El proceso de consulta indígena relacionado con la Central Hidroeléctrica Los Lagos de la empresa Statkraft, que es supervisado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), cerró su primera etapa marcada por denuncias de amenazas y agresiones durante las reuniones. Mientras el CMN asegura haber seguido principios de buena fe, las comunidades lepuneras cuestionan la gestión y seguridad del proceso. Correos enviados al CMN antes y después de los incidentes revelan una falta de respuestas oportunas, agravando tensiones entre las partes.
Panorama general. El pasado viernes 22 de noviembre, en la comuna de Río Bueno, Región de Los Ríos, finalizó la primera etapa de la consulta indígena -a cargo del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN)- vinculada a los hallazgos arqueológicos identificados durante el desarrollo del proyecto “Central Hidroeléctrica Los Lagos”, liderado por la empresa noruega Statkraft.
- Según un comunicado del CMN, esta etapa se dio “respetando los principios de buena fe y procedimiento adecuado, elementos fundamentales para el desarrollo de toda consulta a los pueblos indígenas”.
- Sin embargo, algunas de las comunidades denunciaron lo contrario.
- En consideración de las prácticas culturales del territorio, como el lepun, nguillatun o kamarrikun, propias de la época estival (diciembre a marzo), se acordó entre las partes suspender el proceso durante este período.
- Con el cierre de esta primera etapa, el proceso avanza hacia la segunda fase, que corresponde a la entrega de información y difusión.
- Cabe recordar que la realización de esta consulta fue criticada por parte de la empresa desde el primer minuto. Actualmente sostienen que hay una incerteza absoluta respecto a los plazos, tomando en cuenta que su central hidroeléctrica está prácticamente lista.
La violenta sesión y los mails no respondidos. Al contrario de como lo describió el CMN en su comunicado, la sesión del 22 de noviembre fue “desastrosa y violenta”, según algunos de los participantes. Hubo advertencias previas que se hicieron al Consejo de Monumentos Nacionales, sin embargo, no hubo respuesta.
- El 18 de noviembre (cuatro días antes de la reunión) el área de “Comunicaciones de Asociaciones Lepuneras” envió un mail a Erwin Brevis, secretario técnico del CMN y principal encargado de la consulta:
“Escribimos para solicitar garantías de seguridad tanto para las comunidades como para sus asesores el día 22 de noviembre. El lugar escogido para hacer la reunión es totalmente hostil para los lepuneros, por lo cual nos gustaría saber con qué medidas y garantías de seguridad contamos. Quedamos atentos. saludos y gracias”.
- Hasta ahí, no hubo respuesta del organismo gubernamental. El 22 de noviembre, luego de que finalizara la sesión de la consulta indígena, el abogado de las comunidades lepuneras envió un mail denunciando que durante la instancia recibió amenazas por parte de las comunidades que forman parte del Aylla Rewe. El correo fue enviado al secretario técnico del CMN:
- “Entiendo que tenemos ideas diferentes, y que hemos tenido y tendremos desacuerdos entre las comunidades e incluso con ustedes, asimismo entiendo que existe un alto grado de conflictividad y que nuestras intervenciones tendrán una carga emotiva fuerte, sin embargo, existen límites que no pueden ser cruzados y justamente aquello ocurrió contra mi”, escribió.
- Entre las situaciones que narró el abogado, señaló que “al final de la sesión, al momento de firmar, un miembro del Aylla Rewe comenzó a fotografiarme, como acto de amedrentamiento, a lo cual yo me dirigí a él para decirle que si quería una foto mía, no tenia ningún problema en sacarme una selfie con él y que se la podía compartir”.
- “En ese momento (…) comienzan a insultarme y agredirme, finalmente con amenaza me gritan que me fuera. En todo momento su postura corporal fue extremadamente agresiva, además de señalar que ya tenían como contactarme ante mi ofrecimiento de conversar con ellos en otros términos dándoles mi correo”.
- “Esta situación es inaceptable para el ejercicio de mi labor como abogado (…) tengo registro de audio de esta agresión”.
- “Por este medio formalmente les hago esta reclamación. Asimismo producto de las amenazas, los asesores y varios miembros de las comunidades decidimos retirarnos”.
- “Te hago presente que las agresiones de parte de las comunidades de Aylla Rewe están escalando, lo que aumenta el riesgo para las comunidades lepuneras en este proceso. Tal como señalé en mi intervención, es irracional mantener este proceso con ambos grupos reunidos al mismo tiempo”.
- “Igualmente te hago presente que recurriré al Colegio de Abogados para solicitar amparo profesional, entre otras acciones que evaluaré, ya que es inaceptable que por amenazas y agresiones de las comunidades de Aylla Rewe, sumado a “funas” por redes sociales, se me amedrente para que deje de asesorar a las comunidades”.
El 29 de noviembre, el abogado volvió a escribir al CMN:
- “Estimado Erwin y equipo: Lamentando la falta de respuesta a mi correo, quisiera señalar mi preocupación por la respuesta que el Consejo de Monumentos Nacionales dio a Radio Biobío, señalando que ante los hechos de violencia denunciada por nuestras comunidades, ustedes declararon a este medio de comunicación “que no se han recibido quejas formales” y que dichos “hechos no constan en actas”.
- “Lamento que mi correo anterior no fue lo suficientemente formal para su servicio, como para que sea considerada como una queja y hayan tenido la lamentable decisión de negar los hechos de violencia ante los periodistas de Radio Biobío. Entiendo que debo realizar entonces la queja directamente a la Señora Ministra de Cultura”.
- No hubo respuesta a estos mails hasta el martes 3 de diciembre a las 18:53, cuando el CMN -a través de Erwin Brevis- escribió entre otras cosas que acusaban recibo del correo y de los hechos que en él se indican, “los que coincidimos en que no deben formar parte de instancias como estas y que desde el Consejo hemos trabajado para prevenirlos desde el inicio del proceso de la Consulta”.
- A las 19:14 de ese día, es decir, 21 minutos más tarde, el CMN respondió a la consulta de Ex-Ante, dando cuenta de que “uno de los asesores de las comunidades lepuneras relató vía correo electrónico haber sufrido amenazas en un momento en que el equipo del CMN no estaba presente y que ocurrió tras la firma del acta”.
- “Se trata de una situación que analizaremos, y respecto de la cual adoptaremos las medidas que sean necesarias en lo que al rol y facultades de este servicio competen para que la consulta continúe de manera adecuada, con diálogo, respeto y buena fe entre las comunidades participantes”.
“Negacionismo del CMN”. Jacqueline Pradines, vocera de las Comunidades Lepuneras, cree que la forma en que se ha hecho esta consulta no es la adecuada. “El proceso debería ser un espacio de diálogo respetuoso, donde todas las comunidades podamos participar de buena fe. Sin embargo, lo que hemos visto es desorganización y una falta de garantías de seguridad por parte del Consejo de Monumentos Nacionales”, dijo.
- Agregó que “dejan entrar a personas que no son del territorio, que no respetan nuestras tradiciones ni nuestra palabra, y eso hace que esta consulta no sea legítima ni justa para nuestro pueblo. Acá hay un negacionismo por parte del Consejo de Monumentos Nacionales al no admitir y reconocer que se han vulnerado nuestros derechos y que no ha primado el principio de la buena fe”.