-Para empezar, ¿es una mala señal que Israel no participe en Fidae, como anunció el Gobierno?
-Es una decisión que el Ejecutivo puede tomar. Me imagino que habrán tenido a la vista todos los antecedentes para tomarla, ya que Chile es un país que depende en materia tecnológica y en su sistema de armas de la industria israelí en forma importante.
Las tres instituciones, Ejército, Armada, Fach, algunas con mayor intensidad que otras, tienen componentes y sistemas de armas de origen israelí. La decisión es soberana, la toma el Gobierno de turno, es legítima, pero espero que se tuvieron a la vista los pros y contras.
-¿Qué tan importante es participar en Fidae?
-Las ferias son muy importantes para los países que están desarrollando programas de adquisición y también para ver el nivel de tecnología. Hoy día la tecnología es el factor más relevante en defensa.
Por ejemplo, si nosotros quisiéramos tener una frontera mejor protegida, no la vamos a tener nunca con hombres. No vamos a colocar en los 350 kilómetros de límites que tenemos con Bolivia, un hombre cada cinco metros. Para eso sería mejor ver la posibilidad de comprar drones o radares en el ámbito satelital, que produce Israel.
-¿Chile gasta en armamento de acuerdo a su PIB?
-Chile no es un país que compre muchas armas, pero tiene que estar modernizando los sistemas de armas. La protección, por ejemplo, de sus unidades acorazadas, el tema de los drones. Las ferias son muy relevantes porque permiten in situ ir a conversar con las personas que están detrás de esos sistemas y ver las características, lo nuevo que hay en el mercado.
-¿Israel qué tan importante es como proveedor de armamento y tecnología para Chile?
-Israel es un país proveedor de sistemas de armas o tecnología relevante a nivel mundial. Y para Chile en especial. El casco de los F-35 tiene componentes de la industria israelí. El sistema del domo de hierro, que se usa para interceptar los satélites, también.
La innovación científica tecnológica llevó a Israel desde el año 48, cuando no existía una industria militar, a ser hoy día uno de los países de mayor relevancia a nivel global en su industria militar, en tecnología en general. Por ejemplo, en tecnología de agua: pasó de tener un déficit de agua a tener un superávit. Es tecnología, es conocimiento. Chile, en ese sentido, depende de Israel.
-¿La distancia que ha tomado Boric de Israel es una decisión estratégica compleja?
-Cuando compras un sistema de armas, no es como ir al supermercado. Tú compras una relación estratégica con ese país. Porque después viene el tema de mantenimiento y repuestos. Yo compro una relación estratégica porque me tengo que asegurar la línea de repuestos a futuro, a diez, 20, 30 años. Tengo que asegurar entrenamiento, modernizaciones, etcétera. Entonces hay una dependencia.
-¿Israel está en el ranking de países que le venden más armas a Chile?
-Nuestros proveedores son mayoritariamente occidentales, Estados Unidos, Europa e Israel.
-Hablas de la relación estratégica con Israel. ¿Qué consecuencias puede tener que Israel llame a su agregado militar en Chile?
-El Ejecutivo tiene que poner en la mesa todos los aspectos de la decisión. Porque si te quedas sin un agregado de defensa de un país que te provee de armas en el sistema y no solo las armas, sino el mantenimiento y las modernizaciones de muchos proyectos que están en desarrollo, evidentemente que se te va a complicar la operacionalidad.
-¿Esta serie de problemas que han existido con Israel en el gobierno de Boric afectan la posición del país?
-La pregunta es si van a haber otras medidas que eventualmente se puedan tomar y que puedan afectar a Chile. O sea, la mesa está abierta. Cuando empezamos a hablar de que se va el agregado de defensa, de que no vienen a Fidae, etcétera; evidentemente que la relación no es buena.
La pregunta es: ¿Cuánto de las medidas que adicionalmente pueda tomar ahora Israel pueden afectar la seguridad de Chile, su sistema de armas? Esa es la realidad. No estoy diciendo nada que no sea lógico y coherente.
-En ese sentido, ¿se podría decir que el gobierno ha sido poco cuidadoso o descuidado?
-Yo no diría ni poco cuidadoso ni descuidado. Quiero pensar que tuvieron a la vista todos los elementos para tomar una decisión. Las decisiones políticas de este tipo son pensadas, son racionales, son conversadas. Y me imagino que fueron bien asesorados.
-Si fueras asesor del gobierno, ¿hubieras aconsejado que actuara de manera distinta?
-La labor de las Fuerzas Armadas es decirle: mire, si usted hace esto, estas son las implicancias. Si usted no hace esto, estas son las consecuencias. El Gobierno decide.
-¿Para tener una alta tecnología de defensa el aporte de Israel es irremplazable para un país como Chile?
-No es irremplazable, pero es vital cuando tú ya tienes un sistema de armas instalado. Supongamos que tú tienes un avión cuyos elementos son un 60% de Israel. Es crítico, porque significa dejar operacional o no esa plataforma de vuelo. O si tienes un sistema de armas terrestre, un misil y no puedes operar la munición porque no la fabricas, pierdes la capacidad de defensa.
-El ataque terrorista lanzado por Hamas dejó 1200 israelíes asesinados. Tras la respuesta de Tel Aviv, suman 30 mil los muertos. ¿Cómo afecta la imagen internacional de Israel?
-La guerra nadie la desea; y es evidente que daña la imagen de Israel en el orden global. Pero Chile, por historia, tradición, por su norma de política exterior, siempre había manejado este tema con mucha prudencia, con una cierta neutralidad. Y haciendo todos los esfuerzos para ser un actor que dialoga y favorece los acuerdos de paz. Esa fue la tradición de Chile.
-¿Se ha perdido la neutralidad histórica que tenía la diplomacia chilena en este tema?
-Claro, porque nosotros aquí tenemos dos grandes colonias. La colonia más grande del mundo palestino en el exterior y una gran colonia de origen de Israel. Las dos convivían pacíficamente sin problema. Entonces eso es muy positivo para el país. Y quizás sentaba las bases para que desde aquí se pudieran conversar esos temas entre las dos comunidades, incluso explorando alguna propuesta de paz.
No sería bueno importar un conflicto que para nosotros no lo era, porque siempre mantuvimos una política de neutralidad. Yo recuerdo que cuando se votó la creación del Estado de Israel y Palestina, el año 48, en Naciones Unidas, Chile votó neutral.
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