Entrevista a Mañalich: “Hacer selectivo el permiso de vacaciones es beneficiar a la élite”

El ex ministro se refiere a la propuesta de Lavín de repensar las autorizaciones para viajar a comunas con mayores índices de contagios, declarándolas “zonas saturadas” e impidiendo el ingreso de veraneantes. También rechaza que las vacunas chinas Sinovac solo estén autorizadas para menores de 60 años, afirmando que se está en una carrera contra el tiempo para enfrentar una tercera ola y que para atenuar este panorama es clave inocular masivamente a los adultos mayores. Jaime Mañalich es taxativo, un sello que lo extrapola en su opinión respecto del fallo por el caso Frei Montalva.

—¿Qué hace falta para reducir los altos niveles de contagios por Covid previo a que vuelvan las bajas temperaturas, en unos meses más?
—Hoy se juega mucho en la carrera contra el tiempo de vacunar. Y vacunar fundamentalmente a los adultos mayores que son los que más posibilidades tienen de enfermar, de hospitalizarse y eventualmente de morir. La vacunación, que se está iniciando muy provisoriamente, todavía no afecta a ese grupo, por lo tanto es poco probable que en el corto plazo veamos un efecto importante de la vacunación en el control de la pandemia y el momento clave, que es el inicio del otoño y es cuando debiésemos tener una tercera ola muy dura, a menos que se haya vacunado a una cantidad muy importante de adultos mayores. Estamos hablando de más de 2 millones de personas, para que efectivamente haya una inmunidad de rebaño sustantiva.

—¿Hay noción de que estamos en una segunda ola?
—Estamos en una segunda ola desde el punto de vista epidemiológico. La cantidad de enfermos se debería reducir en verano, pero si pensamos en todos los eventos masivos que han ocurrido por las compras de fin de año, las festividades y la falta de disposición de muchas personas de seguir las medidas sanitarias a pesar de todo el esfuerzo de la autoridad, estamos verdaderamente en una segunda ola. La situación debería tender a mejorar durante las próximas semanas, pero al volver el frío, la contaminación ambiental y todo lo que contribuye, en marzo, abril, podría empezar a subir de nuevo el número de casos y fallecidos a menos que -por eso hablo de la carrera contra el tiempo- tengamos una cantidad suficiente de adultos mayores vacunados.

—¿Cuándo sería el peak de esta segunda ola?
—Creo que estamos llegando al peak. Con las actuales medidas, salvo que hubiera una desobediencia civil masiva, no debería seguir subiendo los números y deberíamos estabilizarnos en este orden de 4 mil casos. Creo que vamos a mantenernos en esos números hasta aproximadamente la primera quincena de febrero.

• Vacunas Sinovac para menores de 60 años: “Lo más prudente es ampliar la edad”

—Ha sido controversial el hecho de que, pese a que el ISP aprobó la vacuna Sinovac en adultos y a que en otros países pueda aplicarse a cualquier edad, un consejo de expertos sugirió inocularla solo a menores de 60 años.
—Creo que hay una visión extremadamente conservadora de no correr riesgos justificado en que los experimentos que se hicieron con estas vacunas excluyeron o tuvieron grupos muy pequeños de adultos mayores. Pero la relación riesgo/beneficio apunta a que lo más prudente, junto con vacunar al personal sanitario, es ampliar la edad, partiendo de los 80 años y de ahí ir bajando. Vacunar a esa población es lo que debería hacerse a la brevedad. No estoy de acuerdo con la medida. El hecho de que estamos teniendo 25 mil casos activos y “contagiantes”, hace prudente no ser tan conservadores y ofrecerles de manera voluntaria, vacunarse. Limitar esa posibilidad no es adecuado.

—¿Está de acuerdo con el permiso de vacaciones que otorgó el Gobierno, pese a los altos índices de contagios en algunas regiones del país?
—El problema no es el permiso de vacaciones si no que, coincidiendo con el permiso de vacaciones, hay personas que han adoptado conductas de mucho riesgo sobre todo reuniones sociales sin mascarillas, con un aforo mucho mayor que el permitido. En ese sentido, confío mucho más en la fiscalización que el gobierno está haciendo de este evento y la denuncia que vecinos pueden hacer que limitar el permiso de vacaciones.

