El Partido Comunista realizó este jueves un pleno de su comité central, cuya principal conclusión fue que “el proceso constituyente en curso tiene como objetivo la superación de la Constitución neoliberal y pinochetista, de los poderes fácticos, sobre la base del pleno respaldo a la soberanía popular”, señaló Lautaro Carmona, secretario general de la colectividad. Vale decir, 100% electa, con escaños reservados para los pueblos indígenas, además de paritario. El proceso constitucional ha provocado diferencias internas en el PC.
Declaraciones de Carmona. El diario El Siglo, el medio oficial del PC, publicó este viernes, cuando se realiza un nuevo encuentro entre representantes del gobierno y a oposición para tratar de finiquitar una fórmula para el nuevo proceso constitucional, declaraciones de su secretario general respecto del Pleno del Comité Central realizado en la víspera.
- El artículo se publicó el título “Las principales conclusiones del pleno del Comité Central del PC”, dadas a conocer por medio de Carmona, “en el marco de un proceso que no ha finalizado y está en desarrollo”. A continuación, las declaraciones de Carmona.
- “Lo democrático es que las personas que vayan a integrar el cuerpo que elabore el nuevo proyecto de Constitución, sean cien por ciento electas por el pueblo”, señaló Carmona. “El proceso constituyente en curso, tiene como objetivo la superación de la Constitución neoliberal y pinochetista, de los poderes fácticos, sobre la base del pleno respeto a la soberanía popular”.
- “Es fundamental que este proceso sea paritario; que de espacio a los pueblos originarios; y que garantice los derechos sociales por los cuáles millones y millones han demandado y luchado por tanto tiempo”.
- “En este contexto, lo democrático es que las personas que vayan a integrar el cuerpo que elabore el nuevo proyecto de Constitución, sean cien por ciento electas por el pueblo”.
- “El Partido Comunista estima que el proceso constituyente debe considerar como centralidad el interés ciudadano, sus demandas e inquietudes, y actuar en consecuencia en forma y fondo”.
- “Hemos valorado significativamente las reformas de pensiones y tributaria en curso; así como el resultado de la mesa del sector público con nuestro gobierno. Estimamos que es prioridad adoptar medidas concretas que vayan en ayuda de las millones de familias que, producto de la crisis socio-económica, la pasan muy mal. Y seguir adoptando medidas para enfrentar los problemas sociales derivados de las acciones que grupos criminales imponen en distintos puntos del país; el tráfico de drogas, la extorsión, lavado de dinero; y todo lo que afecta la seguridad de las personas y su calidad de vida. Cuestiones de absoluto interés nacional”, sostuvo el secretario general del PC en cuanto a resoluciones del Pleno del Comité Central”.
Divisiones internas. En el trasfondo de las diferencias internas del PC existen 2 tesis respecto del proceso constitucional.
- Una, defendida por el establishment partidario, apunta a que el partido debe formar parte sí o sí de la firma del acuerdo -más allá de que le disguste que la derecha haya logrado instalar a un grupo de expertos elegidos por el Congreso- bajo el análisis de que el PC dejó hace años de ser un partido testimonial, como en los 90 empujó de alguna manera Gladys Marín y que ahora se expresa en su participación en el gobierno, el gabinete y cargos territoriales. Con el pragmatismo que suele caracterizar al partido, también están conscientes de que la derrota en el plebiscito los dejó sin fuerzas para torcer el rumbo de la negociación.
- El otro grupo apunta a que el proceso constitucional debe derivar en profundos cambios al modelo, en sintonía con la ruta que fijó la Convención y la posición que adoptó el partido desde el 18-O, cuando se situó del lado de la calle y llevó a Jadue, un díscolo del partido, pero un hombre suyo a fin de cuentas, a transformarse en un candidato competitivo en la presidencial.
- En este sector pesa que el PC pueda ser sobrepasado por la izquierda en las próximas elecciones y que repita la amarga experiencia que enfrentó al final del segundo gobierno de Bachelet, cuando el desgaste de formar parte de ese gobierno los llevó a perder buena parte de su poder territorial a nivel de concejalías, gobiernos regionales y gremios históricamente vinculados al partido.
- El problema es que si bien el partido no pagó costos cuando optó por no firmar el acuerdo del 15 de noviembre de 2019, pese a que luego tomaron el control de la Convención junto al FA, esta vez el PC forma parte del gobierno y bien puede enredar a Boric.
¿Cuál es la línea roja del PC? En noviembre, cuando la centroizquierda y la centroderecha avanzaban en un acuerdo para que el 100% de los convencionales fueran electos por el Congreso, Teillier salió rápidamente a deslegitimar una opción que ya tenía importantes fisuras en el PS (y que finalmente no voló).
- Para entonces, nadie quería correr muchos riesgos electorales en una nueva elección de convencionales. Chile Vamos, porque podía ser sobrepasado por la derecha por el Partido Republicado y el PDG, que han impugnado el proceso, y el Socialismo Democrático, por desafío que tiene desde el centro, donde se han allegado varias fuerzas políticas tras el 4 de septiembre.
- Pero Teillier tenía su propia agenda.
- La gran pregunta que se instaló en el PC desde su aplastante derrota en el plebiscito del 4-S apuntó a cuánto de realismo político pesaría entre el Socialismo Democrático y la centroderecha para acotar el proceso constituyente. Y, sobre todo, hasta dónde ceder en la negociación.
- Tras el Comité Central de octubre se hicieron sentir opiniones muy negativas -en privado- respecto al camino que estaba tomando el proceso constituyente. Y hasta los oídos de dirigentes del partido llegó información de que desde su flanco izquierdo darían por desahuciado el nuevo proceso constituyente a inicios de 2023 y que se opondrán a una nueva Constitución nacida, a su juicio, a partir de un acuerdo de la ex Concertación y la derecha.
- El pleno del Comité Central prendió algunas luces amarillas que, para algunos, le otorgaron una vía de escape para tirar el mantel y salirse de la negociación en cualquier momento. Está por verse lo que ocurra.