreso sobre el restablecimiento del voto obligatorio, el columnista e investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad Pablo Ortúzar crítica el voto voluntario y advierte, tras la votación de la Constituyente, que “pocos parecen advertir que reventar el sistema de partidos, por lamentable que sea su situación ahora, es dejar la democracia a la deriva”. Y señala que el periodismo y la política han sido sometidos a la farándula y que por eso algunos profesionales “no tienen ninguna vergüenza de operar como telepredicadores”.

A partir del debate que se está realizando hoy en la Cámara de Diputados, ¿Qué ventajas y desventajas percibe del actual sistema electoral en Chile?

La gran ventaja de Chile respecto a muchos de nuestros vecinos era un sistema de partidos sólido, que permitía ordenar la mediación política y evitar los caudillismos que han asolado nuestro continente. Eso se fue horadando por varias razones durante los últimos 20 años. Los partidos de burocratizaron, se oligarquizaron, fueron perdiendo contacto con los territorios y se acostumbraron a tener ellos la manija electoral. Aprobar el voto voluntario fue la consolidación final de ese “déjenos la política a los políticos”, mezclado con cada vez más candidaturas sacadas de la tele, sin ninguna preparación para ejercer cargos de decisión, y sin ningún trabajo de base real: pura imagen no más. Ahora la situación es muy complicada: los partidos tradicionales están muy desprestigiados, la sociedad vive un intenso proceso de repolitización, y la moda son los independientes, pero pocos parecen ver que reventar el sistema de partidos, por lamentable que sea su situación ahora, es dejar nuestra democracia a la deriva.

¿Por qué?

Es derechamente peruanizarla. Y pregúntenle a cualquier amigo peruano cómo les ha resultado esa democracia de caudillos. En mi opinión lo ideal es darle la oportunidad a los partidos de reinventarse y renovarse abriendo su plataforma a liderazgos independientes afines, pero no arrasándolos y declarándolos cosa del pasado. Es fácil e intuitivo ser anti partidos. Grandes pensadores lo han sido, como muchos de los padres fundadores estadounidenses que despreciaban las “facciones” -como queda claro en “El Federalista”-, también Robert Michels, un socialista a quien la convicción sobre la tendencia oligárquica de los partidos lo llevó al fascismo, o Simone Weil, que tiene un manifiesto contra ellos. Pero, con todos sus males, los partidos permiten ordenar y mediar la representación democrática en países grandes y complejos. Y ese es un bien tremendamente valioso y necesario para una república en forma. Además, los partidos no los inventa alguien de la nada. No hay un Nikola Tesla de los partidos. Nacen de la propia dinámica política democrática. Por ejemplo, la “Lista del pueblo”, que tiene manifiesto y coordinación interna, ya es un partido casi en todo menos en el nombre.

¿A quién favorece el voto voluntario?

En teoría, a los grupos más educados y privilegiados, que son los que más tienden a ir a votar. Pero el problema central del voto voluntario no es tanto a quién favorece electoralmente, sino la concepción de la democracia y de la ciudadanía como mercado de preferencias que deben conquistarse mediante la lógica promocional y de seducción de audiencias. El ciudadano, que es un actor político, pasa a ser un consumidor pasivo, que debe ser seducido para ir a votar. Fue un tremendo error, en el que varios caímos, pensar que extender la lógica del mercado a la política era algo bueno.

¿Piensa usted que el voto voluntario ha probado que disminuye la participación electoral en Chile y, si es así, por qué a su juicio no se cambia?

