Lo que el estallido dejó: un par de postes, cuatro baldes y una fachada. Por Kenneth Bunker

Ex-Ante

Mientras los políticos que llegaron al poder gracias al estallido social aseguran sus futuros de acuerdo con lo planificado, el resto de los acreedores del fatídico estallido social no han logrado ni lo más mínimo. Nunca antes había sido tan difícil comprar una vivienda propia en Chile, nunca antes había sido tan caro obtener un préstamo del Banco Estado, y nunca antes la educación pública había sido tan mala.


El estallido social es lo peor que le ha pasado a Chile desde el retorno de la democracia. Lo que inicialmente se presentó como un inesperado regalo de la providencia se ha transformado en un lastre para el progreso y el bienestar de la nación.

Y aunque los revisionistas insistan en que fue una manifestación espontánea de un pueblo oprimido, la verdad es que no ha traído nada bueno.

Entre otras cosas, trajo dos procesos constitucionales fallidos, una ola de crimen y violencia, y un estancamiento económico que cobrará su precio en cómodas cuotas por décadas.

Las promesas tras el estallido social fueron vacías. Lo que se presentó como la posibilidad de transformar al país para mejor terminó siendo un cheque a fecha sin fondos.

Y aunque lo más más románticos sigan empujando por instalar la idea de que los frutos están por verse, la verdad es que, de a poco, el recuerdo se va borrando.

La reciente encuesta del CEP lo confirma: hoy, los chilenos comunes y corrientes, los apolíticos y moderados, se arrepienten de haber apoyado el estallido social. Mientras 17% tiene una opinión positiva de lo ocurrido, al resto le da lo mismo o lo considera un hecho malo o muy malo para el país.

La cifra es tanto más impactante si se considera que en las vísperas del estallido social, la misma medición arrojaba un resultado perfectamente inverso, con la mayoría apoyando el hecho, y la minoría en contra.

La razón de la reversión es clara, es la misma que se ha dado desde el comienzo y es simplemente que los costos han sido demasiado altos. Hoy, en retrospectiva, finalmente queda claro que no valía la pena, y que el país estaba mucho mejor de lo que contaban los pájaros de mal agüero.

¿Quién, en su justa razón, diría lo contrario? Hoy la gente vive atemorizada, encerrada en su casa, y con menos esperanza que nunca antes. Las promesas de cambio por parte de quienes apoyaron el estallido nunca llegaron.

De hecho, lo único que cambió tras el estallido social fue la composición del gobierno. Y lo más notable es que fue precisamente por haber sido quienes más se asociaron al hecho. Esto último es evidencia de que los únicos beneficiados fueron los militantes y simpatizantes del Frente Amplio y el Partido Comunista, que, por haber llegado oportunos al cruce, aseguraron atractivos cargos en el Estado.

Así, la única movilidad social que trajo el estallido social fue ideológica. Quienes estuvieron a favor del estallido y más encima militaban en los partidos y movimientos asociados a ellos, han sido premiados con trabajo u otras recompensas curiosas, como enseñan los casos de Democracia Viva y ProCultura, que evidentemente, ahora sabemos, se usaron como cajeros automáticos para los amigos y los amigos de los amigos.

Basta mirar el punto cero, la región de Antofagasta, donde se destapó la olla, para entenderlo. ¿Cuál es la probabilidad de que en esa región ambas fundaciones, dirigidas por la pareja de la diputada RD Catalina Pérez, y el psicólogo personal del Presidente, Alberto Larraín, hubiesen recibido fondos del gobierno si Miguel Crispi, principal estratega RD del Presidente, no hubiese estado a cargo de la Subdere?

Quizás los hubiesen recibido, pero no hubiesen sido los 630 millones de pesos que les dieron para pintar una fachada o los 426 millones de pesos que les consiguieron para poner un par de postes rojos y cuatro baldes.

Así, mientras el país retrocede, y se vuelve menos competitivo a nivel internacional y sube a los primeros lugares de los ránkings internacionales de inseguridad, políticos electos siguen usufructuado de los gajes de administrar el Estado.

Con legisladores cuestionados, gobernadores investigados, ministros en silencio, asesores apernados, amigos y parejas de quienes toman las decisiones se han enriquecido y armado carreras que no hubiesen logrado bajo ninguna otra circunstancia.

El estallido social no solo desrieló al país, sino que le abrió las puertas de lleno a oportunistas poco preparados para que pudiesen usurpar del Estado.