—El alcalde Joaquín Lavín propuso decretar “zonas saturadas” a comunas donde la situación es compleja, lo que implicaría restringir los permisos de vacaciones. ¿Lo ve factible?
—Creo que el permiso de vacaciones debe mantenerse. Hacerlo selectivo o, vale decir, que se declaren “zonas saturadas”, significa en la práctica, limitarlo y beneficiar a una elite socioeconómica, que puede irse a lugares más lejanos o cambiar el arriendo que tienen contemplado por otro. No es una medida adecuada. Aumentar las horas de toque de queda sería una medida más sensata en esos lugares, pero con una fiscalización muy agresiva en las horas de noche.

—¿Ha mantenido contacto con el Presidente Piñera y el ministro Paris?
—He mantenido contacto infrecuente pero muy fecundo para mí. Con el ministro Paris converso cada dos o tres semanas y me parece que lo está haciendo muy bien. Con el Presidente Piñera también he tenido la oportunidad de conversar, menos frecuentemente porque está muy ocupado, y por supuesto el consejo fundamental lo debe hacer el ministerio de salud y el Ministro Paris en particular y el Ministro de Ciencias y creo que eso ha estado ocurriendo perfectamente bien.

• Caso Frei Montalva: “Profesores universitarios fallecieron en medio de una ignominia”

—La Corte de Apelaciones revocó el fallo del ministro Alejandro Madrid y absolvió a los acusados por la muerte del ex Presidente Frei Montalva. ¿Por qué usted indicó esta semana en redes sociales que el proceso “dejó muchas víctimas colaterales”?
—Evidentemente la última palabra sobre ese juicio no se ha dicho porque la defensa va a recurrir a la Corte Suprema. Lo que yo hice ver en Twitter es que durante estos 13 o 14 años de investigación desde la primera acusación, hay gravísimas consecuencias para las personas que fueron inculpadas. En la práctica sufrieron un exilio de la vida pública profesionales muy destacados, profesores universitarios fallecieron en medio de una ignominia. Me preocupan enormemente todos esos efectos adversos frente a un fallo tan contundente de la Corte de Apelaciones que señala que las pruebas no son suficientes para configurar un delito de homicidio. En ese sentido: Algo no está funcionando bien en nuestro sistema judicial y, si la Corte Suprema confirma la sentencia finalmente, hay que hacerse cargo del daño que esto produce.

—¿Se refiere al caso de Luis Castillo, que terminó renunciando a la subsecretaría de Redes Asistenciales a partir del caso?
—Aquí hay víctimas colaterales de todo este proceso, que pueden haber sido perfectamente inocentes. Médicos distinguidísimos sobre los que se puso un manto de duda. Por ejemplo el doctor Castillo, un profesional de primera magnitud, que ni siquiera formaba parte de la acusación del ministro Madrid, pero en la práctica, yo para nombrarlo subsecretario de Redes Asistenciales el año 2010 tuve muchos problemas porque había una suerte de sanción sin que hubiese sido acusado de nada. Y en la segunda oportunidad, cuando asumí el ministerio y él ya era subsecretario de Redes Asistenciales, producto del bullying al que se vio sometido tuvo que renunciar a ese cargo.

—En el plano judicial también se encuentra la denuncia que presentó el alcalde Jadue en su contra, por los delitos de cuasidelito de homicidio, denegación de auxilio y abandono de destino en relación con la muerte de 62 personas por coronavirus en Recoleta.
—Estoy completamente tranquilo. En mi opinión, hay una utilización del aparato judicial con fines estrictamente políticos. El ministro Paris no llevaba ni un mes en el trabajo y fue incluido en esta querella. Mientras uno está en una situación judicial como la mía, en una investigación que puede demorar años, en la práctica, lo que ocurre en Chile, que rememora el antiguo sistema judicial, es que no es que uno sea inocente mientras se demuestre lo contrario; uno es culpable mientras no se demuestre lo contrario. Y en ese contexto, aquí evidentemente hay una instrumentalización de una acción judicial con el fin de sacar una persona de la vía pública. Y se logra, evidentemente se logra.