Es difícil cambiarlo ahora que el clima anti partidos está en su mayor intensidad. Pero es necesario comenzar a hablar en serio de eso: la clase media tiene que entender que construir un Estado social, capaz de darle mayores seguridades, también va a demandar esfuerzos de su parte. Esfuerzos políticos, como volver al voto obligatorio para validar con grandes mayorías los procesos de cambio en los que entraremos; esfuerzos tributarios, porque para extender la capacidad del Estado no alcanza con subirle los impuestos a los ricos o cobrarle más a las mineras; y también, por último, sacrificios personales, como atrasar la jubilación hasta los 70 años para hombres y mujeres, si en verdad queremos construir un sistema de garantías análogas al reparto que cubra al menos a la cuarta edad. Lo que tenemos por delante no es un camino fácil. Y la carga deberá distribuirse de forma proporcional.

¿Cuánto ha afectado el voto voluntario en la fragmentación y polarización de la política en Chile?

Favorece la lógica de la barra brava y la política del espectáculo. En vez de mediación responsable, la actividad política se vuelve puro fan service y adulación de los convencidos. El consumidor, a diferencia del ciudadano, es alguien que paga por pasarlo bien, por ser entretenido, y tener siempre la razón. Y el político, para calzar con esa lógica, debe trabajarse como personaje del  entretenimiento. No es casualidad que la televisión se venga vaciando en el congreso y los municipios desde hace un buen rato. Todos los malos periodistas dedicados a la adulación de las audiencias y el adoctrinamiento saben que pueden saltar fácilmente de la pantalla a la política, manteniendo sus millonarios sueldos. De ahí que los Rodríguez, Neme  o Sepúlveda no tengan ninguna vergüenza por operar como telepredicadores. Periodismo y política han sido sometidos por la farándula.

Usted planteó en enero que el proceso constituyente será una cueca en pelotas. ¿Lo sigue pensando así, tras los resultados de las elecciones del 15 y 16 de mayo?

Dije que sería una cueca en pelota hasta que terminara el proceso electoral. Pero mi cálculo se basaba en un escenario algo distinto: el de un proceso controlado por los partidos tradicionales, sólo que vueltos locos por tratar de adular y ganarse a las masas. En vez de eso, tenemos a representantes populares directamente elegidos en la convención, lo que puede ser una muy buena noticia y un factor de moderación y seriedad. Aunque está por verse. En todo caso, lo que es indesmentible es que el proceso electoral y el constituyente se contaminaran mutuamente hasta que termine el primero. Ya lo vemos con el Partido Comunista haciéndose el lindo demandando abrir el congreso a independientes sueltos y llamando a liberar a los supuestos “presos de la revuelta”, cuando la Corte Suprema ya aclaró en enero que sólo hay 26 personas en prisión preventiva por asuntos relativos al estallido social, y que la gran mayoría de ellas está siendo procesada por robo o incendio.

Usted señaló que hasta que termine el ciclo electoral partidista, Chile amanecerá nublado por promesas electorales. ¿Lo ha percibido tras las elecciones?

En algún sentido ha sido peor que eso: se va instalando en los medios de comunicación y las redes sociales la idea de que hacerle capotera y bulliyng a “los poderosos de siempre” es el medio por el cual vamos a lograr soluciones a los problemas del país. Y eso evidentemente no es así. Se está perdiendo mucha energía en acciones vindicativas y en resentir a los adversarios, y se ha hablado todavía poco de lo que queremos y cómo vamos a construirlo. Chile no puede volverse Finlandia en dos días con el PIB de Turquía y un nivel educacional africano. Lo que sea que hagamos para que ya nadie sea demasiado pobre para el mercado y a la vez demasiado rico para el Estado va a requerir grandes reformas, que toman tiempo, y crecimiento sostenido. Tendrá que ser el compromiso de dos generaciones y de casi todos los bandos y sectores. Si nos quedamos como ahora, en dimes y diretes estériles, suponiendo que aplastar al otro equivale a avanzar, no iremos a ningún lado. Pelear no es hacer la pega, y el revanchismo no es justicia.

¿Cómo interpreta usted que el PC esté impulsando la legalización de listas de independientes para el Parlamento y el indulto a los presos por delitos cometidos tras el 18-O?

