La reciente decisión de la Superintendencia de Salud de permitir a las Isapres aumentar el Índice de Costos de la Salud (ICSA) en un 7,4% es solo un síntoma más de una crisis que se gesta desde hace tiempo y que ahora está llegando a un punto crítico.
La realidad es que la medida adoptada por la Superintendencia es solo un paliativo que no aborda las causas fundamentales de la crisis. La instrucción de la Corte Suprema para dejar sin efecto las alzas por GES ha desencadenado una serie de efectos adversos que han exacerbado la precaria situación financiera en la que se encuentran las Isapres y las clínicas privadas.
La comparecencia de los líderes de los gremios del sector ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados evidenció la gravedad de la situación. Gonzalo Arriagada, presidente de la Asociación de Isapres, y Javier Fuenzalida, presidente de Clínicas de Chile, presentaron cifras preocupantes: una deuda total del sector que asciende a $908 mil millones, un aumento del 20% desde el inicio del año 2022, y una deuda de $636 mil millones acumulada por las Isapres, un incremento del 31% respecto al año anterior.
La promulgación de la ley corta de Isapres se presenta como una medida urgente y necesaria para estabilizar el sistema de salud privado. Sin embargo, su tramitación se encuentra en una situación delicada, con plazos ajustados y la posibilidad de una tercera postergación. Es fundamental que las autoridades actúen con celeridad y responsabilidad para evitar que la crisis se agrave aún más.
Es importante destacar que esta crisis no solo afecta a las Isapres y las clínicas privadas, sino que tiene consecuencias directas en la calidad de la atención médica que reciben los chilenos. La falta de liquidez ha llevado a una reducción en las inversiones en tecnología, obras y equipamiento, lo que se traduce en un servicio de salud deficiente para la población.
El tope del 7,4% para el alza de los precios de los planes de las Isapres, si bien busca contrarrestar los efectos de la crisis, tendrá un impacto significativo en los usuarios, quienes enfrentarán aumentos en sus tarifas y disputas con las aseguradoras de salud. Esto probablemente desencadenará una ola de judicialización y una continuación de la crisis en el sistema de salud privado.
En conclusión. La crisis del sistema de salud en Chile requiere una acción decidida y coordinada por parte de las autoridades.
Para más contenido After Office, clic aquí.
After Office [E85] – Francisca Florenzano: telecomunicaciones y desarrollo sostenible. Con @Cata_Edwards.https://t.co/Hr3hD41v6N
— Ex-Ante (@exantecl) March 15, 2024
El IPSA cierra la semana con una leve caída, mientras que el dólar consolida su racha alcista, en un contexto de nuevos aranceles de Trump, sorpresas en el IPC y cautela en los mercados internacionales.
Chile enfrenta el desafío de fortalecer su marco fiscal sin comprometer el financiamiento de las pensiones. La clave estará en recuperar la confianza de los inversionistas, impulsar la formalización del empleo y reactivar la inversión, elementos esenciales para evitar un escenario donde el ajuste recaiga en recortes presupuestarios o aumentos de impuestos.
¿No será tiempo de que los/as asesores/as comiencen a explicar con mayor énfasis los riesgos que se asumen con esta visión cortoplacista?
El dólar sigue su tendencia bajista, mientras el IPSA mantiene su racha alcista impulsado por factores internos y externos, con el riesgo geopolítico en Medio Oriente generando impactos en sectores clave como el transporte marítimo.
El acuerdo previsional logrado la semana pasada no solo beneficia a los pensionados, sino que también podría fortalecer el mercado de capitales y estabilizar el peso chileno. La mayor profundidad financiera impulsaría el crédito hipotecario y daría un respiro a la renta fija. Un pacto pragmático que, sin dogmatismos, marca un hito en la política […]