Gonzalo Cordero (UDI): “Lo que dijo Luis Silva sobre Matthei es innecesario e inconducente”

El abogado y consultor de empresas, Gonzalo Cordero, dice que “terminamos con un sistema constitucional debilitado”. Además, plantea que el sistema político se comprometa a acatar y respetar la Constitución.

-¿Cuál es tu reflexión sobre los resultados del plebiscito?

-Mi interpretación es que el proceso tenía un problema de origen: nunca fue una prioridad para los chilenos una nueva Constitución. Digamos la verdad: el proceso constituyente es el precio que la oposición al gobierno del Presidente Piñera le puso para no seguir empujando su destitución.

La gente vio una salida a la violencia extrema que se estaba viviendo en este acuerdo por una nueva Constitución. Luego viene la Convención, con todos sus desvaríos. A partir del plebiscito del 4 de septiembre, las votaciones expresan sistemáticamente una desilusión y el rechazo a una nueva Constitución. En la elección de consejeros, la gente no votó por Republicanos por ser un partido de derecha, sino porque encarnaba la posición en contra de una nueva Constitución. Y ese rechazo se expresó el domingo.

-¿El tema de las mujeres fue un factor importante? De las menores de 34 años un 70% votó en contra.

-En el conjunto del voto de las mujeres hay una diferencia de seis puntos si se compara el En Contra con el A Favor. Esa diferencia hay que dividirla por la mitad, porque las mujeres son la mitad del electorado. Entonces son tres puntos. ¿Es incidente? Sí. ¿Dirimió la elección? No

-De todos modos, fue una derrota dura para la derecha. ¿Hubo una noche de cuchillos largos?

-Primero que nada, hay derrotas y derrotas. Partamos por decir lo obvio: la opción A Favor fue derrotada, pero logró un 44% de los votos, que es el margen histórico de la derecha. Y por lo tanto, siendo una derrota, no es una derrota que te pueda marcar el futuro, que uno pueda decir que la derecha está en el piso, que le va a costar años recuperarse. No fue ese tipo de derrota

-¿Qué opinas sobre la polémica entre Luis Silva (Republicano) y Evelyn Matthei (UDI)? Silva dijo que Matthei había entrado tarde y Matthei dijo que pensó votar en contra.

-Yo no creo que sea una polémica fuerte. Lo que dijo Luis Silva es francamente un comentario innecesario e inconducente que no aporta nada.

-Mirando hacia el futuro cercano, ¿cómo debe manejarse la derecha frente el gobierno? Porque Gonzalo Müller, que fue coordinador del A favor, dijo que la derecha no debería aceptar un centímetro de las reformas oficialistas.

-Estoy completamente de acuerdo con Gonzalo. Tenemos hoy día un gobierno que es muy distinto de los gobiernos de la Concertación, que tenían adhesión a la democracia representativa y a la búsqueda del desarrollo económico. Y ahí había espacios de acuerdo con la oposición. El gobierno del Presidente Boric no comparte ninguno de esos dos principios a cabalidad. Una parte muy importante defiende la democracia sustantiva, y las posiciones identitarias que afectan el principio fundamental de la igualdad ante la ley.

El materia de desarrollo, el propio Presidente ha dicho que una parte de él quiere terminar con el capitalismo. La Moneda legítimamente presenta reformas que son consistentes con esa visión, pero es una visión inconciliable con quienes creemos en la democracia representativa y en el desarrollo económico. Cuando tú tienes visiones irreconciliables no es razonable que llegues a acuerdo en los instrumentos y en las políticas públicas.

-¿El resultado del plebiscito perjudica más a Kast o a Matthei?

-La sociedad actual es una sociedad tan dinámica, con cambios tan rápidos, tan volátiles, que a dos años de la elección presidencial el plebiscito no tiene ningún efecto real. Si hubiera alguien que tuviera la facultad mágica de ver el futuro y me dijera que la oposición va a ganar la próxima elección presidencial, pero no va a ser ni Kast ni Matthei, yo no me sorprendería. Entonces yo creo que proyectar esto a la presidencial, que está a dos años, es sobre interpretar todo.

-Un 27% de quienes votaron “Rechazo” se trasladaron hacia “En Contra”.  ¿El sector necesita algún tipo de autocrítica?

-Es obvio que uno tiene que hacer una autocrítica cuando pierde. No tiene sentido que uno diga perdí y al mismo tiempo afirme que lo hice todo perfecto. Hay que analizar por qué no fuimos capaces de que toda la gente que votó Rechazo el 4 de septiembre votara A Favor. Hay un porcentaje que se perdió.

Tampoco supimos captar el voto femenino joven. Yo recuerdo que el día de la elección de los consejeros constituyentes, el mensaje del Partido Republicano era que en materia de aborto no se iba a innovar y se iba a dejar tal como estaba en la Constitución actual. Esa primera aproximación no se cumplió. Fue un error haberlo dicho y después no haberlo hecho.

-¿La actitud de Republicanos pudo ser más moderada?

-No. Mi impresión es que la izquierda a partir del 7 de mayo nunca tuvo disposición a llegar a un texto que se hiciera cargo de una realidad política clara: que habían perdido la elección. La izquierda pretendió que en el Consejo se llegara a un acuerdo, como si estuvieran negociando entre partes equivalentes. Y esa pretensión es inconsistente con el hecho de que se hubiera elegido un Consejo por votación popular con mayoría de derecha. La izquierda nunca asumió que era minoría.

-¿Quedas tranquilo con la Constitución vigente, originada en 1980 y reformada por Ricardo Lagos en 2005?

-No, yo creo que producto de todo este proceso terminamos con un sistema constitucional debilitado y eso no me gusta. Aquí había una arquitectura constitucional, que estaba compuesta por la Constitución y por las leyes orgánicas constitucionales, que se fue mermando. Las leyes orgánico constitucionales se terminaron. La Constitución quedó en un quórum que a mi juicio es mínimo para dar estabilidad, que son los 4/7.

Y en segundo lugar, creo que la Constitución configura un sistema político desastroso. Y es muy difícil que el Congreso lo mejore. Ahí quedamos con un problema estructural porque la única manera de mejorar eso es que haya parlamentarios dispuestos a legislar de manera tal que ellos mismos salgan perjudicados.

-¿Cuál debería ser el primer esfuerzo político de estos días post plebiscito?

-Yo creo que el primer acuerdo debiera ser demandar a todo el sistema político un compromiso explícito de acatar y de someterse lealmente a la Constitución que quedó vigente. Prefiero que nuestra Constitución se estabilice para volver a tener certeza jurídica en el país.

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