Los Partidos Comunistas siempre han usado como carne de cañón al resto de la izquierda. Usan el caos, la agitación y el desorden como escalera, y luego vienen las puñaladas por la espalda cuando ya se instalan en el poder. Los casos de Rusia y Cuba son ejemplos paradigmáticos. También la acción estalinista en la retaguardia de la Guerra Civil Española. El que quiera saber más puede leer “La revolución desconocida” de Volin, “Cómo llegó la noche” de Huber Matos u “Homenaje a Cataluña” de George Orwell. En Chile están ahora en eso: la idea es reventar el sistema de partidos democrático con la ayuda del Frente Amplio, que es una alianza de puros grupúsculos pegada con chicle, y luego zamparse al propio Frente Amplio. Mi opinión es que Boric, Jackson y otros dirigentes de ese bloque no miden realmente el daño que le están haciendo a la democracia chilena ni tampoco el peligro que corren ellos mismos por estar acampando en la boca del lobo.

¿A qué lo atribuye?

Es demasiada la soberbia, reforzada por los buenos resultados electorales, aunque se expliquen principalmente por haber sido una plataforma eficaz para independientes. Lo irónico de todo esto es que el partido más gerontocrático, machista, vertical, cupular y autoritario de Chile logre disfrazarse del gran paladín popular anti-partidos. Y lo lograron, si uno mira atrás, básicamente haciendo que todo el resto de la izquierda pagara los costos por tomar las decisiones responsables que permitieron encausar el estallido social institucionalmente, y luego subiéndose al final al carro de la victoria. Jadue le dijo traidor y amarillo a Boric el día del acuerdo de noviembre. Y le va a clavar ese mismo cuchillo ahora en la primaria.

¿Qué lecciones saca del resultado la constituyente?

Que hay mucha frustración con la clase política tradicional, así como con los partidos, y se esperan cambios de rostros y de programas. Los partidos más exitosos fueron los que se prestaron como plataforma para liderazgos independientes, destacando entre ellos el FA. En cuanto a temas, entró el medioambiental, por ejemplo, con una enorme fuerza desde sectores externos a las fuerzas políticas tradicionales. Entró poca farándula, aunque la que entró lo hizo ya rebajando el espacio, como Baradit y Stingo. Y, finalmente, se instalaron voces populares, más parecidas a Chile, como dijo el lúcido cientista político Juan Pablo Luna. Ahora, no votó mucha gente, y eso pone una carga extra en los hombros de quienes resultaron elegidos. Tienen una enorme responsabilidad encima.

¿Es de los optimistas, que piensan que con la actual configuración de la Convención Constitucional se podrán forjar acuerdos amplios, o cree más bien que se va a reproducir el cuadro de polarización de la política de los últimos años?

La cancha está abierta. Hay dos opciones: la izquierda puede optar por llevarse la pelota para la casa, en cuyo caso la derecha quedará bajo la conducción reaccionaria más extrema, o puede aprovecharse la constituyente para sentar las bases para un Estado social mediante un consenso amplio que involucre a los sectores moderados de la propia derecha. En Chile la polarización política no es en toda la sociedad: es a nivel de élites. Varios estudios lo han mostrado. La gente trabajadora lo que quiere es no perder lo que ha ganado, pero que haya soluciones reales en los temas que la tienen agobiada: salud, jubilación, transporte, educación. Por eso yo considero que la vía reformista, de los acuerdos amplios, es el camino que más representa sus intereses, mientras que la guerra a muerte entre élites de izquierda y derecha sólo puede dañarlos.

¿A qué atribuye el crecimiento de la izquierda dura y el desplome de la centroizquierda y la centroderecha?

El discurso antisistema sintoniza bien con la rabia y la desilusión de amplios sectores de la ciudadanía. Y también hay una cosa generacional y territorial: muchas veces se trata de liderazgos jóvenes forjados a partir de luchas locales concretas. El problema, claro, es que esas personas tienen súper claro su diagnóstico para la causa que defienden, pero en todo lo demás priman lugares comunes más o menos desinformados.

