Qué sucedió. El referencial IPSA de la Bolsa de Comercio de Santiago cerró la jornada con un leve avance de 0,3%, alcanzando los 6.539 puntos. El volumen transado fue de $102.211 millones, con un 18% ejecutado durante la subasta de cierre. En lo que va del año, el mercado local mantiene una rentabilidad acumulada moderada en pesos, aunque el dólar continúa ejerciendo presión.
Moneda local bajo presión. El peso chileno cayó un 1,2%, cerrando en $983 por dólar, su nivel más bajo desde abril. Este retroceso refleja el impacto combinado de las medidas de estímulo económico anunciadas por China, que decepcionaron al mercado, y una caída en los precios del cobre, sumado a un IPC local que superó las expectativas.
Movimientos destacados.
Panorama internacional. La bolsa de EE.UU. continúa su tendencia positiva, con el S&P 500 superando momentáneamente los 6.000 puntos, liderado por Tesla. La atención del mercado global se centra en los datos de inflación de Estados Unidos que se publicarán este miércoles, y que serán clave para la política monetaria de la Reserva Federal.
Noticias corporativas.
La mezcla de factores locales e internacionales sugiere que la volatilidad continuará marcando el pulso de los mercados en las próximas jornadas.
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Este viernes asumió como primer ministro de Canadá, el ex banquero central Mark Carney. Para Chile, la relación con Canadá es clave ya que lidera las inversiones directas, superando a países como Estados Unidos y España.
El caso de Horst Paulmann es un reflejo de los desafíos que este tipo de empresas enfrentan. Su legado en Cencosud es innegable, pero también ha sido un proceso de sucesión que ha enfrentado desafíos y ajustes en la dirección. Para las empresas familiares chilenas, la clave está en anticiparse, planificar y profesionalizar la gestión […]
Cuando todo indica que estamos en condiciones de retomar una cierta senda de crecimiento, que bien nos haría contar con un mandato claro a todas las entidades de gobierno de acelerar inversiones estratégicas tanto para la calidad de vida de las personas e impulsar la productividad.
En este escenario, la clave no está solo en reaccionar a los eventos, sino en anticiparlos, gestionarlos y convertir la incertidumbre en una ventaja estratégica.
Hay fallas estructurales evidentes que deberían haber sido corregidas por el regulador. Y hay fallas específicas que parece son responsabilidad de las empresas y que deberán ser clarificadas.