“No honorable diputado, usted está equivocado”. “Quisiera ser preciso y cubrir todo lo que quiero decir. Abro comillas: “Si se acabara la industria forestal, la posibilidad de solucionar el conflicto mapuche avanzaría”, señaló hace un par de meses un Diputado de la República. Es más: el mismo añadió: “el principal conflicto del pueblo mapuche es con las forestales”. No, Honorable Diputado, usted, como otros, está equivocado”.
“No somos los responsables de la destrucción de bosques nativos”. “Cito textual al escritor Eulogio Robles Rodríguez: “El fisco dispuso de lo que quiso y en el resto se radicó a los indios. De aquí la escasa cabida de suelos que les tocó, lo que motiva la romería de araucanos que periódicamente van a la capital a interponer quejas por el despojo de sus terrenos”. Esta triste descripción de hechos tiene 140 años”.
“¿Me podrían explicar cómo reemplazar esta industria?. “¿Quiere alguien terminar con esta industria? ¿Me podría explicar cómo pretende reemplazarla? ¿De dónde obtendríamos los productos que demanda ese futuro más verde y sustentable?”.
Las cifras que le ha entregado la Conadi. “Participamos de todas las instancias de diálogo que generó el ex ministro (Alfredo) Moreno y ahora hemos formado parte de cada reunión en que nos han convocado desde los ministerios de Interior y Desarrollo Social. Efectivamente, nos han convocado para hablar de tierras. De entrega de tierras a comunidades. Lo hemos dicho en el pasado y lo repito hoy: este no es un problema exclusivo de tierras, pero también es de tierras”.
“Ningún diálogo fructífero puede limitarse a la eventual compra de tierras”. “Cuidado cuando se apunta casi exclusivamente a la industria forestal como factor clave del conflicto o de su eventual solución. Bienvenido el diálogo, sin restricción de temas ni de interlocutores, pero siempre teniendo en cuenta que somos una industria necesaria y que, al menos en nuestro caso, no tenemos ninguna intención de abandonar nuestras operaciones”.
“La mayoría desiste por amenazas por amenazas de grupos violentistas”. “No podemos repetir experiencias pasadas de entrega de tierras que han terminado inutilizadas o subutilizadas por falta de condiciones productivas o asesoría a las comunidades.
“No contamos ni queremos contar con guardias armados”. “No somos una empresa de seguridad. No contamos ni queremos contar con guardias armados. Nuestra prioridad es la seguridad de nuestros colaboradores y tomamos todas las medidas necesarias para cuidarlos, pero la responsabilidad de la seguridad pública recae en las fuerzas de orden que cuentan con el monopolio exclusivo del uso de las armas”.
Los alcances del diálogo. “Necesitamos alcanzar consensos. Podemos hablar de tierras si conocemos y acordamos los alcances de esa conversación (que difícilmente conseguiremos con una comisión de hasta 6 años de duración). Y podemos hablar de nuevos modelos de convivencia si asumimos que todos somos valiosos y necesarios en nuestra querida región de La Araucanía”.
LEA A CONTINUACIÓN EL DISCURSO COMPLETO DE LUIS FELIPE GAZITÚA, PRESIDENTE DE LA CMCP:
El director de Azerta, Camilo Feres, dice que “en el Rechazo se está produciendo la mayor cantidad de hipótesis políticas. Lo que hizo Jackson, por ejemplo, al reunirse con Rincón, Walker y compañía, es una hipótesis política sobre el eventual triunfo del Rechazo”.
El socio y director de Criteria, Cristián Valdivieso, sostiene que el triunfo del Rechazo podría fortalecer a los sectores moderados de izquierda y derecha. “Si gana el Apruebo posiblemente Kast tenga un rol más importante. Podría volver a presionar el Gobierno, polarizar, e incluso construir una plataforma presidencial”.
El ex diputado Pepe Auth acaba de presentar su último pronóstico sobre el plebiscito del 4 de septiembre: Rechazo 53,6% y Apruebo 46,4%. Cree que es casi imposible que cambie la tendencia.
El escritor Gonzalo Contreras, protagonista de la narrativa chilena que brilló en los 90 luego del regreso de la democracia, con novelas como “La ciudad anterior” y “El nadador”, explica por qué votará Rechazo: “Mi decisión se debe primero a las glándulas y luego a la razón”.
El poeta y socio de la librería Metales Pesados, en el barrio Bellas Artes, dice que al centro entró “una violencia que es más radical, te pueden matar por un celular, o cualquier cosa. Es un cambio muy fuerte, muy brutal”.