En la reunión con los timoneles y presidenciables de Chile Vamos, realizada después de la cita con la mesa de la Cámara y del Senado, el Presidente encontró un clima donde se mezclaron opiniones sobre la necesidad de un acuerdo político y económico para salir de la crisis, pero también dudas sobre las garantías que se cumplan y escepticismo sobre la viabilidad de alcanzarlos solo por Yasna Provoste y urgieron a ampliar los contactos la oposición. Más tarde, Piñera instruyó a sus ministros a recoger las opiniones de otros candidatos opositores, como Ximena Rincón, Heraldo Muñoz y Paula Narváez.
Ampliar el arco de negociadores:
- Según altas fuentes de gobierno y dos de los cinco presidenciables de Chile Vamos escuchados por Ex-Ante, primó entre los candidatos y dirigentes de la coalición el consenso sobre la necesidad del acuerdo, pero también exigir mayor garantías e interlocutores de la oposición.
- El Presidente partió la reunión informando sobre los principales tópicos conversados con las mesas del Senado y la Cámara de Diputados, por la mañana: un aumento por unos meses del Ingreso Familiar de emergencia o renta universal mientras dure la pandemia, ayuda a las Pymes, un acuerdo tributario para recaudar en una forma técnica adecuada mayores ingresos y encarar debates como un impuesto a los sectores de mayores recursos. Confirmó que la idea es sacar los dos primeros acuerdos lo antes posible – la próxima semana- y darse tiempo hasta fines de mayo para un amplio pacto tributario.
El debate interno:
- Lavín optó más bien por el silencio. El más escéptico fue Sebastián Sichel, recordando que la oposición firmó en junio del año pasado un acuerdo por US$ 12.000 millones en ayudas bajo la promesa de no patrocinar iniciativas como los retiros de fondos de las AFP y no las cumplió.
- Desbordes, siempre de acuerdo a esas fuentes, también pidió que hubiera garantías de que no se aprobarían iniciativas como los actuales proyectos de “impuesto a los súper ricos” y el royalty, en los moldes como el presentado por Camila Vallejo, e insistió en adelantarse a los debates.
- Briones se limitó a debatir aspectos técnicos de lo que sería la propuesta, lo que desató comentarios de otros presidenciables de que se trataba de una reunión política y que los aspectos técnicos tendrían que verse en otra instancia.
- En el tema de las garantías, el Presidente señaló que se trataba de conversar los temas y que sus representantes serían el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, y el de la Segpres, Juan José Ossa, en conjunto con los demás integrantes del comité político. También podrían incorporarse otros actores.
- Fue en lo político donde surgieron las mayores dudas. Más allá de que hubo consenso de que, dada la gravedad de la situación política era necesario tratar de llegar a acuerdos, algunas intervenciones apuntaron a obtener mayores garantías sobre los resultados de la negociación y empoderamiento de los interlocutores.
- La necesidad de ampliar el arco de negociadores fue uno de los puntos más recalcados, dado que la irrupción de Provoste podría incomodar a los presidenciables de la ex-Concertación, como Paula Narváez (PS), Heraldo Muñoz (PPD) y Ximena Rincón (DC), lo que conspiraría contra la viabilidad de realizarlo.
- La idea fue recogida por el Presidente.
El capítulo final:
- Más tarde, Piñera se reunió con el comité político, donde dio la instrucción de contactar a los presidenciables opositores, consultando además a los de sectores que van más allá del arco de la ex-Concertación.
- A la salida, los candidatos y dirigentes de Chile Vamos hicieron declaraciones valorando el diálogo, y detallando los objetivos, sin exteriorizar las dudas sobre el tema.
- Más tarde, se anunció a los periodistas de La Moneda que el Presidente hablaría a las 21:00 horas, pero en un debate en el comité político se revirtió la decisión. A final de cuentas, no tenía nada muy concreto que anunciar más allá de todo lo que se informó tras la cita con la mesa del Senado y la Cámara.
- Finalmente, fue considerado más adecuado que saliera a hablar el vocero Jaime Bellolio. Una decisión considerada sensata.