¿Hacia dónde debe transitar la derecha y el Presidente Piñera, que realizará su última cuenta pública la próxima semana?

La derecha está partida en dos polos: uno moderado y reformista, a favor de un pacto amplio en torno a la construcción de un Estado social, y otro reaccionario, que anticipa que la izquierda intentará arrasar en la constituyente y que espera pararla en seco mediante una lucha frontal. Son dos apuestas distintas, cuyo destino depende finalmente de la actitud que tome la izquierda en la constituyente. Si deciden ir por todo, el sector moderado de la derecha, que es el que me representa, quedará anulado, y la conducción la asumirá el sector reaccionario. Luego, en la lucha entre extremos, yo creo que tiene mucho más a su favor la derecha, de partida porque es más fácil restaurar un orden existente que crear uno nuevo, pero también porque la receta del capitalismo autoritario sabemos que funciona para generar crecimiento, mientras que la izquierda dura no tiene nada que ofrecer en materia económica más que repartir pobreza entre la clase media. Chile, en ese sentido, no es Argentina: el carrete con nuestra economía puede durar un par de años, pero no da para más.

Publicaciones relacionadas

Ex-Ante

Abril 21, 2024

Cadem: 68% piensa que el crimen del ex militar Ronald Ojeda fue con motivaciones políticas encargado por Venezuela (Lea aquí la encuesta)

El 80% no cree que el gobierno de Maduro colaborará en la búsqueda de los responsables del crimen de Ojeda y el mismo porcentaje dice sentir mucho o bastante temor a la presencia del Tren de Aragua en el país. En cuanto a las preferencias presidenciales espontáneas, la alcaldesa Evelyn Matthei está en el primer […]

Director de Criteria

Abril 21, 2024

Encuesta Bicentenario UC: lecciones para la derecha. Por Cristián Valdivieso

Los chilenos no están anhelando la llegada de la actual oposición al gobierno. Lo que los chilenos buscan es más autoridad, firmeza e incluso autoritarismo ante lo que se vive como una crisis de inseguridad pública y de descrédito de la política. Una suerte de Bukele criollo si se quiere, el que, dicho sea de […]

Ex-Ante

Abril 21, 2024

Las claves de la gira de Kast a Hungría con foco en inmigración y en políticas pro familia

Líderes, pensadores y personeros influyentes del conservadurismo mundial se congregarán en Budapest, siendo José Antonio Kast uno de los exponentes centrales del evento. Allí compartirá escenario con el polémico líder euroescéptico y antiinmigración de Países Bajos Geert Wilders, con el líder de Vox en España Santiago Abascal y con el senador estadounidense por Oklahoma Markwayne […]

Ex-Ante

Abril 21, 2024

Batalla por Santiago: La historia detrás de la bajada de Sichel y su último quiebre con Chile Vamos

Hasta el mediodía del viernes Sebastián Sichel tenía contemplado anunciar este fin de semana que sería candidato a alcalde por Santiago, con o sin Aldo Duque en competencia. Esa misma tarde, sin embargo, RN le notificó que su candidato era Mario Desbordes, aunque habrían estado dispuestos a buscar una alternativa para dirimir la contienda. Lo […]

Cientista Político. Libertad y Desarrollo.

Abril 21, 2024

Maduro: socio controlador de nuestra política exterior. Por Jorge Ramírez

Hace algunos días Nicolás Maduro se dio otro “gustito”: enlodar el honor del recientemente fallecido ex Presidente Sebastián Piñera, acusándolo de que él fue quien trajo delincuentes venezolanos a Chile, tras “conocerlos, contratarlos y apoyarlos en Cúcuta para supuestamente invadir Venezuela”. Una afrenta diplomática, desde todo punto de vista, a la que el Presidente Boric […]