“Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz, lo es a su manera” (Leon Tolstoi en Ana Karenina). Siempre hay problemas en las familias, pero si hay voluntad de llegar a acuerdos, siempre hay una salida consensuada. Un gobierno corporativo sólido, construido de tal manera que incluya los intereses de las partes, contribuye de manera notable al mantenimiento de las buenas relaciones, así como al aumento de la rentabilidad esperada.
El gobierno corporativo es la suma de normas, principios y procedimientos que regulan la estructura y el funcionamiento de los órganos de gobierno de una empresa. Establece las relaciones entre el directorio, la gerencia, los accionistas y el resto de partes interesadas, y estipula las reglas por las que se rige el proceso de toma de decisiones sobre la compañía para la generación de valor.
Un gobierno corporativo sólido debe tener tres elementos:
El pacto de accionistas debe contener al menos tres elementos
El proceso de formación de gobierno corporativo descrito, debe ser llevado de la mano por una empresa externa que se dedique a asesorar a empresas familiares. Un buen nombre es FOX (Family Office Exchange, empresa norteamericana con basta experiencia en estos temas).
La importancia de un externo radica en que éste es una persona imparcial, no miembro de la familia y que avala con datos duros, tal o cual política a instaurar en la organización.
Existen cinco puntos a considerar en una gobernanza de empresa familiar moderna:
Para que el país tenga paz y seguridad, para que la legalidad sirva a los fines de la convivencia democrática, para que retrocedan el temor y la incertidumbre, para que la economía agarre vuelo y se materialicen las expectativas de progreso, hay que dar esta batalla con todo el cuerpo. Es el problema número uno. […]
Es todo excusa, es todo oportunismo. Desde la jueza que evade y elude su responsabilidad al diputado que huye de su posición histórica solo porque le conviene. Son pusilánimes y negacionistas. Ocupan los cargos más importantes de la nación, pero actúan como si gobernar fuera un ejercicio simbólico, como si no tuvieran ninguna capacidad ni […]
Si bien el Estado de Emergencia puede ser eficaz en escenarios de alta conflictividad, su uso prolongado sin una política de normalidad solo posterga -pero no resuelve- los problemas de fondo. El verdadero desafío del Estado chileno no es sostener la excepción únicamente, sino restablecer la seguridad en un territorio que la exige hace mucho […]
En la DC ya no hay estrategia, ni identidad, solo desesperación, y ha terminado por convertirse en vagón de cola del oficialismo. Por lo mismo, respalda una candidatura del PC, sin establecer exigencias programáticas mínimas. El partido que alguna vez encarnó una esperanza de transformación democrática hoy se arrastra sin dignidad.
El libro más reciente de Rafael Gumucio le debe mucho a la crónica, pero también al ensayo, a la narrativa, a la investigación y a la biografía. Ya sabíamos que lo suyo son los territorios híbridos, esos que se extienden entre el rigor de las ideas y los vaivenes del sentimiento.