El resumen de la carrera de el Diego le calza perfecto a la historia de Argentina en los últimos 100 años. Un país que estuvo entre los más importantes del mundo, que vivió momentos de gran desarrollo social en el primer gobierno de Perón, pero que desde entonces ha venido a los tumbos, con varias crisis y dictaduras militares en el medio. Si hay un tango que mejor define a los argentinos es “Cambalache” de Santos Discépolo. Y Maradona fue tan “San Martín” como “Carnera”, el mejor reflejo de la “Biblia junto al calefón”.
El parte médico dirá que fue un 25 de noviembre de 2020, cerca del mediodía, en el suburbio bonaerense de Tigre. Pero su muerte estaba decretada desde muchísimo antes y no puede ser una sorpresa para nadie: Diego Armando Maradona era un enfermo crónico, un adicto, preso en un mundo de pesadillas del cual nadie quiso liberar.
La última advertencia llegó demasiado tarde cuando a comienzos de noviembre lo operaron para disolver un coágulo ubicado entre el cerebro y el cráneo. De ese cuadro médico nunca volvió. Pero antes, muchas veces, se temió también por su muerte: lo internaron de urgencia el 2000 en Punta del Este; el 2004 una clínica de Buenos Aires se llenó de hinchas que rogaban por el ídolo tras una crisis cardíaca; estuvo de tratamiento en Cuba gracias a la ayuda de Fidel Castro, e incluso en Chile en 1997 terminó en una urgencia por una alza de tensión luego de participar en el programa “Viva el Lunes”.
En sus últimos meses apenas podía caminar y poco se le entendía de lo que hablaba, pero increíblemente seguía ahí como entrenador en el club Gimnasia y Esgrima de La Plata, de la primera división trasandina.
¿Por qué tamaña insensatez?
Porque no estamos hablando de una persona común corriente. Estamos hablando de Maradona. El Diego. El “10”. “D10S” para una afiebrada feligresía que llegó a incluso a formar una iglesia. Un símbolo viviente para todo un país antes que un ser humano. Y ese era el principal problema.
Diego Armando Maradona es un símbolo de Argentina solo superado por Perón. Por sobre Gardel, Evita o Mafalda. Nació humilde en la Villa Fiorito, pero siempre tuvo aires de grandeza. De Argentinos Juniors saltó a Boca, fracasó en Barcelona y tuvo su gran redención en el Napoli, donde se le venera y hoy se le llora. En el seleccionado argentino su camino fue similar: debutó a los 17 años, impresionó al planeta en el Mundial Juvenil de 1979, se fue España 82 con una expulsión tras una patada artera, pero en 1986 montó el mayor espectáculo futbolístico en un Mundial para gritar campeón.
Lo suspendieron por dopaje y casi estuvo preso, pero Maradona nunca se rindió. Eran tan ídolo como pecador.
El resumen de la carrera de el Diego le calza perfecto a la historia de Argentina en los últimos 100 años. Un país que estuvo entre los más importantes del mundo, que vivió momentos de gran desarrollo social en el primer gobierno de Perón, pero que desde entonces ha venido a los tumbos, con varias crisis y dictaduras militares en el medio.
Si hay un tango que mejor define a los argentinos es “Cambalache” de Santos Discépolo. Y Maradona fue tan “San Martín” como “Carnera”, el mejor reflejo de la “Biblia junto al calefón”.
Por eso Lionel Messi nunca va a tener un nivel de idolatría en Argentina similar al de Maradona. No solo porque todavía no gana un título con su selección, sino también porque su vida desde los 13 años la ha desarrollado en Barcelona prístina, sin manchas, lejos del barro en que tantas veces estuvo revolcado Diego.
El gran problema de Maradona es que la droga, el alcohol, las pastillas y el tratamiento le habían quitado hace mucho tiempo control sobre su vida. Otros la manejaban. La pareja de turno, un agente advenedizo, un amigo nuevo que llegaba con alguna propuesta económica para seguir sacándole dinero al ídolo viviente. Así en el último lustro anduvo por un equipo de segunda división de Emiratos Árabes, fue presidente en el equipo de un multimillonario en Bielorrusia, estuvo en la segunda categoría de la liga mexicana con el Dorados de Sinaloa y finalmente arribó al modesto Gimnasia que luchaba por salvar del descenso en la primera división argentina.
Los medios de comunicación, todos, seguíamos cada una de sus aventuras como si fuera una serie más de Netflix. Maradona no era más que el principal show de un circo que generaba ganancias, pero le quitaba la vida. Sus hijas reaccionaron muy tarde para intentar ayudarlo y sacarlo de ese mundo. Argentina como país fue tan cómplice como víctima de perder al principal personaje de su historia. Como en el tango. Como en “Cambalache”.
El gobierno venezolano aprobó la anexión de la Guayana Esequiba, la región más grande y rica de Guyana, desatando tensión en la zona. El jueves, Estados Unidos realizó maniobras áreas militares en Guyana tras expresar su apoyo incondicional a ese país. Apreciado destino ecoturístico, es el único estado anglófono de Sudamérica y la mayoría de […]
La economista es una de las personas del círculo cerano del presidente electo argentino y su nombre incluso se barajó para ocupar la secretaría de Educación en el nuevo gobierno. Urrutia se ha desempeñado como investigadora asociada de FARO UDD y miembro del Consejo Directivo de la Fundación para el Progreso. Es esposa del ex […]
Una cosa es que haya una identificación política e ideológica con lo que representa Milei, y otra es pensar que los problemas que tenemos con Argentina desaparecen con el color político del presidente de turno, cosa que pudimos comprobar cuando Mauricio Macri ocupó la presidencia entre diciembre de 2015 y fines de 2019, ya que […]
Según informó presidencia, el mandatario partirá durante la tarde de mañana y regresará a Chile en la tarde del domingo, tras saludar al nuevo gobernante de Argentina Javier Milei en la Casa Rosada.
El Presidente ruso de 71 años, quien anunció hoy su candidatura, asumió su actual cargo en diciembre de 1999, que solo dejó entre 2008 y 2012 cuando ejerció como primer ministro. De acuerdo con la ley rusa, podría volver a buscar la presidencia en 2030 y, de este modo, gobernar hasta 2036.