Kenneth Bunker tras inscripción de listas para la constituyente: “Chile Vamos partió con el pie derecho”

El analista político cree que el pacto con el Partido Republicano le traerá beneficios al oficialismo y advierte que ninguna fuerza política tendrá mayoría de dos tercios, por lo que se instalará una lógica de mayorías transitorias en la discusión de los artículos constitucionales. Del mismo modo, indica que la elección de abril será un muy buen predictor de las parlamentarias de noviembre.

¿Qué se puede concluir tras la inscripción de listas para la convención constituyente?

-Partiría diciendo que es una elección que convoca gran interés. Van a haber muchos candidatos inscritos y van a haber muchas listas inscritas también. Nosotros ahora, hasta el momento, hemos contado 26 listas diferentes con distintos nombres. Algunas listas como Felices y Forrados o Independientes No Neutrales ocupan distintos nombres en distintos distritos.

¿En qué situación queda la derecha?

-Me parece que la derecha parte con el pie derecho esta elección. Entendió bien cuáles son los incentivos del sistema electoral y los está utilizando a su favor. A pesar que pueda ser impopular que Chile Vamos negocie y pacte con el Partido Republicano, sobre todo por el contexto de lo ocurrido con Donald Trump, creo que hacen lo correcto. Si aquí la idea es tratar de mantener un tercio de los votos para bloquear iniciativas y mantener el status quo, yo creo que lo van a lograr. Van a estar por sobre un tercio de las preferencias, lo que -dado el sistema electoral que tenemos- ese 33% de votos se puede traducir hasta en un 40% en escaños.

¿Y cómo queda la izquierda, que competirá en más de una lista?

-En general, la izquierda va dividida. Tenemos una lista que es la de la ex Concertación reloaded con el PRO y el Partido Liberal, esta especie de nuevo trato que se llama, y esa va a ser la segunda lista más fuerte. Llevan candidatos bastante fuertes en distintos distritos. O sea, tenemos que Chile Vamos y Unidad Constituyente serían las dos primeras listas y, por ende, los beneficiados en la traducción de votos a escaños. Además tenemos el pacto nuevo del Partido Comunista con el Frente Amplio que, si bien no es una lista débil, me parece que va a llegar tercero en la gran mayoría de los distritos y, probablemente, tercero a nivel nacional. No veo ninguna otra lista que pueda competir con estas tres.

¿Cuán complejo es el escenario que enfrenta la izquierda? La ex Concertación y el bloque FA-PC desplegarán una disputa por su hegemonía en el sector.

El escenario no es tan fatalista para la izquierda. Aquí lo que está en juego eran los dos tercios. Si es que iban unidos en una sola lista, lo que podían ganar era llegar a dos tercios. Pero incluso si juntamos a las dos oposiciones, no alcanzan los dos tercios. Y el costo de juntarse podría traer algunos males que eran peor que no alcanzar los dos tercios, como por ejemplo, dejar afuera a muchos candidatos. Lo que sí es una clara señal política que aquí en adelante se van a separar las aguas políticas y que hay un polo de izquierda y un polo más socialdemócrata, diría yo.

¿Es de los que cree que el sistema político volverá a operar en base a los tres tercios?

De estas cuatro elecciones que tenemos para adelante, la más importante para entender qué va a pasar hacia adelante es la elección de los convencionales, que, esencialmente, se disputa bajo las mismas reglas electorales que las de senadores y diputados y, por ende, es la más importante en definir cuál va a ser la estructura del sistema de partidos. Entonces, mirando lo que los partidos hicieron para la elección de convencionales, es probablemente lo que van a hacer para diputados y senadores. Y lo que estamos viendo ahí es que son tres tercios. Volvemos a un escenario de tres tercios con un polo de izquierda, uno más de centro izquierda -que podría representar un poco a la DC de los años 60 y 70- y una derecha que incluso podría ir sola o con el Partido Republicano.

¿Qué ocurre con el centro político?

