1. La muerte del expresidente Piñera marcó el inicio del año político. Su fallecimiento en el Lago Ranco la tarde del 6 de febrero conmocionó al país, con profusas muestras de congoja y gratitud ciudadana, provocando un clima de unidad cívica y republicana que rápidamente se desvaneció. Su pérdida dejó un vacío de liderazgo en Chile Vamos, pero también catapultó a Evelyn Matthei como figura clave para la centroderecha.
2. El ascenso de Matthei la ha llevado a posicionarse como la candidata favorita en las encuestas presidenciales. Con un estilo directo, duro, pero a la vez femenino, la ex alcaldesa de Providencia se ha transformado en una auténtica ícono pop de la política, logrando conectar con sectores transversales, encarnando un liderazgo que muchos asocian con el legado de Piñera.
3. El fraude de Maduro destruyó las esperanzas de cambio en Venezuela. Pese a una participación electoral masiva, el dictador manipuló las elecciones para perpetuar su régimen de la manera más burda posible, generando indignación e impotencia a nivel internacional y frustración en la diáspora venezolana en Chile que se ilusionaba con la restauración democrática del país para así iniciar el camino de retorno a su país.
4. La crisis en la Corte Suprema estalló con la publicación de chats entre la ministra Ángela Vivanco y el abogado Luis Hermosilla, revelando dinámicas de tráfico de influencias que serían constitutivas de una infracción al principio de imparcialidad. A la acusación contra Vivanco, se sumaría la aprobación de un libelo acusatorio contra el poderoso juez ícono del activismo judicial con sede en la tercera sala de la Corte Suprema Sergio Muñoz, hitos que marcarían una aguda crisis de confianza y legitimidad del Poder Judicial.
5. El Caso Monsalve marcaría el segundo semestre con el zar del combate a la delincuencia y el crimen organizado siendo protagonista de una de las historias más sórdidas del año, terminando en presidio tras una grave denuncia de abuso sexual y violación presentada por una subordinada. El errático manejo político y comunicacional de La Moneda agudizó una crisis que en los hechos ya parecía lo suficientemente grave, afectando las credenciales feministas de un gobierno que se había definido como tal y que enarboló como una de sus banderas insignes la lucha contra toda forma de abuso.
6. En las elecciones municipales y regionales la oposición obtuvo avances significativos pasando de 87 alcaldías a 130, mientras que la izquierda y centro izquierda alcanzarían su peor registro histórico en alcaldes y concejales desde 1992. Sin embargo, la elección de segunda vuelta de gobernadores regionales opacó este triunfo instalando una virtual sensación de empate fundamentalmente por los triunfos oficialistas en las regiones de Valparaíso y Metropolitana. Junto a este relato, se planteó la posibilidad de que el país se había moderado, pero a la par, un líder que poco y nada sabe de moderación comenzaba a posicionarse en las encuestas.
7. La irrupción de Johannes Kaiser matizó la tesis de que el país repulsaba los extremos. El diputado ha capitalizado cierto desgaste de José Antonio Kast que se produjo a partir del segundo proceso constitucional, planteando una alternativa libertaria, soberanista y anti-globalista que bien podría complejizar la carrera presidencial en la oposición.
8. Las reformas económicas de Milei consolidaron a Argentina como un ejemplo de cambio económico. Su política de shock redujo el gasto público, la inflación y ha liberalizado las barreras arancelarias del país trasandino poniendo los ojos del mundo en esta osada y hasta ahora efectiva apuesta económica. Sin ir más lejos, el semanario británico The Economist escogió a la Argentina de Milei como uno de los países del año.
9. El triunfo de Trump reflejó el declive de la cultura woke y una reafirmación del discurso MAGA (Make America Great Again), con implicancias globales. Esta vez Trump no está sólo en el sistema internacional como lo estuvo en su primera administración. Quien lo flanquea es el poderoso multimillonario Elon Musk y también una serie de líderes globales que cada vez más lo miran con admiración, respeto o abierta simpatía.
10. El debate previsional cerró el año sin consensos. La tensión entre cuentas individuales y el reparto activa divisiones políticas e ideológicas que se irán cristalizando en la medida que nos acerquemos al ciclo electoral parlamentario y presidencial de 2025.
Rafael Gumucio: “El 2024 parecía ser tranquilo hasta que se transformó en un año desquiciado y de locura mundial”. https://t.co/7dY0TxLgRY
— Ex-Ante (@exantecl) December 25, 2024
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