Y si bien los chats de Hermosilla demuestran con elegancia la profundidad del entramado, y cómo se gestan los acuerdos irregulares cuando las redes sociales están preocupadas por la insignificancia del momento, el mecanismo y los beneficiarios de los desvíos están a plena luz del día, registrados en los traspasos de los pagadores de impuestos, vía la caja fiscal, a las fundaciones truchas que nacieron con el estallido social pero que se consolidaron con el gobierno actual.

Son miles de millones de pesos perdidos que debieron haber sido custodiados y auditados por quienes gobiernan, pero que curiosamente no han sido capaces de detectar los traspasos cuando han sido a cercanos.

La Fiscalía está investigando, y a pesar de incautar celulares a gobernadores y encontrar lazos con renacentistas como Alberto Larraín que con facilidad logró aumentar sus ingresos 10 veces y asegurar más de tres mil millones de pesos en contratos con el Estado, las irregularidades, como las recientemente asociadas a la ex coordinadora sociocultural de la presidencia de Gabriel Boric, Irina Karamanos, siguen apareciendo, una tras otra, sugiriendo que probablemente lo que sabemos solo raspa la superficie de lo que de verdad ocurre tras las cortinas del poder.

En fin, mientras los políticos que llegaron al poder gracias al estallido social aseguran sus futuros de acuerdo con lo planificado, el resto de los acreedores del fatídico estallido social no han logrado ni lo más mínimo. Nunca antes había sido tan difícil comprar una vivienda propia en Chile, nunca antes había sido tan caro obtener un préstamo del Banco Estado, y nunca antes la educación pública había sido tan mala.

Podrán contar los cuentos que quieran, reescribir el pasado a su pinta e incluso seguir financiando museos dedicados al estallido social, pero no podrán evitar que, de a poco, las coreografías de Irací Hassler contra los Carabineros se vayan transformando en comedia pop, que los grafitis que decoraban la gran Alameda se vayan tapando con publicidad y que el mercado de poleras del perro matapacos se vaya quedando sin clientes.

Para seguir leyendo columnas de Ex-Ante, clic aquí.

Publicaciones relacionadas

Ex-Ante

Marzo 23, 2025

Cadem: Si la elección fuera en 7 días, Matthei y Tohá pasarían a segunda vuelta (Lea aquí la encuesta)

En el escenario de que la elección sea el próximo domingo, la ex alcaldesa de Providencia alcanza un 27%, contra el 22% de la ex ministra del Interior, el 14% del líder republicano José Antonio Kast y el 13% del diputado Johannes Kaiser. En preferencia presidencial espontánea, la candidata de Chile Vamos se mantiene en […]

¿Puede Johannes Kaiser llegar a la Presidencia? Por Sergio Muñoz Riveros

El ascenso de Kaiser puede favorecer las posibilidades de Evelyn Matthei de crecer hacia el centro y encarnar una perspectiva de estabilidad y gobernabilidad. El temor a una variante autoritaria, que le traiga al país nuevas convulsiones y traumas, puede beneficiar la opción de una centroderecha dispuesta a sumar amplias fuerzas en favor del orden […]

Ex-Ante

Marzo 23, 2025

Chile Vamos y su decisión de Primarias. Por Pepe Auth

Evelyn Matthei durante la proclamación de su candidatura por parte de Evópoli este fin de semana.

Hasta ahora los partidos de Chile Vamos y su candidata han enarbolado su invitación a primarias amplias de toda la derecha, más para intentar que Kast y Kaiser paguen el costo de la división opositora que por convicción y disposición real a hacerlas. Ello, para alejar la idea de la única primaria posible para Matthei, […]

Marcelo Soto

Marzo 23, 2025

Alfredo Jocelyn-Holt y presidenciales: “Lo que hace falta son élites y cuadros serios, competentes”

El historiador Alfredo Jocelyn-Holt acaba de publicar “La historia en disputa” (FCE), que reune textos suyos, algunos inéditos. El conjunto es un magnífico panorama del devenir del país, en especial en los siglos XIX y XX. Jocelyn-Holt es duro con los gobiernos de Bachelet y Piñera señalando que “ambos permitieron que surgiera el frenteamplismo, y […]

Ex-Ante

Marzo 23, 2025

La historia tras el vínculo entre Gabriel Boric y Alberto Larraín, el psiquiatra que fundó ProCultura

Antes que estallara el Caso Convenios, Boric y Larraín mantuvieron una fluida relación. Este último lo asesoró en temas de salud mental en el Congreso, escribieron columnas en conjunto e Irina Karamanos -la entonces pareja del Mandatario- trabajó varios meses en la fundación que hoy se encuentra en la mira de Fiscalía por eventual fraude […]