Yo sería lapidario. No hay una lista de centro, hay candidatos de centro. Hay algunos candidatos que son más centristas que otros. Pero, por ejemplo, Independientes No Neutrales no es una lista de centro, es una lista que nace al alero de la ex Concertación. En general, lo que uno esperaba en cuanto al centro, sería, por ejemplo, Evópoli, que está en una coalición que pactó con el Partido Republicano que es de ultra derecha. O podemos hablar de Ciudadanos, que está en una coalición con la socialdemocracia más tradicional. La DC también está en esa coalición. No hay una lista o un partido político que esté representando al centro. Lo hizo la DC en la elección del 2017 cuando fue solo pero no le fue bien. Entonces tampoco pareciera haber un gran terreno fértil para elegirlos. Y es una paradoja, de cierta forma, porque la gran mayoría de los votantes en Chile se considera de centro, se considera moderado. Por eso a veces gana la izquierda y a veces gana la derecha. Al parecer, políticamente, hacer un punto de centro no es muy popular.

¿Cuál es el panorama para los independientes en la convención? 

Los independientes son todos de distintos lados y son todos diferentes, así que es difícil agruparlos en una sola categoría. Pero si tuviéramos que decir todos los independientes, claro, son los que van a ser minoría dentro de esa convención y, probablemente, salpicados en distintos distritos de Chile y, por ende, con poca coordinación con respecto a lo programático. En comparación a los partidos, los independientes no tienen muchas posibilidades. Creo que hay un error de interpretación cuando se dijo que se votó por una convención constitucional 100% elegida. Eso no significa que la gente no quiere políticos, simplemente significaba que no quería nombrar a dedo a la mitad de la convención. Y este escenario no me parece mal.

Algunos analistas estiman que será igualmente difícil llegar a acuerdo a la Convención, pese a que  ninguno de los sectores políticos llegaría a los dos tercios.

-Hay dos alternativas distintas. Una, en que la izquierda llega a un poco menos de los dos tercios, va a manejar la gran mayoría de los temas y va a pasar proyectos de ley con el apoyo de algunos más moderados de la derecha. Esa es una opción: todos los de la izquierda se alinean y se van pirquineando los votos hacia la derecha. Otra opción distinta que me parece que incluso puede ser más probable es que, dependiendo de distintos temas y distintos capítulos se vayan formando mayorías transitorias. Entonces, por ejemplo, en algunos temas se va a medir desde la derecha hacia la izquierda. Otro va a ser una mayoría del centro sin los dos extremos.

¿Ese escenario sería beneficioso para la elaboración de la Constitución?

El problema de este último escenario es que puede resultar, de cierto modo, una Constitución programáticamente inconsistente e incoherente. Si es que son mayorías transitorias dependiendo de los temas, los temas no necesariamente tienen que ser consistentes entre sí. O sea, se puede aprobar una cosa y al otro día una cosa completamente distinta. Entonces, para resumir, dos cosas. Uno, van a haber mayorías, van a haber grandes acuerdos, por medio de mayorías transitorias, pero el peligro de eso es que las mayorías sean inconsistentes entre sí.

¿A qué otros factores hay que poner atención luego de la inscripción de las listas?

Lo que interesa es saber ahora hasta qué punto los resultados de abril van a definir la elección presidencial. Y dos cosas: uno, hasta qué punto define el fin de el ciclo de este Presidente, es decir, cuánto va a poder hacer Piñera cuando está todo dominado por temas constitucionales. Y segundo, cómo va a definir la selección de los candidatos presidenciales. Yo creo que esas son dos cosas a mirar más adelante.

¿Qué otra proyección se podrá hacer de las elecciones de abril?

Las elecciones de diputados. Yo creo que el resultado va a ser más o menos claro a partir de las elecciones de convencionales. La presidencial y la de senadores, por ser distritos distintos, corre por un carril un poco distinto. Pero claramente sería una proyección hacia lo que viene adelante. El mismo José Antonio Kast, por ejemplo, va a poder ver cuál es el peso del Partido Republicano y uno va a poder tener una idea de cuál es su peso para negociar hacia adelante. Entonces eso va a ser importante también, ver cómo -a partir de los resultados- cuáles podrían ser las distintas vías de negociación hacia adelante.